OPINIÓN: Gane o pierda, Marine Le Pen es una pesadilla para la Unión Europea
Nota del editor: Pieter Cleppe es presidente de la oficina de Open Europe en Bruselas, un grupo de estudios independiente que se especializa en políticas de la Unión Europea. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(CNN) — Francia ha hablado, por ahora. El país celebró el domingo 23 de abril la primera vuelta de sus elecciones presidenciales tras varias semanas de campañas salpicadas de escándalos, errores y sorpresas.
Aunque en la primera vuelta los electores podían elegir de entre 11 candidatos, en el año posterior a que Reino Unido decidiera salir de la Unión Europea y que los electores estadounidenses enviaran a Trump a la Casa Blanca, una candidata dominó los encabezados: la populista y nacionalista de extrema derecha, Marine Le Pen.
Como se esperaba desde hace un tiempo, Le Pen llegó a la ronda final para enfrentarse al centrista Emmanuel Macron . El centrismo y las posturas proeuropeas de Macron inevitablemente harán de este desempate un referéndum sobre la futura relación de Francia con la Unión Europea. Como Francia es miembro fundador de la Unión, esto probablemente tenga inquietos a los líderes políticos en Bruselas.
El partido Frente Nacional de Le Pen ha puesto en tela de juicio la utilidad de la Unión Europea desde hace mucho y promueve varias políticas que contradicen los elevados principios en los que descansa el proyecto europeo.
En años recientes, Le Pen ha intentado suavizar tanto su imagen como la postura de su partido en la cuestión del futuro de Francia en la Unión Europea.
En una ocasión, el Frente Nacional respaldó la propuesta de abandonar el euro, nada más y nada menos. Hace poco, Le Pen dijo que organizaría un referéndum sobre el curso de la moneda común en Francia. Ahora, especificó que intentaría renegociar la pertenencia de Francia a la Unión Europea a lo largo de seis meses. Si ese intento falla, celebrará un referéndum .
¿Puede hacerlo? ¿Qué pasaría si esto ocurre?
Aunque gane la presidencia, Le Pen haría bien en no festejar antes de tiempo. Es poco probable que logre la mayoría en las elecciones al Parlamento francés, que se llevarán a cabo el 11 de junio, y por lo tanto podría enfrentarse a un gobierno hostil, probablemente de centro derecha, que se interpondrá en su plan de celebrar un referéndum. Sin embargo, podría organizar un referéndum no vinculante sin la aprobación del gobierno.
Si el pueblo francés votara por conservar el euro (cosa probable si se cree en las encuestas francesas), Le Pen cedería porque "el 70% de mi proyecto no puede implementarse".
Si la mayoría de los franceses votara por salir de la Unión Europea y dejar la zona euro, sería anticonstitucional hacerlo porque la Constitución de Francia establece que "la República es parte de la Unión Europea". Por lo tanto, para salir de la Unión Europea sería necesario hacer una engorrosa reforma constitucional.
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La salida de Francia de la UE y la economía
Claro que todas estas consideraciones jurídicas respecto a la pertenencia a la Unión Europea serían insignificantes si Francia decidiera salir de la zona euro. El caos económico que probablemente causaría sería la prioridad para todos los franceses y para todo el continente.
nullEl Banco Central de Francia estimó que la reestructuración de la deuda pública francesa fuera de la zona euro costaría más de 30,000 millones de euros (alrededor de 600,000 millones de pesos) en intereses anuales adicionales.
De acuerdo con Le Pen, salir de la zona euro no desembocaría en una catástrofe. Ha subrayado que quiere que Francia salga de la zona euro en las mejores circunstancias posibles; dijo que no quiere "romper los platos" e insinuó que todo se haría a través de consultas con otros países europeos que en su opinión están "sufriendo" con la pertenencia a la zona euro, con lo que se predice que Italia, España y Grecia seguirían el ejemplo.
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Aunque fuera una presidenta moderada, Le Pen será un problema para la UE
Si Francia votara por quedarse en la zona euro pero Le Pen no cede, será difícil empatar algunas de sus propuestas con lo que representa la Unión Europea. Pensemos en sus propuestas proteccionistas, tales como imponer un impuesto del 3% a las importaciones.
Todo sería posible si eligen a Le Pen en vista del daño político que se infligiría a la Unión Europea y a la zona euro, proyectos que dependen totalmente de la buena voluntad política.
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En cuanto a la zona Schengen , las cosas podrían ponerse complicadas desde el principio. Le Pen dejó en claro que si la eligen, suspendería inmediatamente la pertenencia de Francia a la zona libre de fronteras.
La Comisión Europea ya contempló la posibilidad de suspender la zona Schengen, pero es probable que la implementación de controles fronterizos adecuados —y los embotellamientos que causarían, como ocurrió cuando se implementaron entre Croacia y Eslovenia hace unas semanas— cause muchos daños económicos inmediatos.
Bruselas se libró de lo que el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, calificó de escenario de pesadilla si en la ronda final Le Pen se hubiera enfrentado al euroescéptico de izquierda, Jean-Luc Mélenchon.
Aunque a final de cuentas se frustre el plan de Le Pen, el éxito de su campaña y el fuego que ha avivado garantizan que cualquier celebración durará poco.
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