Prever y producir

Que las empresas inviertan en programas de salud no es altruismo, es un negocio inteligente. Cada vez más compañías entienden el impacto negativo de tener una fuerza laboral poco saludable, por lo que implementan programas para que sus empleados adopten comportamientos más sanos como dejar de fumar, bajar de peso y hacerse revisiones para prevenir el cáncer y otras enfermedades, expone la fundación Susan G. Komen contra el Cáncer de Seno, una de las más importantes del mundo.

México va en ese camino. Un estudio de la consultoría en capital humano Aon Hewitt reveló que, en tres años más, 77% de las empresas mexicanas contará con un programa de salud y bienestar para sus empleados. Actualmente, 42% de las compañías ya lo tiene, 35% planea tenerlo y 23% no cuenta con uno.

Para Catherine Oliveros, directora de la fundación Komen en América Latina, en México es necesario invertir en la prevención del cáncer de seno tanto en la industria privada como en el gobierno para que la detección de la enfermedad no sea demasiado tardía. Cuatro de cada 10 mujeres diagnosticadas ya se encuentran en etapa avanzada al momento de la detección.

Según la Secretaría de Salud, en México, hay 7.6 casos de cáncer de mama por cada 100,000 habitantes, siendo el cáncer más frecuente entre las mujeres. El DF es el que más casos presenta (45.84% de los casos de cáncer son de mama), le siguen Sinaloa (45.76%) y San Luis Potosí (45.20%).

Tener programas de salud en una organización reflejará eficiencia y productividad, además de crear arraigo en el personal. "Económicamente hablando, no tendrás pérdidas de tiempo por enfermedades, ya que tener a empleados con buena salud, trae como consecuencia la realización de los objetivos", dice Óscar Sosa, director de Gestión de Talento de Manpower para México y Centro América.