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Otras masacres impulsaron cambios en las leyes de armas en otros países

Distintos tiroteos masivos alrededor del mundo han endurecido las leyes locales sobre la posesión de armas
lun 17 diciembre 2012 12:57 PM

Las impactantes escenas de este viernes en la Escuela Primaria Sandy Hook han añadido otro nombre a la lista lugares que han quedado marcados por la tragedia.

Comunidades como Aurora, Columbine y Newtown, todas en Estados Unidos, se han encontrado en los primeros planos de un muy sensible debate sobre el derecho a portar armas, lo cual es algo que está consagrado en la Constitución del país. 

Mientras que algunos consideran la muerte de 20 niños como prueba de que es necesaria una reforma radical en materia de control de armas en EU, otros creen que la solución al problema de la violencia con armas no se logra con una mejor regulación, sino con más armas. El resultado es que, con frecuencia, EU lucha por encontrar una voz común que satisfaga a aquellos que se oponen totalmente a las armas y a aquellos que creen esencialmente en su derecho a la legítima defensa.

Sin embargo, la violencia armada no es un problema exclusivamente estadounidense. Desde Escocia hasta Tazmania, comunidades no muy distintas a Newtown han experimentado los mismos indecibles horrores. Pero, en algunos casos, esas masacres han sido un catalizador de importantes cambios en las leyes de control de armas. Echamos un vistazo a algunos de esos cambios y sus efectos:

Gran Bretaña

A pesar de la relativamente limitada posesión y disponibilidad de armas, Gran Bretaña ha experimentado varios tiroteos masivos en los últimos 25 años.

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El 19 de agosto de 1987, Michael Ryan, de 27 años, emprendió un sangriento tiroteo durante varias horas en el poblado de Hungerford, Berkshire, en el sur de Inglaterra, con una pistola, una granada de mano y un rifle automático. Asesinó a 16 personas e hirió a más de una decena antes de que se suicidara tras ser localizado en un edificio universitario del poblado.

A raíz de la masacre de Hungerford, Gran Bretaña introdujo una nueva legislación, la (Enmienda a la) Ley de Armas de Fuego de 1988, haciendo obligatorio el registro de poseer escopetas y prohibiendo las armas semiautomáticas y las armas con mecanismos de corredera, un sistema de detonación de armas por presión de aire. 

Nueve años después, el 13 de marzo de 1996, Thomas Hamilton, de 43 años, irrumpió en una escuela en el pintoresco poblado de Dunblane, en la parte central de Escocia, y se aventuró en un terrible tiroteo que provocó la muerte de 16 niños de entre cinco y seis años, además de su profesor. El exjefe de los boys scouts se disparó con una de las cuatro pistolas que portaba.

Al año siguiente, se aprobó una nueva legislación, la (Enmienda a la) Ley de Armas de Fuego (No.2) de 1997, que prohibió la posesión privada de todas las pistolas. Esto vino después de una exitosa campaña pública en los meses que siguieron a los hechos de Dunblane. La campaña incluyó una petición con casi 750,000 firmas, misma que fue entregada al gobierno, según reportes de los medios británicos.

Gran Bretaña se vio sacudida por otra masacre en junio de 2010, cuando un pistolero solitario, de nombre Derrick Byrd, asesinó a 12 personas e hirió a otros casi 30 después de un tiroteo que duró cerca de cuatro horas en la zona rural de Cumbria, en el norte de Inglaterra. Después de una gran persecución, el cuerpo del taxista de 52 años fue encontrado junto a dos rifles de alto poder, uno de ellos equipado con una mira telescópica. Se había suicidado. 

La tragedia volvió a poner en duda la eficacia de las leyes de armas en Gran Bretaña, después de que se diera a conocer que Byrd tenía licencia para portar armas de fuego. El proceso de solicitud de licencia en Gran Bretaña implica ser investigado por la policía, así como por el médico de quien la solicita con el fin de evaluar su aptitud para poseer un arma.

Finlandia

Finlandia goza de una fuerte tradición de cacería y cuenta con una alta proporción de población que posee armas, con 1.5 millones de personas con armas de fuego en un país de más de cinco millones de habitantes, según cifras del gobierno.

El control de armas también ha sido más laxo en este lugar. Hasta hace poco, cualquier persona mayor de 15 años podía solicitar una licencia de armas siempre y cuando presentaran una razón válida para tenerla, como la membresía de un club de armas.

Aunque los delitos con armas son raros, el país ha padecido dos incidentes de grandes proporciones en escuelas en los últimos años.

El 7 de noviembre de 2007, un adolescente abrió fuego con un revólver en su preparatoria, en el poblado de Tuusula, en el sur de Finlandia, matando a ocho personas. Después se quitó la vida con la pistola.

La policía dijo que todas las víctimas de Pekka-Eric Auvinen, de 18 años, presentaban múltiples heridas por arma de fuego, la mayoría en la parte superior del cuerpo y en la cabeza. Unos 69 cartuchos y más de 20 balas sin utilizar fueron encontrados en la escena del crimen.

Auvinen, quien no poseía historial delictivo, obtuvo una licencia para el arma el mes anterior a los hechos y con regularidad practicaba el tiro como afición en un campo local, dijo la policía.

