El cardenal Posadas quería denunciar al crimen organizado
Nota del editor: Luego de publicarse esta nota, la PGR respondió a la solicitud hecha por CNNMéxico lo siguiente: "En el caso del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, sigue la investigación abierta, por tal motivo y por la secresía, no se pueden revelar datos", señaló la oficina de Comunicación Social de la dependencia en un mensaje electrónico.
¿Quién mató al cardenal? es la pregunta que -18 años después-, se mantiene respecto al asesinato de Juan Jesús Posadas Ocampo, abatido por 14 impactos de bala en el aeropuerto Internacional de Guadalajara, en el occidente del país, el 24 de mayo de 1993.
José Antonio Ortega Sánchez, el abogado que contrató el Arzobispado de Guadalajara desde el inicio de la averiguación para que los representara como parte ofendida, ofrece su versión de los hechos.
Posadas "conocía los nexos del narcotráfico boliviano-colombiano-peruano con algunos políticos mexicanos y que ahí se encontraba vinculado Raúl Salinas de Gortari", dijo en entrevista realizada este lunes.
Ortega agregó que con base en esta información, el cardenal intentó hablar con el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari y enterarlo de la situación.
"El cardenal Posadas le fue a reclamar al presidente Salinas a la oficina de Los Pinos, y fue cuando José Córdoba Montoya lo tomó de la solapa, lo cacheteó y lo sacó de la oficina, eso es lo que provoca la molestia en el gobierno federal y como el gobierno federal no lo pudo callar lo tuvieron que matar, esa es la información que nosotros tenemos y la razón por la cual asesinaron al cardenal Posadas", asegura el abogado.
José Córdoba Montoya era jefe de la oficina presidencial y el hombre más cercano y principal asesor del mandatario. Analistas políticos lo consideraban el hombre fuerte e incluso llegó a ser señalado como "el poder detrás de la presidencia".
Posadas por su parte, fue un hombre cercano a los grupos del poder en México, tanto político como empresarial, vínculos que utilizaría para influir en el restablecimiento de la relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.
El arzobispado de Guadalajara y sus abogados han destacado el interés que Posadas tuvo a lo largo de su vida sacerdotal por denunciar actos de corrupción y ayudar a preservar el Estado de Derecho en México.
"El cardenal Posadas Ocampo también fue muy activo en denunciar en sus homilías la corrupción, el narcotráfico y las acciones que dañaban la dignidad de los seres humanos...", se lee en un documento público enviado el año pasado por el gobernador de Jalisco, Emilio González, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el que le pide atraer la investigación de la muerte del purpurado.
Versiones periodísticas y oficiales señalan sin embargo, que Posadas fue confesor de algunos integrantes del cártel de los Arellano Félix, cuando se desempeñó como obispo de Tijuana durante 12 años.
En 1987 y tras cinco años en la diócesis de Cuernavaca, en el centro del país, fue trasladado a Guadalajara, donde cuatro años fue nombrado cardenal.
"Que la gente actúe conforme a la ley"
Consultado sobre el señalamiento de Ortega acerca de sus presuntos vínculos con el narcotráfico, Raúl Salinas de Gortari dijo a CNNMéxico que si hay pruebas, hagan las denuncias correspondientes.
"Han dicho tantas mentiras que una menos o una más no me sorprendería nada, no les doy ningún crédito", dijo.
Manifestó que cada quien puede opinar de otra gente lo que le de la gana, pero si se habla de una cosa ilegal, "que hagan la denuncia correspondiente, yo no tengo ningún inconveniente en que la gente actúe conforme a la ley".
Raúl Salinas, hermano de ex presidente Carlos Salinas, fue condenado en 1999 por ser autor intelectual del asesinato del José Francisco Ruiz Massieu, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Nuevas evidencias
Ortega Sánchez, abogado presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal y cofundador de México Unido contra la Delincuencia, agregó que la averiguación previa sobre el crimen sigue abierta, recibiendo nuevas pruebas y testimoniales, como la declaración que rindió el narcotraficante, Benjamín Arellano Félix el pasado 14 de abril, poco antes de su extradición a Estados Unidos .
Según Ortega, Arellano declaró que días después del magnicidio, el entonces director de la Policía Judicial Federal, Rodolfo León Aragón, le había confesado que su corporación asesinó a Posadas, y que el gobierno buscaba un culpable, por lo que habían elegido al cártel de Tijuana, lidereado por la familia Arellano.
"Nosotros no fuimos", habría dicho una y otra vez Benjamín Arellano, a lo que León Aragón respondió: "sí, ya sé que no fueron ustedes, nosotros fuimos, fue la Policía Judicial Federal que se encontraba en el aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, pero a nosotros no nos están echando la culpa, se la están echando a ustedes y si ustedes quieren que desviemos la averiguación hacía otro lado, van a tener que entregarme 10 millones de dólares". Según esta versión, la suma solicitada por Aragón le fue entregada días después.
CNNMéxico, solicitó a la PGR su versión en torno a la investigación del caso Posadas y lo expuesto por el abogado, pero hasta el momento de publicar esta nota, no había ofrecido una respuesta.
Sin culpables
En julio de 1993, el entonces titular de la PGR, Jorge Carpizo, presentó el resultado de las primeras averiguaciones, concluyendo que Posadas Ocampo y seis personas más murieron en medio de un enfrentamiento entre dos cárteles rivales: el de Tijuana y el de Sinaloa, a cargo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
El equipo de abogados que colabora con el Arzobispado de Guadalajara, documentó que desde que la PGR inició la averiguación previa 12948/93, ejerció acción penal en contra de 51 personas por el delito de homicidio y asociación delictuosa.
Actualmente, tres de ellos están bajo proceso y salvo la condena en contra de Humberto Rodríguez Bañuelos, La Rana, a quien la PGR considera el jefe de sicarios del cártel de los hermanos Arellano Félix, no hay más sentencias condenatorias firmes, dicen los abogados.
"A 18 años no hay responsables del homicidio del cardenal Posadas y la acusación y condena en contra de Humberto Rodríguez, no podemos decir que está firme porque puede ser revisada y desechada en cualquier momento", agregó Ortega.
Otra de las versiones de la procuraduría apuntaba a que los sicarios de los Arellano Félix habrían confundido a Posadas con el Chapo Guzmán.
La iglesia católica de Jalisco jamás aceptó esta versión y sostuvo desde entonces que el asesinato del cardenal fue un crimen premeditado, hipótesis cuyo principal defensor ha sido el actual cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval.
En 18 años de investigaciones surgieron varios intentos por profundizar y ampliar el resultado de las primeras averiguaciones de la PGR. En julio de 1998 conformó un grupo interinstitucional en el que participaron representantes de los gobiernos federal, estatal y de la iglesia católica.
Las investigaciones terminaron tres años después, concluyendo que al cardenal lo habían confundido con Joaquín Guzmán Loera; sin embargo, la iglesia no estuvo de acuerdo.
El año pasado, en la víspera de un aniversario más de la muerte de Posadas, el gobierno de Jalisco solicitó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atraer la investigacipon del caso .
El máximo órgano de justicia del país rechazó la petición , argumentando que entre sus facultades no está la de atraer este tipo de averiguaciones cuyo ámbito radica en la PGR.