Stars Galería. Negocio al desnudo
En la pasada edición de la Usa/ México Franchise Expo, más de un asistente tuvo que haber arqueado las cejas ante la propuesta de un nuevo franquiciador. Su giro no es nuevo; lo interesante es la intención de su presidente y director general, Luis Mendoza, de transformar el negocio de los centros nocturnos en una actividad profesional, como él mismo la llama.
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La especialidad de Stars Galeria es... el streap-tease. Si, ese bar para clientela mayoritariamente masculina, en donde el espectáculo es el cuerpo. ¿Atrevimiento? ¿Visión empresarial?
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Como sea, esta empresa es sólo una versión mexicana de las franquicias extranjeras del mismo giro que ya están presentes en México.
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La iniciativa de Stars Galeria plantea una disyuntiva: ¿es posible ignorar esta actividad? Basta darse una vuelta por la noche de cualquier ciudad del país para reconocer su importancia dentro del sector de los servicios. Como hasta ahora tiene que clasificársele de manera fantasmal junto a los bares o los restaurantes, la propuesta de Mendoza es formalizar lo que ya existe, sacarlo de la sombra. "No somos ocasionales -comenta a EXPANSIÓN. Somos empresarios de servicios."
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Ver, no tocar. Stars Galeria, dice su dueño, "es un negocio que está estructurado en forma legal, con un staff de profesionales". El propio Mendoza es licenciado en administración de empresas, con posgrado en administración hotelera, y no puede dejar de insistir en sus 25 años de experiencia en hotelería.
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Su establecimiento consiste en la nueva versión de los bares de streap-tease, algo lejano al "burlesque" de antaño, aquellos "antros" en donde se encontraba un poco de todo lo "malo" de la vida. Esta nueva generación, inspirada en los bares del mismo giro en Estados Unidos resulta un poco más aséptica y tranquila, y a menudo está dirigida a un público de clase más alta. En su mayoría (se supone, dicen, aseguran y juran), las bailarinas se dedican sólo a la actividad del espectáculo, sin los trabajos extra de sus antecesoras; las ficheras, pues.
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Ahora, el Stars Galeria quiere compartir su know-how y su marca con otros inversionistas. A cambio del acostumbrado fee de entrada y una comisión de 7% en las ventas (más 3% para publicidad), ofrece sus sistemas operativos y administrativos para echar a andar este negocio de "esparcimiento".
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Elaboración de estudios de viabilidad y de mercado y hasta asesoría en financiamientos, componen el paquete que ofrece Mendoza. De ahí pasa a la supervisión del proyecto arquitectónico, la distribución de espacios ("las mesas siempre tienen que ver hacia la pista"), la compra de un equipo de sonido y la orientación en trámite de permisos. Por último, ofrece ayuda en reclutamiento y capacitación de bailarinas; la clave del negocio sin duda.
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El empresario reconoce que su giro no es precisamente tranquilo. "Nos encontramos problemas, muchas veces con las autoridades. Esto es latente, como en las discotecas." Pero, argumenta, en estas últimas resulta más fácil que hayan descontroles o que se beba de más. "Aquí los tenemos a todos sentaditos, viendo el show", describe.
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Lo importante, afirma, es no entrar a una "cuestión oculta, ni subterránea. Hay tabúes para este negocio, pero hay turismo que llega para esto. Y hay grandes empresas, como Playboy, que se hicieron en el mismo giro". Señala que la clave es estar a la vista: "Un franquiciatario nuestro tal vez se sienta con más riesgos, pero podrá estar tranquilo con un soporte administrativo que le permita no salirse de este tipo de actividad".
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Solo empresarios decentes. No "salirse" significa que al negocio no se le junten los "giros rojos". En ningún momento, aclara Mendoza, "estamos hablando de prostitución. No es un negocio de prostitución. Ahí ya nos desbalanceamos en nuestra situación operativa, nos rompe el negocio".
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Por lo mismo, un requisito extraño en la franquicia de Stars Galeria es algo así como la "solvencia moral" del solicitante. ¿Cómo? Pues que éste sea bien conocido en su comunidad y que no pretenda allegarse recursos de una manera alterna a la del bar. Mendoza pide a sus solicitantes que no conviertan al negocio en un Iugar de vicio".
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En el país ya existen franquicias dedicadas al streap-tease, provenientes del extranjero. Platinum (Cancún y Acapulco) y Casino Royal (Distrito Federal) son dos ejemplos de que, calladamente, este tipo de negocios va extendiéndose, en perjuicio de los viejos antros", propiedad de gente siempre prudentemente desconocida.
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Apenas el año pasado un lugar llamado Foxys, también extensión de un exitoso bar acapulqueño, fue clausurado en el Distrito Federal. Lo singular es que, según versiones periodísticas, el cierre se debió más a las presiones de los viejos dueños y bailarinas de "burlesque", que a la oposición de los vecinos del lugar.
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Precisamente la defensa de Mendoza es su apertura. Con capacidad para unos 400 clientes, su Stars Galeria emplea a 50 bailarinas y a otras 70 personas entre meseros, administrativos, personal de seguridad, etcétera. "Tengo más de 120 fuentes de trabajo, más los indirectos; es mucha gente", concluye.
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A partir de su iniciación como franquicia, Stars Galeria no ha cerrado ningún trato, aunque Mendoza habla de unas 250 solicitudes, "de las cuales 10% serían viables". La inversión total, calculada en N$300,000 nuevos pesos como máximo, no deja de ser importante, y siempre queda la duda sobre si las autoridades locales aceptarán una mera tramitación de permisos, sin la tentación de los donativos "extra" que pagan especialmente a los negocios "tabú". Siempre es más fácil vender hamburguesas.