Cómo administrar tus finanzas si eres freelance
Ser tu propio jefe implica más costos, responsabilidades y disciplina que trabajar para una empresa, aseguran expertos. La libertad de tener horarios flexibles, elegir los proyectos en los que quieres participar y trabajar desde donde te sientas más cómodo son ventajas que solo puedes adquirir como freelance.
“Cuando eres un trabajador por honorarios o freelance necesitas tener más estructura y automotivación”, dijo la autora de Apuntes de una oveja freelancera, Sonia Sánchez-Escuer.
Si eres empleado, la misma organización pone sus reglas, códigos y horarios. Pero cuando trabajas por tu cuenta, el entusiasmo, energía y ganas debe venir de ti mismo.
“Para ser freelancee se requiere de un nivel de proactividad más allá del que tiene un asalariado, porque los resultados y las ventas de tus servicios dependerán de qué tan buen jefe eres”, aseguró la autora del libro Pequeño Cerdo Capitalista, Sofía Macías.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria hasta abril había 3.8 millones de personas físicas trabajando por honorarios o con actividad empresarial de más de 48.5 millones de contribuyentes.
Si estás pensando en dejar de ser asalariado, aquí te presentamos el costo de la libertad:
1. Gastos personales Vs gastos del negocio
Trabajar por tu cuenta implica preparar un espacio (rentado o en tu casa) para ofrecer tus servicios y trabajar en tus proyectos, deberás invertir en insumos, equipo de computo y papelería.
Para administrar mejor estos gastos separa en dos cuentas bancarias tus ingresos : en una concentra los ingresos que vienen de tu actividad económica (pago de clientes) y en otra cuenta lo que representa tu sueldo.
“Con la primera tarjeta paga los gastos fijos del negocio como renta, servicios y proveedores, e insumos. Y con la segunda paga tus gastos personales”, recomendó Sonia Sanchez- Escuer.
2. Aprende a cobrar
Organiza los días en que enviarás facturas a tus clientes para que sepan qué días tienen que pagarte y no estés esperando de 30 a 90 días para cobrar por tu trabajo.
“Siempre pide un anticipo del 50% aproximadamente por si debes comprar insumos y asegurar el pago completo”, dijo Sánchez-Escuer.
Realiza contratos por escrito y haz que te firmen cotizaciones para que puedas protegerte al momento de entregar un trabajo o cobrar por él, agregó Sofía Macías.
3. Impuestos y deducciones
Las personas físicas por honorarios tienen la oportunidad de hacer dos tipos de deducciones, las que tienen que ver con su actividad económica y las personales, dijo el contador y catedrático de la Universidad Anáhuac México Sur, Joel Álvarez.
Según la Ley del ISR puedes deducir el costo del mobiliario, automóvil y computadoras. Además de las deducciones personales como honorarios médicos, aportaciones a los planes de retiro e intereses hipotecarios que no podrán superar el 10% de tus ingresos anuales.
4. Crea un fondo de emergencias
Prevé tiempos de “vacas flacas y vacas gordas” y genera un ahorro de entre 6 meses y 1 año para hacer frente a la falta de ventas o proyectos, recomendó Sánchez-Escuer. “Éste será la diferencia entre seguir operando o regresar a ser asalariado”, dijo.
5. Seguridad social
Para cuidar de tu salud tienes dos opciones: afiliarte al IMSS a través de Régimen de Incorporación Voluntaria al Régimen Obligatorio del Seguro Social con una cuota anual de 7,868 pesos o contratar un seguro de gastos médicos mayores.
Si optas por el primer esquema tendrás acceso a asistencia médica, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria, pensión de invalidez y/o viudez o vejez y orfandad. Por el contrario, si cuentas con un seguro de gastos médicos, éste puede ser deducible de impuestos pero puedes personalizarlo.
6. Ahorra para retiro y vacaciones
Identifica qué etapas del año son las más bajas de ventas y planea en esa temporada tus vacaciones sin comprometer ningún proyecto. “Generalmente es a principios de año, porque todos arrancan lento”, dijo Sonia Sánchez-Escuer. De las utilidades mensuales que generes, destina una parte proporcional al ahorro para tus vacaciones.
7. Pon orden en tu horario
Trabajar por tu cuenta podría convertirte erróneamente en un empelado 24/7. Establece horarios para revisar correos, atender llamadas y ofrecer tus servicios. De lo contrario no rendirás ni física ni mentalmente, dijo Sonia Sánchez-Escuer.