'El JJ', presunto narco que había pasado desapercibido por las autoridades
La agresión al futbolista paraguayo Salvador Cabañas le valió al presunto narcotraficante José Jorge Balderas Garza, El JJ , hacerse visible ante las autoridades y convertirse en uno de los delincuentes más buscados.
Antes del 25 de enero del 2010, cuando Cabañas fue baleado en el Bar Bar de la Ciudad de México, pocas referencias tenía la Procuraduría General de la República (PGR) en expedientes sobre la operación de Balderas Garza con la organización de los Beltrán Leyva.
Una referencia la ofreció un testigo protegido a las autoridades mexicanas en diciembre del 2009, durante la indagatoria sobre una posada con músicos rancheros que el capo Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, ofreció en Cuernavaca, Morelos, una semana antes de que fuera abatido por la Armada de México en esa misma ciudad.
En su declaración, el testigo protegido confesó que Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, lugarteniente de El Barbas, llevaba varios meses operando en el Municipio de Huixquilucan, Estado de México, y que tenía como operador a un individuo que conocía sólo como El Batman.
El Batman era el responsable de Tecamachalco para el brazo de la organización que dirigía El Indio y Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, declaró el testigo.
Uno de los apodos de Balderas Garza es El Batman, pero en ese momento la Procuraduría General de la República no lo tenía ligado.
Varias semanas después del atentado al ex delantero del Club América , y una vez que su nombre completo y fotografía fueron difundidas a nivel mundial, las autoridades federales pudieron vincular al asiduo cliente del Bar Bar con la organización criminal.
Incluso una semana después de la agresión, cuando la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) envió a la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada) un desglose de la indagatoria que abrió contra Balderas Garza por la tentativa de homicidio de Cabañas, la Procuraduría General de la República anunció que el hombre sería indagado por lavado de dinero.
La base de esa indagatoria partía de que el presunto agresor de Cabañas tenía cuentas bancarias abiertas bajo distintos nombres, lo que generaba sospechas de que pudiera dedicarse al lavado de dinero.
Para entonces, según la Secretaría de Seguridad Pública, Balderas Garza tenía nueve años de llevar amistad y traficar droga con La Barbie, quien con el tiempo se convertiría en uno de los principales hombres de Beltrán Leyva.
El presunto narcotraficante de 34 años y originario de Mazatlán, Sinaloa, tenía unos tres años dirigiendo la distribución de cocaína para los Beltrán Leyva en la Ciudad de México y los municipios mexiquenses de Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza y Cuautltán Izcalli, cuando se involucró en la agresión a Cabañas.
De mantener un perfil bajo, en pocas semanas se convirtió en uno de los delincuentes más buscados a petición de la PGJDF, que solicitó la intervención de la Interpol una vez que obtuvo orden de aprehensión en su contra.
Según la Secretaría de Seguridad, tras su captura ayer, El JJ dijo que tiempo después del atentado al futbolista regresó a la operación de distribución de cocaína en el Estado de México y se asentó en Huixquilucan.
Las investigaciones tras las detenciones de Francisco José Barreto, El Contador, su escolta y quien también se encontraba en el Bar Bar, el 22 de junio, y de La Barbie, el 30 de agosto, permitieron a las autoridades obtener información sobre su paradero.
