Finlandia, una tierra congelada... pero feliz
El programa “60 Minutes” de la CBS, estrenado en 1968 y aún vigente, es, por mucho, el programa más exitoso en la historia de la televisión estadounidense.
Cuando el programa presentó un segmento en 1993 llamado “Tango Finlandia”, llevó a la atención de millones de estadounidenses una nación nórdica de la que sabían muy poco. Y , ¿qué descubrió Estados Unidos?
El corresponsal Morley Safer y su equipo revelaron a Finlandia como un lugar en el que “abunda la melancolía, la tristeza y timidez”. También revelaron que “nadie mira a otro a los ojos” porque “ser notado es vergonzoso, y notar a alguien es una afrenta”.
Los fineses mismos estaban “gravemente en contacto con nadie excepto ellos mismos”, agregaron, concluyendo: “No es sorpresa que Finlandia tenga uno de los niveles de natalidad y uno de los más altos índices de suicidio”.
En una nota más agradable, los fineses aman bailar tango, de ahí el nombre de ese segmento.
Avanza dos décadas.
Hoy Finlandia, gravemente en contacto con nadie excepto ellos mismos, se encuentra en el tope del reporte de índice de felicidad europeo del 2015, el Happiness Equality Index.
Sondeos similares también la identifican como la nación más feliz en el continente.
Esto nos lleva a preguntarnos. ¿Los fineses eran así de miserables en ese entonces? Y, ¿son verdaderamente tan felices ahora?
Krista Huhtala-jenks, una oficial senior de la Secretaría de Transporte y Comunicaciones de Finlandia, está perfectamente calificada para mirar a Finlandia tanto como nativa, y como extranjera (ella se mudó al exterior a los 18 y regresó a los 29).
Un mundo diferente
Si los fineses que salieron en “Tango Finlandia” parecían tristes, Huhtala-jenks dice que tenían razones para estar así.
Finlandia en los 90 era “un mundo completamente diferente”, dice.
“Finlandia estuvo bajo la ‘influencia’ soviética por mucho tiempo y el colapso de la Unión Soviética había pasado unos pocos años antes”.
A esto añádele un alto consumo de alcohol, preocupantes tasas de suicidio y una depresión económica nacional, y no era de “sorprenderse que la gente no fuera muy feliz”.
Pero, ¿la tierra de los mil lagos (a pesar del apodo, tiene cerca de 200,000) sigue siendo un lugar en el que abunda la tristeza?
Si bien, “seguimos sin ser muy buenos platicando”, Huhtala-jenks insiste que no implica que “seamos extremadamente penosos, abiertamente deprimidos o melancólicos”.
Ella acepta que los fineses puedan parecer desesperanzados para los foráneos, lo que ella aduce ampliamente a la falta de algunas palabras en su idioma.
El esposo de Huhtala-jenks es irlandés. Cuando empezaron a salir, ella “lo volvía loco porque no usaba palabras como ‘por favor’ y ‘con permiso’ Yo era extremadamente grosera para él”. Afortunadamente, ella tiene una excelente excusa: los fineses no tienen esas palabras.
“Esas palabras simplemente no existen en nuestro idioma y usarlas no es algo que nos salga naturalmente”,
Sol y obscuridad
Su esposo también cometió una falta cultural. Huhtala-jenks estaba molesta cuando él comenzaba a hablar antes de que ella hubiera terminado.
“Para los fineses, es extremadamente grosero interrumpir a alguien. Esto nos lleva a hacer pausas o tomar nuestro tiempo para hablar”.
Así que los extranjeros pueden interpretar esta muestra básica de silencio o cordialidad finlandesa como “ser tímidos, groseros o incluso deprimidos”.
En resumen: para muchas nacionalidades, una conversación en la que nadie dice ‘por favor’ y hay largas pausas es algo preocupante; en Finlandia es lo usual.
Si bien eso no implica que todo sea felicidad.
“Estamos en una de las peores recesiones”, dice Huhtala-jenks, notando que la tasa de suicidios permanece alta y el consumo de alcohol sigue siendo preocupante.
Más allá de esto, hay aspectos de la vida finesa en general que pueden ser descritos como desalentadores.
Una exhibición reciente en la Galería Nacional de Finlandia, “The Magic North” sobre el arte finés y noruego de finales del siglo 19 y principios del siglo 20 tuvo un gran énfasis en lo obscuro (partes de Finlandia experimentan 24 horas de obscuridad en el invierno), lo frío ( la temperatura puede llegar tan bajo como -50° C) y artistas como Hugo Simberg, responsable de obras maestras tan alegres como “El Ángel Herido” y “El Jardín de la Muerte”.
Además, Huhtala-jenks admite que algunos fineses todavía “no dirán hola ni te verán a os ojos”, si bien ella cree que muchos otros son “abiertamente platicadores, amigables y abiertos”.
Felicidad del heavy metal
Claramente queda la pregunta más importante sin contestar: ¿Qué pasó con el tango?
“Aún es popular en Finlandia: cada año elegimos a un rey y una reina del tango”, dice Huhtala-jenks.
Ha sido superado, sin embargo, por otra forma de música que podría ser inesperada.
Los visitantes recientes a Helsinki habrían notado cientos de posters de la legendaria banda de rock inglesa Motorhead. “Finlandia es la capital de heavy metal del mundo”, declara Huhtala-jenks, lo cual es cierto según su definición de “más bandas de metal por habitante”
Ella considera que son responsables del alza en el espíritu de la nación.
“Pensarías que esto nos haría depresivos y sombríos, pero los estudios más recientes muestran que los amantes del metal son algunos de los individuos más calmados y felices”.
Huhtala-jenks lo debe saber –ella se describe orgullosamente como una “completa metalhead”.
Repasa tus discos de Black Sabbath, y regresa para actualizarte lo más pronto posible, Sr. Safer.