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'Solar Impulse', el primer avión solar destinado a recorrer el mundo

La aeronave ya realizó su primer viaje de 24 horas seguidas, la siguiente misión es volar a cada rincón de nuestro planeta
mié 12 junio 2013 12:26 PM

Llamémosle un logro tecnológico histórico o un viaje de victoria por todo Estados Unidos. Digamos que es una promoción desvergonzada de una polémica agenda energética. Sus propietarios simplemente lo llaman Solar Impulse.

Es el primer avión tripulado para volar durante 24 horas sin nada más que baterías alimentadas por energía solar. Así es, hablamos de un aeroplano que se alimenta del sol y puede volar de noche. "Teóricamente", dijo el piloto, Bertrand Piccard, "el avión puede volar eternamente".

El Solar Impulse, fabricado en suiza, está de gira por EU y volará en cinco tramos desde California a Nueva York. Para 2015, Piccard y su copiloto, Andre Borschberg, esperan que la próxima generación de este avión pueda dar la vuelta al mundo.

Es una meta muy grande para este simpático diseño, lento y poco manejable, con un neumático principal, una cabina pequeña y sin baño. Está hecho de materiales ligeros y sus paneles solares están incrustadas en las alas. Básicamente, es una celda solar voladora gigante.

Darle la vuelta al mundo es solo una parte del plan. La misión también incluye una agenda ambiental destinada a promover el uso de tecnologías verdes y las fuentes de energía renovables, como el sol y el viento.

Charlamos con Piccard por teléfono en el aeropuerto Phoenix Sky Harbor, en donde aterrizó el Solar Impulse después de volar las primeras 18 horas y 650 millas desde Mountain View, California. Como medida de seguridad, Piccard tuvo que sobrevolar en círculos el aeropuerto para esperar a que las autoridades suspendieran las operaciones de vuelo comerciales y poder iniciar el descenso.

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Las turbulencias suponen un mayor peligro para el Solar Impulse, dijo Piccard. Mientras volaba cerca del puente Golden Gate, en San Francisco, señaló que experimentó una de las peores turbulencias desde que comenzó a volar la aeronave en Europa hace ya varios años.

Incluso con la lenta velocidad de crucero del avión, a 43 millas por hora, Piccard "verdaderamente luchó por mantener el avión en su ruta", dijo. El volar a través de las nubes y las montañas cercanas es lo que ocasiona mayores probabilidades de turbulencia. Él tiene un paracaídas de mano para el peor de los escenarios, el cual dijo es poco probable.

Los genios

A sus 54 años, Piccard es un auténtico aventurero, con récords mundiales que dan prueba de ello. Décadas después de ser un pionero en aviones ultraligeros en 1970, Piccard y su colega Brian Jones fueron los primeros en dar la vuelta al mundo en un globo, sin escalas, en 1999. Su góndola es mostrada en el Museo Smithsonian.

Romper barreras es una tradición familiar de los Piccard. Su abuelo exploró la estratosfera en una cámara a presión transportada por un globo. A diez millas de altura, fue el primer ser humano que vio la curvatura del planeta con sus propios ojos.

El padre de Piccard exploró el Pacífico, con un submarino especial para alcanzar una profundidad sin precedentes de casi 7 millas.

"Estuve muy influenciado por ellos", dijo. "Cada una de mis aventuras es una manera de rendir homenaje a todo lo que me han enseñado e inculcado a hacer".

Ah, y entre otras cosas, Piccard es un respetado psiquiatra con reconocida experiencia en la hipnosis.

Borschberg, de 60 años, llegó al proyecto con más de dos décadas como piloto de combate de la Fuerza Aérea Suiza. Era Borschberg quien estuvo en la cabina durante el vuelo de 24 horas del Solar Impulse.

La aeronave

Este hermoso ejemplo de elegante ingeniería parece un ganso gigante. Sus alas son enormes: 63 metros, es más ancho que un Boeing 747.

El peso máximo de despegue de un 747 es de 833,000 libras. Este avión pesa solo 3,500 libras, casi lo mismo que un Honda CR-V. Sus baterías son capaces de almacenar suficiente energía solar durante el día como para alimentar a la aeronave durante la noche.

¿Y qué pasa en la cabina cuando es hora de ir al baño? Piccard, siempre un caballero, lo explicó así: Cuando el avión despega, "llevamos botellas llenas de agua en el lado derecho y botellas vacías en el lado izquierdo", dijo. "Y cuando aterrizamos, es al revés".

En 2012, el Solar Impulse voló de España a Marruecos, lo cual hizo que fuera el primer avión de energía solar tripulado en viajar a otro continente. Pero no será el primer avión solar en volar por todo lo ancho de Estados Unidos. El Sunseeker I, piloteado por Eric Raymond, cruzó el país en 21 tramos, en 1990. Cuatro años antes, Burt Rutan y Jeana Yeager pilotearon un avión alimentado por combustibles fósiles, el Voyager, alrededor del mundo sin escalas y sin volver a cargar el tanque. Pero hasta ahora nunca se ha hecho con un aeroplano de energía solar.

La misión

Las metas del proyecto van más allá de romper récords y hacer historia. El grupo espera cambiar formas de pensar e influir en las generaciones futuras. En cada escala, Piccard y Borschberg portan consigo un mensaje: use tecnología que ahorre energía y apoye metas establecidas por el gobierno para generar electricidad a partir de fuentes renovables.

Muchos estados de EU han aprobado leyes que exigen a los servicios públicos generar un porcentaje específico de su electricidad a partir de fuentes alternativas: eólica, hidráulica, solar u otras, con un plazo determinado. Sus partidarios dicen que dichas regulaciones reducirán la contaminación provocada por la quema de combustibles fósiles. Sus detractores dicen que incrementará los precios de la electricidad.

El gobierno de Obama ha abierto millones de acres de tierras públicas para ser utilizadas por las empresas privadas para granjas solares gigantes.

¿Cómo luce el futuro del transporte con energía solar?

Entre más consumidores compren autos eléctricos, surgirán más estaciones de recarga eléctrica que funcionan con energía solar. Pero un coche alimentado por energía solar comercialmente viable, dicen los expertos, aún es algo muy lejano. Y muchos ingenieros dicen que el desarrollo de un avión comercial que funcione con energía solar es muy poco probable, ya que no creen que sea posible construir un sistema a bordo que pueda producir las grandes cantidades de energía que necesitan.

La tecnología del Solar Impulse podría contribuir a un mejor diseño de "vehículos aéreos no tripulados de larga resistencia", como los llama el Pentágono. Los ingenieros desarrollan enormes alas volantes que funcionan con energía solar y que son a control remoto, diseñadas para permanecer en el aire a grandes altitudes durante semanas, meses, incluso años, sin escalas. Dichas máquinas podrían ser utilizadas para la investigación científica o para vigilancia, también como estaciones para replicar señales de comunicación a través de largas distancias.

Piccard y Borschberg esperan con ansias un futuro que contenga más energía solar. Mientras tanto, se enfocarán en su plan de dar la vuelta al mundo y en su actual viaje por EU. Eso incluirá una escala en St. Louis, la ciudad natal del ícono de la aviación, Charles Lindbergh.

Piccard espera que el Solar Impulse inicie un ciclo en el que conduzca hacia nuevas dimensiones inimaginables en el desarrollo de la tecnología. 

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