En Europa nadie duda del poder de la industria automotriz. Pese a que en cinco años la emisión de gases contaminantes se redujo 50%, el comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo quiere imponer una norma que bajaría 80% el nivel actual de partículas y 20% el de óxidos de nitrógeno para los autos con motor diesel, y 25% en los de gasolina.
La iniciativa entraría en vigor a mediados de 2008, pero un intenso cabildeo de las armadoras ‘convenció’ al Parlamento de extender la fecha a septiembre de 2009, aunque será obligatoria desde enero de 2011 y para vehículos pesados hasta 2012.
No todos están satisfechos: la eurodiputada alemana Rebeca Harms, del Partido Verde Europeo, expresó su desacuerdo con el hecho de que se excluyeran del sistema los vehículos deportivos, que considera “grandes contaminadores”.
“Además de que la introducción de nuevas tecnologías ecológicas no se deje para 2014”, dice Harms.