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La reforma laboral es impostergable

A pesar de razones políticas y empresariales, los cambios son urgentes, advierte Ignacio González; el catedrático del Tec de Monterrey advierte que se requieren nuevas reglas para abatir la crisis.
mar 22 diciembre 2009 06:00 AM
Las compañías pueden aumentar los ingresos de sus colaboradores mediante prestaciones sin aumentar sus gastos. (Foto: Jupiter Images)
hombre-cuentas-escribir-empleado-JI.jpg (Foto: Jupiter Images)

Durante las últimas dos décadas se ha estado aplazando la reforma laboral por diferentes razones.

Las que más se han utilizado son que no es el momento político más apropiado, que no es el momento por la situación de crisis económica del país, o que existen otras prioridades en la agenda política.

Igualmente, que la discusión de los representantes de los empresarios y de los trabajadores se centra en obtener beneficios para sus agremiados, o bien, que los sectores empresariales y sindicales no desean "perder" logros derivados de la lucha de clases.

Sin embargo, una reforma laboral que genere productividad es un asunto impostergable, es urgente y necesario definir nuevas reglas en las relaciones laborales para aminorar los efectos negativos de la crisis económica.

En las negociaciones de los últimos años sobre la reforma laboral se observan dos posiciones contrarias, por un lado, la de los grupos que no desean cambios que modifiquen los "logros históricos" que han generado la protección social de los trabajadores, por otro lado; los grupos convencidos de que la defensa de los "logros" dificulta las decisiones en la organización del trabajo, por ejemplo: el cambio de jornada a horas de trabajo, lo que sería determinante para planear la producción y la organización del trabajo con los ajustes derivados de los vaivenes de la economía.

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La protección social de los trabajadores ha sido la bandera preferida de sindicatos e intelectuales que se orientan a proteger a los trabajadores de la explotación rapaz, bajo esta visión se mantuvo la política gubernamental por décadas: el cumplir y hacer cumplir con la Ley Federal del Trabajo ha sido, y es, una esperanza para que los trabajadores mexicanos no sean víctimas de la injusticia social, en este sentido la reforma laboral debe mantener el equilibrio entre los intereses de los trabajadores y la necesidad urgente de flexibilizar la normatividad para incrementar la productividad.

Mientras que el sindicalismo conservador defiende los derechos de los trabajadores basados en la justicia social, algunos sectores empresariales ven un proyecto socialmente justo en la normatividad que genere empleos, aunque el salario se deteriore: "la mano de obra barata como ventaja competitiva".

La reforma laboral orientada a disminuir la brecha de diferencias es necesaria, ya no se puede continuar con la intención de regresar al abuso de la sobreexplotación de los trabajadores en detrimento del bienestar de los mismos.

Los argumentos para mantener el equilibrio social a través del empleo de la mano de obra barata se diluyen -sobre todo con la crisis económica- los grupos representantes del sector productivo presionan a las organizaciones de los trabajadores para que acepten el deterioro del salario y aligerar el desgaste social derivado de la crisis económica.

La crisis económica afecta a todos, en diferente magnitud, pero en la negociación de la reforma laboral se observan dos proyectos de desarrollo distintos, un proyecto del sector que aspira a ser empleado y retribuido con justicia, y otro proyecto del sector que desea flexibilidad laboral para utilizar estrategias que generen productividad.

Existe coincidencia en la necesidad de flexibilizar, pero no existe coincidencia en la forma para que no sea a costa de los intereses de los trabajadores, se necesita un proyecto compartido, con un Gobierno coordinador que busque el equilibrio para que las "decisiones democráticas" sean en beneficio de la productividad en beneficio de trabajadores y empresarios y no sólo para facilitar la generación de empleos a costa del deterioro de la calidad de vida de los trabajadores.

En una sociedad de consumo construida en torno a la ética del trabajo se acepta que vivimos para trabajar, las personas adquieren identidad social gracias al ejercicio de una profesión o actividad remunerada, por eso la flexibilidad laboral si es una opción.

