Trabajar en Londres será solo un sueño si prospera la iniciativa de Theresa May
¿Quieres pasar un año o dos trabajando en Londres? Sigue soñando. Eso está a punto de volverse mucho más difícil.
La primera ministra británica, Theresa May, planea duplicar el impuesto que las empresas deben pagar si contratan a trabajadores de Estados Unidos y otros países fuera de la Unión Europea.
El compromiso es parte de un programa presentado por el partido al que pertenece, el Partido Conservador, este jueves. El partido tiene una enorme ventaja en las encuestas sobre el Partido Laborista de la oposición, y se espera que gane las elecciones del 8 de junio por un gran margen.
Si May gana, planea aumentar el cobro anual de 1,000 libras (unos 1,300 dólares) a 2,000 libras (2,600 dólares) por trabajador.
Al impedir el reclutamiento de países ajenos a la Unión Europea, May espera reducir la migración neta, es decir, el número de inmigrantes a Reino Unido -menos el número de personas que se van- a menos de 100,000. Esa cifra se situó en 273,000 el año pasado.
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Los empleadores y los grupos de presión empresarial están preocupados.
“Un cambio así haría más difícil para las compañías atraer el talento global que necesitan”, dijo Jeffries Briginshaw, presidente ejecutivo de British American Business.
El desempleo en Reino Unido está en el nivel más bajo de lo que ha estado en más de 40 años, y muchos sectores, incluyendo el hotelero, la atención de salud, la tecnología y la construcción, están luchando por encontrar personal. Dicen que necesitan traer trabajadores del extranjero.
La Cámara de Comercio británica dijo que el enfoque del Partido Conservador en materia de inmigración “preocuparía a las empresas de todos los tamaños, sectores, regiones y naciones”.
Los cobros más altos serían particularmente preocupantes para el servicio público de atención médica de Gran Bretaña, el NHS.
El NHS se esfuerza por encontrar suficiente personal y emplea a 74,000 inmigrantes no pertenecientes a la Unión Europea, según datos del parlamento de Reino Unido.
La British Medical Association, que representa a médicos y estudiantes de medicina, dijo que la propuesta costaría 7 millones de libras esterlinas al año, dinero que según el NHS, necesita gastar desesperadamente en otras cosas.
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“Es totalmente inaceptable que los conservadores prometan lo que en realidad es un perjuicio, por tratar de llenar la escasez de personal y mantener la atención de los pacientes”, dijo el BMA en un comunicado.
La industria de la tecnología también está sonando las campanas de alarma.
“Con la escasez doméstica cada vez más pronunciada en roles tecnológicos clave, esta medida es otra barrera para que las compañías que están escalando accedan al talento que necesitan para crecer”, dijo Antony Walker, vicepresidente ejecutivo de techUK.
El mes pasado, el gobierno de May comenzó a cobrar a las compañías que contratan a migrantes no pertenecientes a la Unión Europea.
Dice que las empresas que traen trabajadores extranjeros deben contribuir a la formación de los trabajadores británicos, de manera que también puedan acceder a puestos de trabajo calificados.
“La inmigración calificada no debería ser una forma de que el gobierno o los negocios eviten sus obligaciones de mejorar las habilidades de la fuerza de trabajo británica”, dijo el Partido Conservador en su manifiesto, publicado este jueves.
