Edomex: supuesto líder de 'La Mano con Ojos' planeaba matar al procurador
El presunto líder de La Mano con Ojos, Óscar García Montoya, tenía planeado atentar contra la vida del procurador del Estado de México, Alfredo Castillo Cervantes, de acuerdo con declaraciones del detenido, difundidas este lunes por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJE).
"Te hubiera matado, te hubiera encontrado y hecho pedazos", dice el también conocido como el Compayito en un interrogatorio .
En el video García Montoya reconoció su participación en el asesinato en 2008 de una veintena de albañiles provenientes de Veracruz en La Marquesa, en el Estado de México.
Dijo que habían sido llevados al lugar bajo engaños y que los habían matado porque habían visto los rostros de algunos miembros de la organización.
García Montoya también reconoció haber ordenado el asesinato de aproximadamente 600 personas en Nuevo León, Baja California, Jalisco, la Ciudad de México, el Estado de México, entre otros, de los cuales él mismo cometió alrededor de 300.
Dijo que tenía planeado matar al procurador del Estado de México porque éste se había quedado con 400,000 dólares que le había entregado a través de un mensajero para pactar protección.
El procurador aclaró en una rueda de prensa que la dependencia no había hecho ese trato y que le hizo saber a García Montoya que alguien lo había engañado y se había quedado con el dinero.
Antes de su detención, García Montoya planeaba decapitar él mismo a seis personas y enviar el video a los medios de comunicación como amenaza directa al procurador. Había dado instrucciones a uno de sus asistentes de que siguiera adelante con el plan en caso de que él fuera arrestado, según describió el mismo.
La PGJE entregó este lunes a la Procuraduría General de la República (PGR) a García Montoya, quien fue detenido el pasado 11 de agosto.
El cuerpo que apareció este lunes colgado en un puente en Huixquilucan , Estado de México, es el resultado de ese plan.
Su trayectoria criminal
García Montoya, de 36 años, es originario de Guasave, Sinaloa y cursó hasta el cuarto semestre de Derecho en ese esado del norte de México. Luego se formó en la Secretaría de Marina, con la que combatió al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y al Ejército Popular Revolucionario (EPR), en Chiapas y Guerrero respectivamente, según la PGJE.
Fue instructor paracaidista y se especializó en explosivos. El cártel de los Beltrán Leyva lo reclutó cuando se desempeñaba como policía municipal de Los Mochis, Sinaloa. Comenzó su carrera delictiva como sicario, más tarde se hizo responsable de las decapitaciones y recibió entrenamiento como asesino por parte de los kaibiles en Guatemala.
Formó parte de la escolta personal de Arturo Beltrán Leyva, abatido en Morelos en el 2009, y fue jefe de sicarios de Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, uno de los principales colaboradores de Beltrán Leyva.
Cuando El Indio fue capturado , García Montoya huyó y comenzó a trabajar para Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, otro de los principales operadores del cártel de los Beltrán Leyva; después de la captura de La Barbie, su principal rival fue Jorge Balderas Garza, El JJ.
En 2010 formó la organización La Mano con Ojos en el Estado de México, la cual controlaba el tráfico de drogas cuatro municipios del Estado de México y en algunas regiones de la Ciudad de México.
Cuando elementos de la procuraduría local le preguntaron por qué le puso ese nombre a la organización él respondió: "Porque todo lo veo".
Él era quien dictaba los mensajes con amenazas que acompañaban a cuerpos mutilados y decapitados abandonados en el Estado de México. El objetivo de los mensajes era infundir miedo a través de los medios de comunicación para evitar que otras organizaciones criminales le disputaran el territorio en ese estado, según Castilllo.
García Montoya mantenía un perfil bajo, daba una imagen ejecutiva y cambió su aspecto para evitar su captura.
Durante los interrogatorios que le hizo la procuraduría estatal no dio muestras de arrepentimiento por los crímenes que cometió y aseguró que al enterarse que el gobierno federal pedía una recompensa de cinco millones de pesos por su captura le pareció que era muy baja por lo que había decido cometer más crímenes, según Castillo.
Al momento de su detención dijo: "Ya me agarraron, estoy dado, no se metan con mi familia y yo les declaro lo que quieran", detalló el procurador.
La procuraduría estatal sigue investigando para detener a otros miembros de esta organización, abundó el procurador.