Un miembro de COI seguirá en prisión por reventa ilegal de boletos
Patrick Hickey, miembro irlandés del COI, fue dado de alta en el hospital donde se encontraba ingresado y luego trasladado a una prisión de Río de Janeiro por su supuesta participación en la venta ilegal de entradas para los Juegos Olímpicos.
La Secretaría de Administración Penitenciaria de Brasil confirmó al portal de noticias G1 que Hickey fue transferido a la cárcel de Bangú, en las afueras de la ciudad.
La Justicia brasileña había ordenado la prisión del dirigente por su presunta vinculación con la red de venta ilegal de boletos de cortesía, con lo que las autoridades asestaron un nuevo golpe a la llamada "mafia de las entradas".
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Durante su detención, el pasado miércoles, Hickey, de 71 años, sufrió una descompensación y fue traslado a un hospital de Río del que salió la noche del jueves.
Tras el escándalo, Hickey ha renunciado temporalmente a su cargo del Consejo Olímpico Irlandés y del resto de sus funciones olímpicas como miembro del COI, como presidente de los Comités Olímpicos Europeos y vicepresidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales.
Según la policía brasileña, el Comité Olímpico de Irlanda contrató a la empresa Pro 10 para vender entradas de cortesía en Brasil y los boletos fueron transferidos luego a la firma THG, cuyo director, Kevin James Mallon, fue detenido a comienzos de agosto en un hotel en el que fueron decomisados cerca de 1,000 boletos.
La empresa, de acuerdo con la policía, vendía entradas con precios hasta cinco veces por encima de lo normal. Su principal negocio eran las entradas para la ceremonia inaugural, por las que llegó a pedir hasta 8,000 dólares, y para la clausura, que planeaba vender a 15,000 dólares.