Ajijic, la California mexicana
Si los mexicanos van a California en busca de trabajo, los estadounidenses vienen a este pueblo en busca de descanso. Es aquí donde se asienta la comunidad más grande de estadounidenses fuera de su país, que llegan huyendo de los gélidos inviernos del norte
En viajes de aventura o por casualidad, decenas de extranjeros descubrieron en México, a principios del siglo pasado, una región que no sólo ofrecía tranquilidad y buen clima, sino mayor valor por sus dólares.
Es un poblado que apenas llega a los 10,000 habitantes, localizado al pie del lago de Chapala -el vaso lacustre más grande de México, con 114,000 hectáreas-, con un clima promedio de 19 grados centígrados y la calma que todavía prevalece en algunos pueblos mexicanos.
Se llama Ajijic, pertenece al municipio de Chapala, en el occidental estado de Jalisco, y al recorrer sus calles, salen al paso vehículos con placas de los estados más conocidos y también de los más remotos de Estados Unidos (EU), letreros bilingües y decenas de personas rubias, de ojos azules o verdes.
Aunque no hay cifras oficiales, los mismo lugareños estima que en Ajijic viven permanentemente alrededor de 20,000 extranjeros (ex-pats), la mitad de ellos procedentes de EU; el resto son de Canadá, aunque también hay algunos europeos y asiáticos.
La mayoría son pensionados que decidieron pasar el resto de su vida en esta zona, pero también hay una comunidad en edad productiva, principalmente artistas.
El clima, su cercanía a un aeropuerto internacional (15 minutos) y a Guadalajara (45 minutos), capital del estado, además de la seguridad con la que aún se vive aquí, son los principales atractivos para vivir en México, según lo refieren ellos mismos.
El consulado de EU en Guadalajara lanzó a mediados de este año, un par de alertas invitando a sus connacionales a reforzar sus mediadas de seguridad, ante la creciente presencia en el país de bandas del narcotráfico. Pero los ex-pats con los que platicó CNNMéxico dicen que se sienten seguros y algunos mostraron su inconformidad con estas alertas que "pueden dar una imagen equivocada del país".
Chapalenses por elección
Kenn Brown y Chris Wren son una pareja gay originaria de Vancouver, Canadá; tienen menos de 40 años de edad y ambos son artistas dedicados a la ilustración. Desde su amplia casa de jardines y madera, dirigen su empresa.
Chris estudió biología molecular, pero se ha dedicado a la pintura e ilustración desde hace al menos 20 años. Trabajó en la industria fílmica de los estudios Walt Disney; Hinton Animation y Cinar Montreal entre otros.
Kenn por su parte, es graduado en arte y diseño por el Ontario College. Es diseñador e ilustrador gráfico y ha colaborado para revistas como National Geographic, Popular Science, Wired Magazine, Focus Italy, Rolling Stone y Scientific American, entre otras.
Con la primera taza de café de la mañana, ambos cuentan lo entusiasmados que están de vivir en Ajijic, redescubierto por Chris luego de haber pasado algunas vacaciones de su infancia.
Están en plena edad productiva y se sienten afortunados de poder realizar su trabajo para el mundo desde este pequeño poblado.
No lamentan haber dejado Vancouver. Como muchos, huyeron del frío. Visitan ocasionalmente bares y restaurantes de la localidad, que tiene una buena oferta gastronómica internacional o realizan reuniones en casa.
"Lo que está pasando con la inseguridad, con las drogas, está teniendo un fuerte impacto en México. Nosotros no nos sentimos amenazados especialmente por vivir aquí, en esta área, estamos en nuestros propios negocios... nos sentimos seguros", dice Chris a CNNMéxico.
Una vida no menos activa laboral y socialmente hablando lleva Michael Schaible, arquitecto neoyorquino y diseñador minimalista. Su casa en Ajijic es muestra de su trabajo, que ha sido reseñado en revistas internacionales como Architectural Digest.
