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El ‘accidente empresarial’

En el 95% de los casos las microempresas nacen cuando a una persona le cambia la vida de imprevisto; la pérdida del trabajo o un divorcio pueden detonar al emprendedor, pero no mantenerlo vivo.
mié 22 julio 2009 06:00 AM
Muchos negocios son productos de cambios en las circunstancias empresariales. (Foto: Jupiter Images)
ideas-foco-mujer-emprendedor.jpg (Foto: Jupiter Images)

"Aunque parezca extraño, las crisis pueden llegar a ser oportunidades para las MiPymes" , según dijo el magnate mexicano, Carlos Slim, recientemente.

En efecto, para abrir una microempresa suele necesitarse una oportunidad, tener en los genes el liderazgo y el "hambre" por hacer vida un negocio, o bien, tener la bendición de recibir en herencia la empresa, pero honestamente yo considero que en un 95% de los casos, o más, las microempresas se abren por lo que yo he denominado un "accidente empresarial".

¿Qué es entonces un accidente? En diversos discursos, ya sea en matemáticas, química, o incluso, dentro del tránsito, por ejemplo, los accidentes son considerados como aquellos eventos en los cuáles sucede algún imprevisto que no se tenía considerado.  Si se tratara de la continuidad de la vida, un accidente bien pudiera ser aquel suceso que hace que dicho continuo no suceda más de manera normal.

Empresarialmente hablando, podría decir que un "accidente empresarial" sucede cuando una persona le "cambia la vida" por una determinada cuestión:  porque lamentablemente falleció la persona que daba sustento económico al hogar, porque realmente hubo un accidente que incapacitó a una persona para realizar las actividades que normalmente llevaba a cabo en su vida, porque se perdió el trabajo, porque se perdieron los bienes, y por qué no decirlo, porque desafortunadamente se ha incurrido en el duelo de un divorcio que está afectando seriamente no sólo las cuestiones económicas sino también las relaciones personales, entre muchos otros ejemplos.

Para Carlos Clúa, "el hombre, al estar en constante movimiento, tiende a perder su equilibrio", esto obliga a buscar el equilibrio en todo momento, lo que en el mundo de los negocios podría traducirse en trabajo y vida.

Pero si bien la idea de un "Darwinismo corporativo", en donde en el mundo hay, pero no para todos, es altamente criticada, cierto es que sólo las empresas que son las más aptas y capaces son las que llegan a sobrevivir, crecer y consolidarse.  No por nada, durante los primeros dos años de vida del nacimiento de las microempresas sólo el 20% llega a sobrevivir.

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Es, por ende, no sólo necesario saber que uno cuenta con las habilidades necesarias para salir adelante. Se requiere también de una comprensión cabal del entorno y de saber sumar los talentos de las demás personas bajo un liderazgo motivador que inspire y dé vida a la vida.  Pues como bien decía Ortega y Gasset, "yo soy yo, y mis circunstancias".

* El autor es vicerrector Académico de la Universidad Anáhuac México Sur y es experto en competitividad. El artículo fue dirigido por la MBA Liliana Ruíz Fuentes.

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