Sal: amiga de industria enemiga de salud
Cerca de 80% del sodio que se ingiere proviene de los alimentos industrializados. El sodio es utilizado por la industria de alimentos y bebidas como conservador, saborizantes e incluso para evitar pérdidas en el peso de los productos cárnicos, pero su consumo en exceso puede llegar a provocar hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica y daño en el epitelio venoso y arterial.
Ricardo Correa Rotter, presidente de la Asociación Latinoamericana de Hipertensión y Nefrología, comentó que actualmente se está realizando un estudio denominado Salmex, cuyo objetivo es tener una muestra representativa (30% de la población) del consumo de sal en el Distrito Federal. Resultados preliminares, muestran que el consumo diario promedio de sal de los capitalinos es de nueve gramos, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son cinco gramos.
La población mexicana debe reducir a la mitad el consumo diario de sodio, lo cual es un reto para la industria alimentaria en tanto que implica realizar inversiones en elaboración de prototipos para desarrollar ingredientes alternativos, pruebas piloto, estudios entre los consumidores y modificación del etiquetado de los alimentos.
La tarea no es fácil. Reino Unido, por ejemplo, tardó seis años para bajar dos gramos el consumo de sal de su población. Para lograrlo tuvo que cambiar políticas de salud, concientizar a la población mediante campañas publicitarias y adoptar medidas de reducción de sodio y de etiquetado en alimentos y bebidas industrializados, explicó Correa Rotter.
Precisó que los alimentos procesados en el país europeo actualmente tienen entre 20 y 30% menos sal. Para muestra, un ejemplo. Una hamburguesa tipo McDonald's tiene 1,140 miligramos de sal en Estados Unidos y 740 miligramos en Reino Unido. La reducción en el consumo de sodio, representó para Reino Unido la prevención de 6,000 muertes anuales, en los últimos seis años.