Sin embargo existe otra visión que ve a la reforma laboral como una solución política, esta visión se justifica al pretender redistribuir el valor creado por las empresas para reactivar el crecimiento económico a través de la generación de empleos, lo que no es suficiente, también debe quedar claro qué pasará con los beneficios derivados de la productividad.

Existen dos conceptos de flexibilidad para la productividad como estrategias empresariales :

El concepto neoclásico de flexibilidad para incrementar la productividad como un "resultado": el fin del trabajo para beneficios particulares, la productividad entendida como valor agregado por unidad de insumo utilizado, la maximización derivada del control numérico o de estándares establecidos sin considerar el "abuso" del bajo costo en la mano de obra, que es factor determinante para la productividad: el fin justifica los medios.

El otro concepto de productividad considerado como "moderno", asume que la productividad es una alternativa para beneficios colectivos, productividad que no omite la importancia del resultado, pero que no se limita a la reducción de los costos a través del deterioro del ingreso: los medios no justifican el fin.

En suma, la flexibilidad en la reforma laboral debe ser considerada como una estrategia de productividad y de competitividad, en una economía en crisis es una alternativa urgente, pero no por la urgencia se debe marginar o atentar a los intereses justos de los empleados y de los trabajadores mexicanos.

Algunos aspectos que generan productividad y que deben ser atendidos con justicia para el trabajo virtual, teletrabajo o trabajo a distancia requiere de acordar el cómo se debe pagar, cómo se debe medir, cuál es la relación laboral más justa.

Algunos mecanismos que deben analizarse por su relación con la productividad son:

MECANISMOS LABORALES PARA LA PRODUCTIVIDAD

ASPECTOS A REFORMAR

POSICIONES EXTREMAS

ACCIONES EXTREMAS

TRABAJADORES

EMPLEADORES

TRABAJADORES

EMPLEADORES

SALARIO

POR JORNADA

REFORMAR

POR JORNADA

POR PROYECTO

SEGURIDAD SOCIAL

LAS DE LA LFT

NINGUNA

IMSS O ACUERDO CON PRIVADOS

PRESTACIONES

LAS DE LA LFT

REFORMAR

ACORDADO EN EL CONTRATO

PERIODO DE PRUEBA

28 DÍAS

REFORMAR

28 DÍAS

2 AÑOS

COMISIONES MIXTAS

LAS DE LA LFT

REFORMAR

LAS DE LA LFT

LAS ADMINISTRA

REPARTO DE UTILIDADES

LAS DE LA LFT

REFORMAR

LAS DE LA LFT

NINGUNA

Estos ejemplos no representan el sentir de todos los trabajadores o de todos los empresarios, sin embargo se citan con la finalidad de señalar dos propuestas extremas que deben encontrar solución y que se orienten a la productividad.

La paradoja de ceder sin perder espacios, la urgente necesidad de modificar sin retroceder, la reforma laboral con beneficios para todos, algo que parece complicado, pero que es necesario.

Los empresarios tienen el reto y la responsabilidad de organizar el trabajo con creatividad en aras de la modernidad, pero la reforma laboral no debe significar retrocesos en la redistribución de los beneficios derivados de la productividad.

Asimismo, los representantes de los trabajadores ya no pueden seguir con procesos que tratan de justificar derechos ganados a costa de la productividad: es momento de negociar una reforma en beneficio de todos los mexicanos, ambos sectores deben orientar sus esfuerzos para incrementar la productividad, la reingeniería, el desarrollo organizacional, los sistemas de calidad, las líneas flexibles, el uso pleno del capital humano e intelectual y en general las innovaciones en tecnología son argumentos que van a requerir nuevas maneras para organizar el trabajo; si se concilian esas alternativas que generan competitividad con los trabajadores multihabilidades y multifuncionales se van a necesitar nuevas reglas: esta es la oportunidad para una Reforma orientada a la generación de productividad.

* El autor es profesor e investigador del Departamento de Administración y Finanzas del Tec de Monterrey Campus Santa Fe.

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