Agresiones y racismo manchan Olimpiadas de Río 2016
Cansados de ataques racistas e insultos, muchas veces por parte de sus propios compatriotas, los atletas brasileños de los Juegos Olímpicos contraatacan.
"Esta medalla es para todos los que dijeron que tenía que estar en una jaula", dijo el lunes con lágrimas en los ojos y la presea de oro al cuello la judoka Rafaela Silva, de 24 años y oriunda de la favela Ciudad de Dios, instantes después de ganar el oro en la categoría de los 57 kilogramos.
"Puedo servir de ejemplo para los niños de la comunidad. Porque si eres negra, ya eres mal vista en la calle. Si pasas por la calle, la persona ya aparta su cartera lejos de ti" porque piensa que le vas a robar, dijo Silva, descalificada en Londres 2012 por un golpe ilegal y entonces víctima de una ola de ataques racistas en las redes sociales.
Un 52% de los 204 millones de brasileños son negros o mulatos, y sufren los resabios de la esclavitud hasta el día de hoy. La mayoría son pobres y carecen de una educación de calidad. Los jóvenes afrodescendientes son también las principales víctimas de muertes violentas en el país.
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La hinchada brasileña suele ser dura. Muchos futbolistas reciben insultos racistas en el campo de juego o por internet, incluso de parte de los amantes de su propio club si su desempeño no es satisfactorio.
En los estadios olímpicos de Río 2016, las gradas son mayoritariamente blancas. Los afrodescendientes son los limpiadores, los agentes de seguridad o los propios atletas.
La lucha de Rafaela
Tras su descalificación en Londres, Rafaela se sentía tan mal que "pasó tres meses sin hacer judo", dijo su padre a la AFP en la puerta de su casa en la Ciudad de Dios. "Se quedaba en casa, siempre acostada".
"No fue la derrota lo que la afectó. Fue el racismo. Fueron los comentarios racistas que la gente colgó lo que la hirió", explicó. "Tenía miedo de mirar su computadora en caso de encontrarse con cosas aún peores escritas sobre ella".
Pero tras conseguir el oro, Silva se ha lanzado a una nueva batalla: combatir el racismo con el arma de su nueva popularidad.
"El mono salió de la jaula en Londres y fue campeón en Rio de Janeiro", insistió Silva el miércoles en una conferencia de prensa sobre igualdad racial y combate al racismo, en un auditorio repleto a reventar.
Silva lamentó que cuando salen notas en la prensa brasileña sobre personas de color generalmente hablan "sobre un negro asaltando a alguien... Ahora no es un negro que está asaltando sino dando alegría al pueblo brasileño. Quiero mostrar que tenemos cosas buenas y no solo malas y por eso estoy aquí", dijo.
El gobierno ha preparado una cartilla bilingüe titulada "Olimpiadas sin racismo" para distribuir en los complejos olímpicos de Río.
"Quiero al pueblo negro en el mando de este país. Quiero ver negros diputados, senadores, gobernadores, médicos, ingenieros, jueces, ministros de Estado", dijo en la misma conferencia Luislinda Valois, la primera jueza afrobrasileña del país y hoy secretaria de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial del gobierno interino de Michel Temer.
La cartilla explica que el racismo es un crimen, da pistas para identificarlo e indica qué hacer en caso de ser víctima de racismo o injuria racial.
Agresiones en redes sociales
La nadadora brasileña Joanna Maranhao fue atacada duramente el martes en las redes sociales después de perder en los 200 metros mariposa y quedar eliminada de los Juegos.
"No es posible que alguien te desee que te violen o que mueras. No tienen por qué quererme, pero es necesario tener respeto", dijo la nadadora el martes, llorando tras su derrota.
Maranhao no es de ascendencia africana, pero fue atacada por ser originaria de Recife, en el empobrecido noreste del país, un terrotorio de mayoría racial de origen africano, así como su filiación de izquierda.
"Brasil es un país machista, un país racista, un país homofóbico, un país xenófobo. No estoy generalizando pero hay personas así, infelizmente", dijo Maranhao.
La atleta anunció en su Twitter que la semana próxima su abogado presentará denuncias contra quienes la agredieron y con el dinero que obtenga ayudará a la ONG Infancia Libre, que lucha contra la pedofilia.
"A todos los perfiles verdaderos que vinieron hasta aquí a denigrar, ofender e insultar: ¡Muchas gracias! (...) El odio de ustedes será revertido para una buena causa", dijo.