Pemex apunta a una pérdida histórica en 2015
Pemex vive una de sus peores crisis en sus 75 años de historia, afligida por una fuerte caída en los precios internacionales del crudo que la llevó a sufrir pérdidas históricas, según datos de su balance primario y financiero al cierre de 2015, un indicador adelantado de su desempeño.
Según estas cifras, el balance financiero de la petrolera, que difiere de la metodología que usa para reportar sus resultados a los reguladores, registró una pérdida histórica de 146,856 millones de pesos, la mayor desde 1993, cuando se inició el registro de este reporte.
Los ingresos de la petrolera cayeron en 241,000 millones de pesos (mdp), al pasar de 1.8 a 1.5 billones de pesos entre 2014 y 2015, según esas cifras, lo que supone una reducción del 13.4% anual en términos nominales, es decir, sin contar la inflación. El principal motivo de esta caída fue la fuerte reducción en el precio promedio de la mezcla mexicana del crudo, que bajó de 86 a 43.3 dólares entre 2014 y 2015. Tan sólo en diciembre llegó a 29 dólares.
La producción de Pemex registró un descenso de 6.67% anual, al pasar de 2.43 a 2.26 millones de barriles de crudo promedio, aunque este efecto no se vio reflejado en las exportaciones, que crecieron en 2.65% en el mismo periodo.
“Se requiere de una reforma financiera profunda en Pemex, porque su estado actual no resiste el embate”, opinó Luis Miguel Labardini, especialista de la consultora Marcos y Asociados.
Una nueva reforma fiscal
La caída de los ingresos de Pemex no registra la misma baja que el precio del crudo. Esto se debe a un efecto de compensación parcial, pues si bien las exportaciones de petróleo se desplomaron, las importaciones de gasolina desde Estados Unidos resultaron más económicas.
La petrolera nacional vende más caro el combustible que el precio al que lo importa desde Estados Unidos, y este menor costo por el combustible beneficia de manera contable a las ventas totales de Pemex. Los precios de la gasolina al público en México están controlados por la Secretaría de Hacienda. “A las ventas totales de Pemex se les agrega este Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a la gasolina, aunque al final estos recursos los termina por regresar a las arcas del Gobierno”, apuntó Labardini. Por eso, estos ingresos que recibe Pemex son en realidad parte de la fuerte carga impositiva con la que carga y no puede reinvertirlos en su negocio.
Además de estos impuestos, está lo que Pemex debe transferir al Fondo Mexicano del Petróleo, que en su primer año completo, recibiendo los gravámenes que se le imponen a Pemex por cada barril extraído, acumuló 398,805 mdp, el equivalente al 2.2% del PIB.
“Ninguna empresa petrolera en el mundo tiene una situación financiera tan vulnerable como Pemex. Y este año va a pasar más de lo mismo”, aseguró el analista de Marcos y Asociados.
Ante esta situación, el gobierno lanzó la señal de que no dejará caer a la petrolera, y ya pactó la emisión de un bono por 5,000 millones de dólares (mdd). “Me parece una decisión muy acertada, porque necesitas rescatar a Pemex. Necesita apoyo, porque se le ha drenado de sus recursos para ayudar a la cuestión fiscal desde hace años”, dijo Benjamín Torres-Barrón, socio y líder de la práctica de energía, infraestructura y minería en México de la consultora internacional Baker&McKenzie.
Pero esta inyección de capital supone apenas una fracción de los 293,000 mdp que la empresa destina tan sólo a la inversión.