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Honduras arremete contra el presidente de Ecuador por caso Tamaulipas

El canciller hondureño criticó la revelación del presidente ecuatoriano, de que un hondureño también sobrevivió a la masacre en México
mié 01 septiembre 2010 03:16 PM
Una joven llora sobre el féretro de uno de los inmigrantes muertos en Tamaulipas
efe-honduras-tamaulipas Una joven llora sobre el féretro de uno de los inmigrantes muertos en Tamaulipas

El canciller de Honduras, Mario Canahuati, calificó de irresponsable al presidente de Ecuador, Rafael Correa, por haber revelado que un migrante hondureño sobrevivió a la matanza de 72 personas en Tamaulipas, estado del noreste de México.

La polémica generada por las declaraciones del presidente Correa coinciden con el arribo de los cuerpos de los hondureños asesinados en el rancho San Fernando y que fueron identificados por las autoridades.

Familiares de los fallecidos se reunieron para recibir los restos, mientras el canciller Canahuati respondía a la declaración del mandatario de Ecuador.

“Lamentamos la irresponsabilidad con que esta noticia salió al aire, particularmente porque un alto dignatario debería de darse cuenta cuándo debe hablar, cuándo debe ser prudente y cuándo sus palabras ponen en riesgo la vida de las personas”, declaró Canahuati a periodistas.

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La noche del martes, Correa dio a conocer que un hondureño era el segundo sobreviviente de la masacre en Tamaulipas .

El primero fue un ciudadano ecuatoriano que supuestamente escapó de un grupo de delincuentes y reveló a la Marina mexicana la ubicación de los cadáveres. El ecuatoriano rechazó la visa humanitaria ofrecida por México y regresó a su país.

El hondureño, en tanto, está en México bajo protección de la Procuraduría General de la República (PGR) en calidad de testigo, de acuerdo con un comunicado emitido este miércoles por la PGR y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Los cadáveres, entre los que hay decenas de migrantes indocumentados de origen latinoamericano, fueron descubiertos por marinos mexicanos la noche del 24 de agosto, en un rancho del municipio de San Fernando.

El gobierno mexicano atribuye el hecho, condenado por gobiernos y organismos internacionales , a grupos del crimen organizado que extorsionan y secuestran migrantes para obtener recursos.

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