La PGR identifica a 8 hondureños enterrados en fosas de Cadereyta
La incertidumbre que vivieron familias de ocho migrantes hondureños en los últimos diecinueve meses concluyó, cuando recibieron evidencias científicas de que sus familiares murieron en México. La Procuraduría General de la República (PGR) mexicana les entregó en Tegucigalpa, Honduras, los resultados de los análisis hechos por peritos forenses argentinos a los restos humanos de las fosas clandestinas de Cadereyta, Nuevo León.
"Con el reconocimiento de los familiares de las víctimas en su derecho a saber, peritos de la PGR y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)... explicaron ampliamente el proceso que llevó a la plena identificación de los ocho ciudadanos hondureños que perdieron la vida en nuestro país", aseguró el subprocurador de Derechos Humanos, Ricardo García Cervantes, en un comunicado difundido por la PGR este domingo.
La Procuraduría no dio detalles sobre la identidad de los ocho hondureños ni cuándo recibieron las familias la notifación.
La entrega de los resultados forenses se hizo con la colaboración de autoridades consulares de México y Honduras, representantes del equipo forense argentino y del Comité de Familiares de Migrantes de El Progreso (Cofamipro) y la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, según el comunicado.
En "las próximas semanas" se darán a conocer nuevos resultados de los análisis periciales a otros restos de las fosas de Nuevo León y Tamaulipas, detalló la PGR este domingo sin dar más detalles.
La identificación de los ocho ciudadanos hondureños son los primeros resultados divulgados por la Comisión Forense integrada por personal de la PGR y el Equipo Argentino de Antropología Forense para investigar la identidad de los restos humanos hallados en fosas clandestinas en estados del norte del país.
En agosto pasado, la PGR anunció un convenio de colaboración con el EAAF para identificar 200 de los cuerpos hallados en Nuevo León y Tamaulipas y con ello "dar tranquilidad" a las familias de migrantes centroamericanos que han pedido en distintas ocasiones al gobierno mexicano ayudarlas a encontrar a sus seres queridos.
Los ocho cuerpos ya identificados de ciudadanos hondureños pertenecen a un grupo de 49 restos hallados en mayo de 2012 en Cadereyta, Nuevo León. A estos se suman 265 más encontrados en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, entre agosto de 2010 y abril de 2011.
La directora del EAAF, Mercedes Doretti, indicó en agosto que los peritos a su cargo compararían muestras de los restos con información genética de familiares de personas desaparecidas integrada en bancos de datos forenses en El Salvador, Honduras, Guatemala y Chiapas.
El hallazgo de cuerpos en fosas clandestinas ha evidenciado la brutalidad de los grupos del crimen organizado como Los Zetas en su trato a migrantes, a quienes tratan de unir a sus filas. En su camino por territorio mexicano, miles de migrantes sufren cada año robos, violaciones, extorsiones de grupos criminales, pandillas y funcionarios corruptos mientras tratan de llegar a Estados Unidos.
