IPN desarrolla producto anticólicos
Cuatro de cada 10 mujeres en México sufren fuertes malestares a causa de los cólicos menstruales, como mareos, dolor abdominal, nauseas, vómitos y fiebre, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Una alternativa diferente para disminuir los cólicos antes y durante el período menstrual es el tratamiento tópico Bye-col, diseñado por alumnos de séptimo semestre de la Unidad Profesional Interdisciplinaria (UPIBI) del I nstituto Politécnico Nacional (IPN) de Biotecnología
Este producto tiene un valor agregado, al ser en gel funciona bien para las mujeres que padecen gastritis "y no quieren lastimar su estómago con medicamentos que pueden resultar agresivos, como naproxeno, ibuprofeno o diclofenaco", explican los creadores del tratamiento, Liliana López Torres y Miguel García Zúñiga, de las carreras de Ingeniería en Biotecnología y en Farmacéutica, respectivamente.
Los politécnicos encontraron en las mujeres un nicho interesante, pues 50% de las mexicanas en edad reproductiva presentan dismenorrea, caracterizada por dolor abdominal o pélvico intenso, indica un comunicado de la UPIBI.
"Lo más caro para una empresa de base tecnológica es la investigación y nosotros hemos aprovechado los miles de artículos que han generado institutos y universidades en todo el mundo, porque es una información libre, y a partir de ello se generó el prototipo de esta tecnología aplicada a la medicina", señalan los creadores del gel.
Con el desarrollo de este proyecto, los politécnicos recibieron el Premio a la Innovación Emprendedora, organizado por el IPN y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICyTDF). El estímulo en efectivo que recibieron les sirvió para impulsar su empresa Maidyk Pharm, que está en la última fase de incubación en esta institución académica. También ofertan otros productos, como Kirsha, un protector solar que ayuda en casos de paño y acné, así como Bye-pax, tratamiento en cápsulas para reducir peso.
Liliana López y Miguel García mencionan que los productos que ofrecen han pasado por pruebas microbiológicas y de estabilidad, que comprueban su efectividad. Para obtener alguno de los tratamientos, los emprendedores tienen un centro de operación en el Estado de México, donde brindan consultas y realizan pruebas de monitoreo clínico. Para este año planean la construcción de una pequeña planta de producción en Atizapán de Zaragoza.
