El gobierno de Ucrania retoma las ciudades de Slovyansk y Kramatorsk
Las fuerzas de seguridad de Ucrania han despejado la ciudad oriental de Slovyansk de separatistas prorrusos y han izado la bandera de Ucrania sobre la ciudad, dijo la oficina del presidente de Petro Poroshenko este sábado en un comunicado.
La ciudad había sido un bastión de los separatistas.
Fuerzas ucranianas también han despejado la ciudad oriental de Kramatorsk, dijo el comunicado.
Recuperar Slovyansk era muy difícil, ya que los militantes se escondieron dentro de los edificios residenciales y otras instalaciones donde los civiles se encuentran, según Andriy Lysenko, un portavoz de la Defensa Nacional de Ucrania y el Consejo de Seguridad.
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El ministro del Interior Arsen Avakov dijo que la mayoría de los militantes se han ido.
"Están corriendo. Esta mañana la inteligencia sugirió que (el líder militante separatista Igor) Girkin y un número importante de combatientes han huido de Slovyansk... Algunos permanecen. El resto va a Gorlovka", escribió.
Pavel Gubarev, líder de los militantes, confirmó que Igor Girkin ha huido de Slovyansk con muchos otros líderes hacia la principal ciudad de Donetsk. Los separatistas se comprometieron a continuar su lucha.
Los informes se producen días después de que las fuerzas ucranianas comenzaron loperaciones militares en el este del país, marcando un final definitivo al alto al fuego unilateral que duró 10 días.
El vocero del Parlamento de Ucrania, Oleksandr Turchynov, dijo a los legisladores que la "operación antiterrorista" del gobierno contra los separatistas prorrusos ha sido "renovada".
Las fuerzas armadas de Ucrania han estado atacando "bases terroristas", dijeron las autoridades.
Poroshenko dijo que su país no renovará el alto el fuego con los separatistas, y en su lugar instó a "atacar y liberar a nuestra tierra".
Rusia y Ucrania han estado enfrentados desde finales del año pasado, cuando el expresidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, se negó a firmar un acuerdo de cooperación con la Unión Europea, lo que desató protestas en todo el país.
Las protestas llevaron a la destitución de Yanukovich, la anexión de Crimea por Rusia y una rebelión separatista prorrusa.
