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A ras de piso: Los candidatos en Puebla convierten las campañas en un 'set'

Con canciones y escenografías, los aspirantes a gobernador optan por no aburrir al electorado a la hora de pedir su voto rumbo a la elección del 5 de junio. Así se vive la contienda en esta entidad.
vie 20 mayo 2016 07:45 AM
Así se vive la intensidad de la elección en Aguascalientes
Más que discursos Las campañas no son sólo promesas. Los mítines se llenan de gente, pero también de color. (Foto: Ilse Domínguez)

En la carrera por convencer a 4 millones 213,193 habitantes en edad de votar, los cinco candidatos que compiten por gobernar Puebla por un periodo de 22 meses no han escatimado ingenio. Las campañas en la entidad por momentos parecen conciertos, teatralizaciones, rituales.

El candidato de la coalición que encabeza el PAN, Antonio Gali Fayad, arma en sus mítines todo un show en el que incluso canta; en tanto que la abanderada del PRD, Roxana Luna, ha echado mano de escobas, sartenes, réplicas a escala de las obras más icónicas del gobierno de Rafael Moreno Valle y hasta del dios prehispánico Tláloc. Más moderada, la candidata del PRI, Blanca Alcalá, sólo se salió del guión en su arranque de campaña, cuando se hizo una "limpia".

El candidato de Morena, Abraham Quiroz, y la independiente, Ana Teresa Aranda, han tenido campañas más limitadas, como los recursos a los que tienen acceso, como lo reflejan estas crónicas de campaña.

GALI: EL TROVADOR DE SU CAMPAÑA

Se arrodilla mientras canta. Los aplausos y gritos llegan a su cúspide mientras Antonio Gali Fayad entona “la vida se me va por tu querer”, parte de la letra de la canción Al Final.

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Se detiene unos segundos y brinca. Alza los brazos como si buscara envolver a los 10,000 asistentes —según los organizadores. Manda saludos, besos y continúa… luego, inclina su cuerpo hacia adelante, desde la cintura, en señal de agradecimiento.

“Canta como Luis Miguel”, se escucha entre un grupo de mujeres que lo observan en primera fila. Pero no. No se trata de algún cantante, sino del candidato a gobernador de Puebla de la coalición que encabeza el PAN, Antonio Gali Fayad. Es el primer día de su campaña, y está en San Andrés Azumiatla, una de las poblaciones más marginadas, en el sur de la capital del estado.

Al fondo, su coordinador de campaña, Javier Lozano busca agarrar el ritmo.

La escena no es nuevo para el aspirante a suceder a Rafael Moreno Valle. Tony Gali conquistó la presidencia municipal de Puebla en la campaña de 2013, en cuyos actos entonaba este clásico que hizo famoso al artista Emmanuel en los albores de la década de los años 80.

Son cerca de las 14:00 horas, y los rayos del sol traspasan la lona blanca que fue colocada en un terreno baldío de esta comunidad. Gali se disculpa por no poder ofrecer sombra a todos; reconoce que los asistentes superaron sus expectativas, y que por eso la carpa les quedó “chica”.

El panista es un ser histriónico. Llega un momento en el que ya no sólo se arrodilla o se agacha para que las mujeres se tomen selfies con él, sino que se acuesta boca abajo en la tarima forrada con lona azul y con el slogan de la campaña: Sigamos Avanzando.

Cuando llega a sus eventos masivos, Gali Fayad dedica media hora para saludar a algunas personas, los que rodean el estrado. Los abraza, se toma selfies y besa la mano de las mujeres. Pero no hay mucho más que selfies y promesas; su equipo no permite que los asistentes con alguna petición se acerquen y le soliciten una solución a sus problemas. En cambio, ofrecen anotar sus datos con la promesa de llamarlos para apoyarlos, después.

