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¿Está sano su edificio?

¿O padece el Síndrome del Edificio Enfermo, el conjunto de alteraciones a la salud que afecta a lo
mar 20 septiembre 2011 02:54 PM

Cierto tipo de construcciones enferman. Tras la aparición en México de los edificios llamados - "inteligentes", y también de aquellos que son completamente sellados, los investigadores médicos han comenzado a estudiar la contaminación de puertas adentro"(indoor). Humberto Martínez Cardoso, especialista en salud ocupacional, y uno de los pocos profesionales que se ocupan del llamado Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) en el país, explica en qué consiste, los síntomas que pueden presentar sus habitantes y cómo estas construcciones pueden ser candidatas potenciales a contraerlo, en el corto o mediano plazo.

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A su vez, Eduardo Eguiluz, gerente de proyecto del World Trade Center México (WTC), polemiza sobre el tema. Asegura que todo depende del mantenimiento de estas edificaciones y arguye que utilizarlas en aplicaciones como la de la industria farmacéutica, sobre todo en cuartos estériles –en laboratorios como el de Glaxo de México, por ejemplo- es el mejor indicio de su inocuidad.

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Un microsistema insalubre. El SEE es el conjunto de alteraciones a la salud que afecta a los ocupantes de construcciones selladas al exterior, dice Martínez. Esto es, los edificios sellados presentan condiciones internas muy diferentes a las que se encuentran en el medio externo. Utilizan sistemas de lavado de aire, de calefacción y acondicionado intercomunicados entre los diferentes pisos, por lo que si alguien tiene catarro el virus se distribuye uniformemente por todo el edificio. El medio laboral visual es muy monótono por razones de decoración y estética; la iluminación, en su gran mayoría, es de tipo artificial; las temperaturas de las estaciones de trabajo varían mucho de un lugar a otro; el personal de intendencia utiliza infinidad de productos químicos, que pueden ser alergénicos. A todo esto hay que agregar las condiciones ergonómicas de las estaciones de trabajo y la ubicación del personal al margen de sus intereses, afectos o emociones.

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Ahora bien, ¿cómo se manifiestan las alteraciones a la salud del personal? No puede hablarse de un patrón típico, aclara el médico entrevistado, pues el SEE se exterioriza a través de una serie de signos y síntomas de la más variada índole, por ejemplo: irritación frecuente de vías aéreas superiores, dolor de cabeza a la mitad de la jornada, cansancio excesivo, apatía, modificaciones en la conducta, irritaciones dérmicas sin causa aparente y bajo rendimiento en general.

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Al preguntarle a Martínez si es factible que el ser humano se adapte a las condiciones de los edificios sellados, responde que éste sufre una serie de agresiones del medio ambiente para las que no está preparado evolutivamente. "Hay que tomar en cuenta que no toda la gente se enferma; existen respuestas individuales, mayor o menor tolerancia hacia determinado químico. Alguien mal nutrido, con baja cantidad de proteínas, sujeto a un elevado estrés, es más susceptible de padecer, por ejemplo, una tuberculosis (enfermedad que ha repuntado en forma alarmante, por el deterioro de las condiciones generales de vida), que quien hace ejercicio y está bien alimentado."

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Naturalmente, existen ciertas medidas para prevenir el SEE. Martínez especifica que quien coloca aire lavado tiene que contemplar el costo por la renovación constante de los filtros, y monitorear con frecuencia los ductos de aire para determinar sus condiciones. También debe mantenerse un estricto control sobre los productos de limpieza que se emplean. Al momento de alfombrar un piso, es conveniente utilizar materiales inertes, pues los derivados de la urca generan formaldehído al combinarse con el ambiente. En las paredes, deben emplearse pinturas con base de agua, no las vinílicas que provocan emanaciones de xileno, tolueno o benceno en un plazo de tres a seis semanas después de aplicadas.

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Otro problema frecuente que menciona es el "síndrome de fatiga visual", muy estudiado a partir del uso frecuente de las computadoras. Se caracteriza por cefalea, pérdida de la noción de tiempo y problemas para enfocar la visión. Igualmente, aparece como consecuencia de la monotonía de colores que existe en muchos edificios, y suele provocar estrés, úlcera gástrica y bitiligo en la piel (manchas blancuzcas). "Los arquitectos privilegian el aspecto estético de las construcciones por sobre la salud de quien trabaja en esos lugares", acusa.

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Aunque Martínez expresa que en México no existe la cultura por parte del empleador para proteger a su personal, reconoce que, en los últimos cuatro años, hay más conciencia sobre la importancia del factor humano en las organizaciones. "Lo más recomendable es contar con un servicio de salud ocupacional para los trabajadores. Esto resulta muy difícil para la pequeña y mediana empresas, que no cuentan con recursos para sostener un especialista. Por eso, ya no es necesario contratar un médico de planta en la empresa; puede ser una asesoría".

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La otra cara de la moneda. A partir de términos especializados, Eguiluz cuenta que el WTC es el proyecto más ambicioso de México, con una inversión, hasta la fecha, de cerca de tres millones de dólares. Sus inversionistas subcontrataron a la empresa Johnson Controls (JC) para encargarse de los sistemas de aire acondicionado, iluminación y seguridad, además de la operación permanente del edificio. JC utilizó un complejo sistema denominado -Metasis, que integra por primera vez tecnología europea, japonesa y estadounidense, y cumple con las especificaciones y normatividad internacionales.

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Paralela a esta sofisticada tecnología que, dicho sea de paso, no se utiliza en los edificios sellados, se ha desarrollado la teoría que apuntó antes Martínez. Eguiluz admite conocerla, sobre todo la parte referente a los efectos del aire acondicionado que circula por todos los pisos, y arguye: "A partir de sistemas de control por computadora, en el WTC se monitorean permanentemente los filtros de carbón activado, electrostáticos y otros, que efectúan la limpieza de bacterias. Se limpian o sustituyen cuando es necesario. Además, ahora se utilizan pinturas con base de agua, ya no de solventes. Los compuestos de asbesto que se empleaban para los aislantes y recubrimientos para barreras contra incendio se han convertido en resinas orgánicas que no afectan la salud. La iluminación, aunque es artificial, es específica para las salas de cómputo, estaciones de trabajo y demás, siguiendo la normatividad estadounidense. No puede hablarse de monotonía, pues cada oficina tiene su propio diseño y acabado, lo único uniforme son los pasillos y las zonas públicas".

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Eso sí, Eguiluz no responde por los edificios sellados, herméticos, que se han construido bajo especificaciones diferentes. Atribuye a falta de información los comentarios sobre lo enfermizos que pueden llegar a ser los edificios inteligentes, pues considera que ofrecen todo tipo de garantías para los usuarios, siempre y cuando estén bien diseñados y su operación sea eficiente, conforme a las normas. "Cierto es que en México las normas no han sido lo suficientemente estrictas. En el mantenimiento de los edificios es donde se encuentra el problema, por eso JC opera sus construcciones por lo menos durante un año. El costo de operación de un edificio aumenta de 3 a 5%, pero a la larga, va bajando porque se eficienta, hay ahorro de energía por medio del sistema de inteligencia artificial. Es necesario eliminar al charlatán y educar a la gente sobre lo que debe exigir en una construcción de este tipo", concluye el experto.

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