Las autoridades dijeron que Auvinen, a quien la policía después describió como una persona solitaria y antisocial, había publicado una serie de videos en YouTube en los que se mostraban armas, algunas dando a entender la propia masacre de la Preparatoria Jokela.

Al año siguiente, el 23 de septiembre, el país quedó paralizado por la noticia de otro tiroteo masivo. Durante 90 minutos, 10 personas murieron cuando Matti Juhani Saari, quien portaba un pasamontañas y traje militar negro, disparó en un plantel de la Escuela de Hospitalidad, en la ciudad de Kauhajoki, al suroeste de Finlandia.

El hombre de 22 años moriría después en un hospital por una herida de arma de fuego en la cabeza que él mismo se hizo. De manera escalofriante, la policía dio a conocer que Saari había sido interrogado días antes del tiroteo por un video publicado en internet, el cual se mostraba accionando un arma, aunque no tomaron acciones en su contra debido a que tenía licencia y no había infringido la ley.

A raíz de los tiroteos, el gobierno de Finlandia emitió nuevas directrices sobre el uso de armas de fuego, en especial sobre revólveres y pistolas. Ahora se le pide a los nuevos solicitantes de licencias de armas de fuego que muestren que han sido durante un año miembros activos de un club de armas y son investigados por su médico y por la policía.

La edad mínima para adquirir licencias de armas de cañón corto se ha incrementado a 20 años, mientras que la edad mínima para rifles de cacería es de 18 años. Ahora se permiten permisos por un periodo de cinco años antes de ser revisados.

Australia

En uno de sus primeros actos como líder, el primer ministro John Howard dio a conocer importantes reformas a la legislación de control de armas de Australia, 12 días después de que 35 personas murieran a manos de un pistolero solitario que portaba un rifle semiautomático estilo militar en un popular centro turístico en Tazmania el 28 de abril de 1996.

En el ambiente de repulsión generalizado en contra de lo que pasaría a ser conocida como la masacre de Porth Arthur, la propuesta de controles de armas más estrictos fue encabezado por Howard, quien había asumido el cargo sólo siete semanas antes y quien, en las primeras horas después de la tragedia, declaró encontrarse horrorizado “por este acto estremecedor y absurdo”.

Llevó su campaña antiarmas por todo el país y en una ocasión asistió a un mitin a favor de las armas con un chaleco a prueba de balas. También supervisó un exitoso sistema de reventa de armas, que sacó de circulación cerca de 650,000 armas.

Los ocho estados y territorios de Australia respaldaron la legislación que abordaba la cuestión de los tiroteos masivos: se prohibieron los rifles de alto calibre y las escopetas; se hicieron más severas las entregas de licencias y fueron registradas las armas de fuego restantes para homologar los estándares nacionales, logro considerado por muchos en el país como un legado duradero de Howard.

Australia ha sido comparado con Estados Unidos por su “mentalidad fronteriza”. A diferencia de EU, no existe un derecho constitucional a portar armas, la posesión de armas es mucho menor y la cultura de las armas estilo estadounidense se ha afianzado en sólo unos pocos sectores de la sociedad australiana, sobre todo entre bandas delictivas que operan en las dos ciudades más grandes: Sydney y Melbourne.

Noruega

El 22 de julio de 2011, permanecerá en la memoria de todos los noruegos tras la matanza que ocurrió ese día.

Tras detonar una bomba afuera de la oficina del primer ministro en Oslo , provocando ocho muertos, Anders Behring Breivik tomó un ferry a la Isla de Utoya y se aventuró en un tiroteo de enormes proporciones que quitó la vida a 69 personas que habían acudido a un campamento juvenil.

Las autoridades dijeron que Breivik merodeaba por la isla disparando a los campistas, antes de que integrantes de una unidad policial de élite noruega lo detuviera.

En agosto de este año, Breivik, quien se jactaba de ser un ultranacionalista que mató a sus víctimas para combatir el multiculturalismo en Noruega, fue considerado como una persona cuerda en ese momento y condenado a 21 años de cárcel tras ser acusado de homicidio voluntario y cometer actos de terrorismo.

Un informe independiente de la peor atrocidad ocurrida en territorio noruego desde la Segunda Guerra Mundial culpó a una serie de fallas de inteligencia y de planificación por retrasar la llegada de la policía a la isla 30 minutos.

A pesar de que está regulada de manera estricta, la posesión y el tipo de municiones permitidas para el uso, el informe también calificó como “inadecuados” los controles de armas noruegos. Pidió la prohibición total de las armas semiautomáticas como las que Breivik compró con relativa facilidad.

Al igual que Finlandia, Noruega tiene un gran número de armas en circulación debido a que la cacería es un pasatiempo nacional. Según la Encuesta de Armas Pequeñas 2007: Pistolas y la Ciudad, existen casi 32 armas de fuego por cada 100 personas en Noruega, frente a las 88.82 por cada 100 habitantes en Estados Unidos.

Richard Allen Greene, de CNN, y el periodista Geoff Hiscock contribuyeron a este reporte.

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