Calderón pide perdón por no proteger a las víctimas del crimen organizado
El presidente Felipe Calderón aceptó este jueves pedir perdón por las víctimas de la lucha contra el crimen pero rechazó ofrecer una disculpa por haber enviado a fuerzas federales a las calles para combatir la delincuencia, como le pidió el poeta Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz, Justicia y Dignidad.
"Lo irresponsable hubiera sido no actuar. En eso Javier, tú sí estás equivocado", dijo el presidente sobre la declaración del poeta de que estaba obligado a pedir perdón a la nación y a las víctimas que "eran más que bajas colaterales de una guerra infame" contra organizaciones criminales.
"¿Quién va a enfrentar a esas bandas?" cuestionó el ejecutivo federal. "Prefiero asumir la crítica, aunque sea injusta, que el cargo de conciencia de no haber actuado aún viendo que existía el problema" del crecimiento del crimen de forma arrolladora, aseveró Calderón.
El mandatario aseguró que le "duele terriblemente" que padres de familia han perdido a sus hijos, los policías y militares caídos y cada una de las víctimas, pero reiteró que el Estado no es quien ha generado la violencia que finalmente los afectó.
"¿Y si admitimos que son los criminales, los violentos y responsables de esa violencia? Es un error suponer que toda la maldad viene del Estado", dijo Calderón.
En un encuentro entre el presidente y representantes del Movimiento por la Paz, Justicia y Dignidad, Sicilia pidió un minuto de silencio por las víctimas de lo que llamó "una guerra atroz y sin sentido", mismo que fue respetado tanto por Calderón como por los secretarios de Estado y funcionarios federales que lo acompañan: Francisco Black Mora, Alonso Lujambio, Genaro García Luna, Marisela Morales, y Alejandro Poiré.
Al encuentro acuden 23 familiares de víctimas de la delincuencia organizada, de policías, de militares y del aparato de justicia, dijo Sicilia.
Sicilia encabeza el movimiento ciudadano desde el asesinato de su hijo Juan Francisco y seis personas más en Morelos y encabezó la denominada Caravana por la Paz que pedía justicia por los asesinatos y desapariciones relacionados a la lucha contra el crimen organizado.
La caravana recorrió varios estados de México y su destino final fue Ciudad Juárez, donde se firmó un pacto ciudadano de seis puntos que pide la restructura del tejido social.
Los integrantes del movimiento consideran que la estrategia frontal de lucha contra el crimen ha generado más violencia en el país desde diciembre de 2006, cuando inició el mandato de Calderón. En cuatro años y medio han muerto más de 34,600 personas en acciones de grupos criminales.
El encuentro entre el gobierno y los activistas se concretó luego de la firma de la realización de varias marchas nacionales y la firma del Pacto de Ciudad Juárez.
Piden una estrategia ciudadana
El movimiento por la justicia reiteró las peticiones plasmadas en el pacto firmado en Ciudad Juárez. Llamaron a cambiar la estrategia de seguridad militarista, por una basada en la seguridad humana y ciudadana, con especial énfasis en derechos humanos.
También solicitaron la indemnización de las víctimas y la creación de un organismo ciudadano autónomo que trabaje como una comisión de la verdad o una fiscalía de la paz, que haga efectivo el "derecho a la verdad".
Javier sicilia criticó que haya sido necesaria una marcha por 12 entidades del país para que las víctimas del crimen hayan sido atendidas por las autoridades, lo cual "habla muy mal de las instituciones".
Julian LeBarón, integrante del movimiento, anunció que se planea una nueva caravana al sureste del país a la que invitó a participar al presidente Calderón, a militares y a representantes del Instituto Nacional de Migración.
