Serrano asegura que gobernará mejor que César Duarte
Quizá no se crea, pero en Chihuahua parece que no hay priista más convencido que Enrique Serrano Escobar. Al menos, él no lo duda. Es como cuando el presidente pregunta la hora y se le responde lo que usted diga y disponga. Faltaba más. Disciplina. Lealtad.
Es un priista hecho y derecho. Y casi de nacimiento. A los 20 años ya andaba presumiendo su credencial como militante del tricolor por toda Ciudad Juárez. Un orgullo y una convicción de militante que no ha menguado ni se ha desquebrajado. Ahora mismo está convencido que esa credencial lo llevará al triunfo este 5 de junio.
Lo cierto es también que desde muy joven se ha visto como gobernador. De hecho, todo lo que ha realizado en su vida pública ha sido para y por el servicio público.
Estudió la carrera de administración pública y de economía para saber hasta los más profundos recovecos de los dineros públicos. Y a ello, le ha sumado una participación activa como diputado en el parlamento de Chihuahua y en la Cámara baja.
Su arraigo lo demostró cuando fue elegido alcalde de Ciudad Juárez en 2013 y de donde ha salido para alcanzar la candidatura por la gubernatura. Está preparado para sustituir a César Duarte, el otro priista quizá más convencido en todo Chihuahua. Y de igual modo, Serrano también fue elegido “candidato por unidad” del tricolor.
Así las cosas en Chihuahua. Como la hora y la palabra del presidente.
Aquí, una parte de la entrevista
Ayúdenos a conocerlo más, ¿quién es Enrique Serrano?
-Soy un juarense de toda la vida. Chihuahuense en consecuencia
¿Quién le dijo que era político?
-¡Yo solo!
¿Y usted se lo creyó?
-¡Síí!
¿Y qué ha aprendido de la política?
-Muchas cosas. He aprendido que se pueden lograr mejores condiciones de vida a partir de la política, alcanzar acuerdos.
¿Usted lo aprendió o le dijeron que la política era para hacer negocios?
-¡No, yo aprendí!
¿No ha hecho negocios?
-Sí, lo he hecho pero fuera de la política. Un restaurante.
¿Es verdad que es priista?
-¡Claro!
¿Del nuevo o del viejo PRI?
-Del mismo PRI de siempre. Es un solo partido.
¿Y cómo lo sabe?
-Pues porque tengo mi credencial
¿Y orgulloso de serlo?
-Así es.
¿Y cómo se logra estar orgulloso?
-Pues me convence de que es el mejor partido de México.
¿Se debe uno de querer mucho para ser priista, no?
-¡No, necesariamente!
¿Lo priista es, por ejemplo, ser disciplinado?
-Nooo. Ser priista significa mucho más que eso.
¿Leal?
-Leal con los principios del partido, sí.
¿Honesto?
-¡Honesto!
¿Simulador?
-¡No, para nada!
¿Transa?
-¡Menos!
¿Corrupto?
-¡Menos!
¿Corruptor?
-Mucho menos.
¿Todos los priistas son corruptos?
¡Claro que no!
¿Qué no ya ha dichoo el presidente Peña que la corrupción es cultural?
-Sí, pero no tiene que ver nada con el partido. Lo corrupto tiene que ver con los principios de cada persona.
¿Se equivocó el presidente?
-¡Noo… El presidente nunca se equivoca!
¿Ni cuando dice que la corrupción es cultural?
-¡Claro!, o sea… porque tiene que ver con la formación de las personas, pero no de los partidos.
Por cierto, ¿cuál es la diferencia entre un priista y un verde?
-El verde tiene un concepto un poco más reducido de la política.
En fin, regresemos… ¿a usted quién lo propuso de candidato?
-El partido.
¿Pues qué dotes le están viendo para ser gobernador?
-Mi formación de administrador público, economista, experiencia en el servicio público.
¿Y eso se lo creyó?
-¿Yo? Sí me lo creo.
Detengámonos, ¿qué tanto se suele engañar?
-Nunca, nunca me engaño.
¿No se miente?
-No, tampoco, no. Le estaría haciendo al loco
¿No simula?
-Noo.
-Sigamos conociéndolo: ¿qué lo suyo es la economía?
¡Sí!
¿Muy buen oficio para el lavado de dinero?
-Al contrario, el lavado de dinero lo hacen quienes no son economistas.
¿Excelente profesión para desviar recursos?
-Noo… me provocas más risa.
Entonces, ¿cómo logró ser candidato?
-Con mi trabajo, con mi trayectoria.
¿Ningún interés que atender?
-El interés de la gente, el interés de desarrollar mi profesión. Porque esa es mi profesión: yo estudié para trabajar en el gobierno.
¿Quiere que se lo vuelva a preguntar?
-Sí.
¿Puede mirar de fijo a la cámara y decir de frente que no hará mal uso de ningún fondo?
-No lo haré… ¡y nunca lo he hecho!
¿Y si lo hace?
-¡No lo haré!
Sigamos sinceros: ¿es verdad que usted nació en Sonora?
-Sí.
¿Y qué hace en Chihuahua?
-Me llevó mi mamá a los 15 días de nacido.
¿Nos dirá que tiene arraigo?
