México lejos de ser potencia mundial
La encuesta Altos Ejecutivos en 2010-México Business Summit, realizada por la consultora Accenture a empresarios en la cumbre de negocios 2010, reveló que 56% de ellos no creen que el país pueda figurar como una de las primeras potencias económicas en 2020.
Entre las limitantes que los empresarios encuentran para el crecimiento de las empresas mexicanas destacan la falta de reformas estructurales, de acceso al financiamiento, la burocracia, la carencia de habilidades para atraer y mantener al talento, la insuficiente infraestructura y las cargas fiscales.
De estos empresarios, 75% opinaron que México debe aprender de los países asiáticos para incrementar su competitividad.
"Los ejecutivos concuerdan en que Brasil y los principales países de Asia se han abocado firmemente y con mucho éxito a desarrollar estrategias de largo plazo", muestra la encuesta.
Entre las estrategias que debe seguir México para ser más competitivo, 60% de los industriales dice que el gobierno debe involucrarse más en las políticas industriales y comerciales a nivel federal, estatal y municipal.
La mayoría de los encuestados señalaron que México no está capitalizando su posición geográfica (68%) y que es en este terreno donde se puede posicionar como un país líder a nivel mundial.
Más de la mitad de los encuestados (64%) destacó la necesidad de mejorar en la gestión fronteriza, el incremento de colaboración con gobiernos, el fortalecimiento de la seguridad a través de una cadena de transporte y logística y en los esfuerzos para reducir la burocracia y corrupción, así como el desarrollo de otros mercados de exportación más allá de Estados Unidos (EU).
En materia de seguridad, 80% de los encuestados coincidieron en que debe darse una prioridad inmediata a atender el incremento de violencia, principalmente en el norte y noreste del país.
Los encuestados a su vez resaltaron que si bien, el tema de la seguridad es prioritario, debe medirse también en sus dimensiones corporativas en comparación con otros países de la región.
"La presencia de violencia no puede ser utilizada como excusa para evitar la toma de decisiones económicas y políticas para avanzar en el desarrollo", establece el documento.
