Clarín goza triunfo legal en Argentina
El Gobierno argentino dijo este jueves que pedirá al máximo tribunal del país que dirima su larga batalla legal contra el Grupo Clarín, luego que una corte inferior declarara inconstitucional normas que obligan al conglomerado de medios a vender varias de sus licencias.
Una Cámara Federal Civil y Comercial dictaminó el miércoles que son inconstitucionales las disposiciones de la ley de medios, que fue impulsada por el Gobierno y establece límites a la cantidad de licencias de TV por suscripción así como a la superposición de señales de televisión abierta con las de paga.
La presidenta Cristina Fernández criticó duramente en un acto en la Casa Rosada el fallo y a los jueces de cámara que lo firmaron. "Es un fallo que me dejó sin habla. Nunca vi nada igual", dijo.
El dictamen judicial fue una respuesta a la apelación del Grupo Clarín, que viene resistiendo legalmente desde hace tres años la ley con el argumento de que busca debilitar a los medios críticos del Gobierno de la presidenta Fernández.
"Este es un fallo tramposo, burdo, grosero, que evidentemente busca proteger los intereses del Grupo Clarín", dijo a periodistas Martín Sabbatella, jefe de la agencia AFSCA, el regulador de medios de comunicación de Argentina.
"Lo que hicieron (los jueces) es destrozar el espíritu antimonopólico de la ley", agregó.
Sabbatella dijo también que el Gobierno, el AFSCA y los abogados del Estado están preparando una presentación ante la Corte Suprema de Justicia para que resuelva definitivamente el caso.
El Grupo Clarín, duramente enfrentado con Fernández, controla el principal operador de televisión por cable del país, el diario de mayor tirada, las radios más escuchadas y dos de los canales de televisión con mayor audiencia, entre ellos una señal de noticias.
La legislación sobre medios, que según el Gobierno busca garantizar la pluralidad y que se acote la concentración de la propiedad de medios, limita las licencias de radio y televisión que pueden estar en manos de un grupo empresarial, y también su participación de mercado.
Fernández puso a Clarín en el 2008 en la lista de sus enemigos políticos, luego que distintos medios del grupo se mostraran críticos hacia el Gobierno durante una protesta de productores agrícolas que rechazaban un incremento impositivo.