-Nadie escoge donde nacer, pero sí escogemos donde crecer y donde trabajar.
¿Se siente chihuahuense?
-¡Totalmente, de 57 años!
¿Y nos confirmará que Beltrones es su impulsor?
-No, pues Beltrones es el presidente del partido.
¿Y su mejor paisano?
-No, no tenemos coincidencia en proyectos de Sonora, más bien en Chihuahua.
¿Opera para él?
-No.
¿Para quién?
-Para Chihuahua
En fin, ¿pensará que está elección es solo un trámite?
-No absolutamente.
¿Ya está todo amarrado?
-No.
¿Qué falta?
-¿En dónde, en qué y de qué?
¿Ganará quien movilice a más personas o quien compre más votos?
-Quien convenza más.
¿Y usted está convenciendo?
-Así es.
Seamos transparentes como dice que es: ¿cuánto lleva gastado en la campaña?
-No llevo las cuentas todavía. No he sacado el total.
¿Cuánto piensa gastar?
-Lo que la ley me permita.
¿Quién le está prestando?
-No, nadie me está prestando..
¿Los empresarios lo apoyan?
-Sí.
¿Me da un nombre?
-No daría nombres puesto que los empresarios se reservan.
¿César Duarte aquí opera como aglutinador o como empresario?
-¡Como gobernador!
¿Fue un buen gobernador?
-¡Sí, señor!
¿Y usted piensa administrar igual que él?
-Mejor que él.
¿Con todo y acciones en bancos?
-Sin acciones en bancos.
¿Él tiene acciones en bancos?
-No. No lo sé.
Por cierto, ¿ya vio como están en las encuestas?
-Sí.
¿Y cómo van?
-Muy bien para mí.
A propósito, ¿cuánto le están costando las encuestas que está levantando?
-Nunca he mandado a hacer una encuesta… Veo las que mandan hacer los demás, las que manda hacer mi partido.
¿La prensa, señor candidato, para que le sirve?
-Para informarme.
¿La tratará igual como la trata Duarte?
-No.
¿Cómo la va a tratar?
-Como la he tratado yo: con respeto.
Se lo vuelvo a preguntar: ¿para qué provecho quiere ser gobernador?
-Para el provecho de los chihuahuenses.
¿Es verdad que usted y su gobierno serán transparentes?
-Claro.
¿Que no permitirá más robo ni abusos de poder?
-No permitiré robos ni abusos de poder.
¿Y a poco llevará a César Duarte a la cárcel?
-Llevaré a quien haya cometido delito.
¿Él ha robado?
-No lo sé ahorita.
¿No ha desviado dinero?
-No lo sé, ahorita.
¿No se ha enriquecido ilícitamente?
-No lo sé, ahorita.
¿Gobernó Duarte con apoyo del narco?
-No. Eso sí lo sé, porque fui presidente municipal y combatí la corrupción y la delincuencia.
¿Le hará una auditoria?
-A todo el gobierno.
¿Con Duarte gana la elección?
-No, la gano conmigo mismo y con mi partido.
A propósito, ¿ya negoció con el crimen organizado?
-No, no… para nada.
¿Usted es su candidato?
-¡Absolutamente no!
¿No será usted “El 81”?
-¿Qué es eso?
¿Quién es “El 80"?
-¡Para nada, para nada!
¿Se podrá gobernar sin el narco?
-Se puede gobernar contra el narco. Hay que gobernar contra el narco.
¿Así lo hará?
-¡Sí!
¿Quién será su fiscal?
-Todavía no lo decido.
En fin, ¿usted ganará?
-Claro.
¿Por la buena y limpio?
-Claro.
¿Le gusta el mando?
-Sí.
¿Seguro?
-¡Sí!
¿Le gusta mandar?
-Sí. Pero sé negociar, también me ha tocado.
¿Es verdad que pagará a tiempo a proveedores y contratistas del gobierno?
-¡Claro!, así lo hice como presidente municipal.
¿Puede mirar a la cámara y sostenerlo?
¡Pagaré a tiempo a contratistas y proveedores.
¿Y si no lo hace?
-Si lo voy hacer.
¿Y si aun así… no lo hace?
-Yo voy a que lo haga.
¿Sabe usted los niveles de impunidad que hay en su estado?
-Sí… ahora hay que combatirlo.
Bueno a todo esto… ¿nos dirá que conoce a Chihuahua?
-Sí.
¿Tanto cómo quién?
-No sé. No me podría equiparar en nadie. Yo lo conozco personalmente.
¿Diría que lo conoce más que Corral?
-No, no sé qué tanto lo conozca él.
¿Nervioso, candidato?
-Noo.
¿Preocupado?
-Preocupado por los problemas de Chihuahua, por las carencias de los chihuahuenses. Ellos saben que sí.
¿Cuándo negociará con Corral?
-¡Nunca!
¿Sí?
-No, no tengo nada que negociar con él.
¿Cómo piensa intimidarlo?
-Tampoco. No tengo nada que intimidarlo. Ni la menor intención.
¿Aceptará usted la derrota?
-No la tengo, ni ese escenario.
¿Aceptará Corral su derrota?
-No sé… ni me interesa.