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Alimentos enlatados, mitos y realidades

El calor como proceso de esterilización permite que la comida se conserve de manera adecuada. Las posibles enfermedades vinculadas son resultado de almacenamiento inapropiado o falta de higiene.
mar 21 septiembre 2010 03:06 PM
El recubrimiento de barniz interno en las latas impide que los alimentos entren en contacto con el metal, lo que imposibilita que la comida se contaminen con plomo. (Foto: AP)
Latas-Anaquel (Foto: AP)

Se dice que los productos enlatados carecen de propiedades nutritivas, contienen conservadores artificiales, exceso de sal, azúcar y plomo. También se dice que causan intoxicación y cáncer, entre otras enfermedades; sin embargo, los especialistas coinciden en los beneficios que los procesos y las técnicas de enlatado de alimentos tienen para los consumidores. Consultadas por separado, expertas de la Cámara Nacional de Fabricantes de Envases Metálicos (Canafem) y de la empresa La Costeña aseguran que los alimentos enlatados son prácticos, ya que ahorran tiempo en la cocina debido a que están precocidos, no requieren cocinarse y no necesitan refrigeración; cualquier persona puede consumirlos en cualquier momento y lugar; además permiten tener una gran variedad de alimentos todo el año, si se almacenan en condiciones adecuadas.

La nutrióloga Azucena Cruz del Castillo, coordinadora de Salud y Nutrición de la Canafem, explica que el principal medio de conservación de los alimentos enlatados es el calor, por lo que es el proceso de pasteurización o de esterilización lo que permite que los alimentos se conserven, sin necesidad de químicos.

Además del alimento contenido, se utilizan agentes naturales como sal, azúcar, especias, ácidos naturales, almidones, vinagre y aceite que cumplen como saborizantes y, a su vez, como conservadores naturales, agrega.

La sal o el azúcar agregadas a los alimentos enlatados no son excesivas, dice, ya que contienen solamente las cantidades recomendadas en la ingesta diaria de una persona sana, según los estándares mundiales.

"Los alimentos enlatados no pierden sus propiedades nutrimentales. Conservan sus lípidos, carbohidratos y proteínas, además de vitaminas y minerales. Es más, incluso, aumentan la biodisponibilidad de algunos nutrimentos importantes", comenta.

Yazmín Hernández, responsable de Investigación y Desarrollo de Conservas La Costeña, asegura que no existe a la fecha ningún caso o estudio que compruebe que los alimentos enlatados producen cáncer. Respecto a que contienen plomo, explica que por el recubrimiento de barniz interno, los alimentos enlatados no entran en contacto con el metal, por lo que la posibilidad de que se contaminen por ese material es prácticamente nula.

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Una lata cerrada es un recipiente hermético y estéril, ya que durante su proceso de enlatado se sometió a un proceso térmico, asegura, por lo que la creencia de que cuando un enlatado se abre hay que retirarlo inmediatamente de la lata porque puede producir intoxicación o envenenamiento es érronea.

Cuestionadas sobre tras enfermedades que se atribuyen a los enlatados, las especialistas aclaran que algunas enfermedades por bacterias son producto de alimentos mal enlatados o mal almacenados, por lo que es importante lavar las tapas de todos los envases que se consumen.

Una vez abierto el alimento enlatado, dicen, se puede conservar en refrigeración dentro de su envase original por tres o cuatro días sin ningún riesgo, como cualquier otro alimento cocinado en casa o en otro empaque.

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