"Buscaba un lugar para retirarme y soy muy afortunado de haber encontrado este lugar que me gusta por su lago, su gente y su cercanía con mi país", dice.
Schaible no oculta su molestia por la difusión de las malas noticas que circulan en torno a México.
Considera que no es el reflejo de la realidad que se vive en todo el país y aunque está consiente de la gravedad de la inseguridad en el norte de México, se siente afortunado de vivir en un lugar como este.
"Inseguridad hay en todos lados, Nueva York demostró que no era un sitio seguro después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, pero no podemos vivir asustados por siempre, yo me siento completamente seguro, en mi nueva casa y no pienso volver a mi país", afirma Schaible.
Los retirados
Los ex-pats, que ahora rondan los 70 u 80 años, son los jóvenes del EU de la post guerra con Vietnam, algunos de ellos veteranos de esta guerra; otros son hippies que predicaban y practicaban el amor al ritmo de Janis Joplin, The Beatles y Bob Dylan.
Llegaron a Ajijic para pasar en paz el resto de su vida, y participan de manera activa en los grupos de ayuda social dedicados a la niñez, la artesanía e incluso el bienestar de los animales de compañía.
A ellos se les puede ver con cierta frecuencia en el Lake Chapala Society , una asociación fundada en 1955 por un grupo de 21 extranjeros.
La asociación nació originalmente como un centro de reunión cultural y actualmente ofrece además servicios médicos, biblioteca, cine, trámites migratorios y cuenta con áreas verdes y una cafetería.
En este mismo sitio, los retirados abrieron espacios para enseñar a los niños chapalenses algún oficio como carpintería, inglés, arte o computación.
La comunidad de retirados representa, además, un mercado seguro para el sector inmobiliario, al adquirir viviendas que van de los 50,000 dólares hasta 700,000 o un millón, según el Adolfo Durán, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi), sección Chapala.
Durán explica que son claras las diferencias entre los compradores estadounidenses y los canadienses, ya que estos últimos son conservadores y estudian hasta el último detalle antes de adquirir bienes raíces.
El consulado de EU en Guadalajara estima que además de los residentes, durante la época invernal pueden llegar a vacacionar en este sitio unos 50,000 extranjeros.
La secretaría de Turismo en Jalisco reportó que el año pasado la comunidad extranjera, dejó una derrama económica en la rivera de Chapala superior a los 237 millones de pesos.
La tercera generación
Procedentes de Canadá, los padres de Michael Eager llegaron a la rivera en la década de 1970.
Un posada casi abandonada llamó su atención por el desafío que representaba: convertirla en un sitio de hospedaje atractivo.
Tuvieron que pasar sin embargo muchos años de decepciones, robos y adaptación a la cultura local antes de levantar el negocio.
La salvación fue una joven chapalense, de la que Michael se enamoró y con la que se casó.
"Los mismos trabajadores estaban robando en el negocio, hasta que mi esposa tomó las riendas, es que salimos adelante", dice Michael a CNNMéxico.
Sentado en la terraza de la Nueva Posada y ayudado por sus cinco hijos, Michael se declara un enamorado de Ajijic, se siente mexicano y no piensa volver a su país.
"Muchos de los extranjeros que llegan aquí, se enamoran del clima, del costo de la vida, pero yo que tengo casi 40 años viviendo aquí, te puedo decir que el principal atractivo de México, son los mexicanos, aquí yo me siento como en mi propia casa, nunca me he sentido forastero", relata mientras sus ojos asoman un par de lágrimas.
Un sentimiento que comparten los entrevistados, agradecidos con la recepción de este poblado y complacidos con las temperatura cálida del sitio, provocada en gran medida según los meteorólogos, por la presencia del lago.
En el lago de Chapala, originalmente se asentaron comunidades indígenas, de las cuales todavía quedan algunos poblados. Sumadas a la presencia de extranjeros, dibujan el rostro multicultural en el que se transformó esta comunidad.