Esta tarde, antes del candidato, enfilan en el micrófono siete personas, entre ellas, la jefa delegacional en Miguel Hidalgo (Ciudad de México), Xóchitl Gálvez, quien argumenta su apoyo a su compañero de partido porque no es “ratero”, “huevón” ni “pendejo”.

nullEl mismo día, el presidente del PAN, Ricardo Anaya, acompañará a su abanderado en el municipio de Coyomeapan, en la Sierra Negra. La prensa no está invitada.

A diferencia de hace tres años, el gobernador Rafael Moreno Valle, a quien sus rivales consideran “padrino político” de Gali Fayad, no se ha aparecido en la campaña panista "para evitar malas interpretaciones", dijo a medios locales el coordinador general de la campaña, Javier Lozano, el pasado 9 de mayo. La esposa del mandatario estatal, Martha Erika Alonso —secretaria general de Acción Nacional—, sí está activa, aunque solo ha estado en eventos clave y se ha dedicado a realizar una campaña alterna en los municipios, en ocasiones acompañada por la cónyuge del candidato, Dinorah López, en encuentros con mujeres.

Además, a Gali Fayad se le ha bajado lo cantor. En 2013, a la menor provocación, un “que cante, que cante”, se adueñaba del escenario. Llegó a hacerlo en casi todos su actos, en algunos, a dueto con su hijo menor, José Eduardo. Quizá, se desalentó por las críticas de sus opositores, quienes lo han calificado hasta de "ridículo", como la priista Blanca Alcalá.

No obstante, en los más de 40 días de proselitismo en esta carrera por la minigubernatura —como le llaman por que durará 22 meses en lugar del típico sexenio—, el candidato ya no ha cantado desde el pasado 3 de abril, o al menos ya no en público, con presencia de medios de comunicación... pero sus operadores reparten cientos de discos con sus canciones.

La producción discográfica se llama No soy el aire, y en la carátula aparece junto a un grupo de jóvenes. Es 28 de abril y el reparto inicia exclusivamente con mujeres en el municipio de Tecamachalco, bastión panista. La gente se emociona y no se conforma con una copia; arrebatan los CD’s a las brigadistas.

Hasta el momento, el ‘gallo’ de los partidos Acción Nacional, Nueva Alianza (Panal), del Trabajo (PT), Pacto de Integración Social (PSI) y Compromiso por Puebla (CPP), lleva recorridos cerca de la mitad de los 217 municipios poblanos. En la mayor parte, ha evitado llevar a los representantes de medios de comunicación. Aunque asegura que hace una campaña a ras de piso en su autobús, que llama ‘Tony Bus’, sus contrincantes han denunciado con fotografías que en realidad se traslada en helicóptero.

Aparte del arranque de campaña, Ricardo Anaya regresó el 12 de mayo para presenciar el debate. El 1 de mayo, el candidato estuvo en San Pedro Cholula con el exsenador Santiago Creel; un día después, en Tepeyahualco de Hidalgo, viajó con el diputado federal y exlíder nacional panista Gustavo Madero, mientras que el 14 de mayo —en el marco del Día del Maestro— recibió el espaldarazo del dirigente de Nueva Alianza, Luis Castro, en un encuentro con el magisterio.

Una campaña tan musical no podría terminar de otra forma sus actos de campaña. Al final, se escucha la canción oficial de la campaña: “vamos a votar, con Gali vamos a ganar, quiero que Puebla crezca y que siga adelante”, adecuación de una cumbia de Súper Lamas llamada ‘Yo quiero chupar’.

Alcalá, ¿necesita otra limpia?

Ya no tiene la misma mirada de que inició la campaña. Las facciones de Blanca Alcalá, candidata del PRI a gobernadora de Puebla, son más firmes, la voz ya no se le quiebra cuando menciona a su familia. La mujer frágil que lloró el primer día de su campaña cuando habló de sus hijos, cuando ofreció “cuidar” a Puebla como cuida a su familia, quedó entre las empobrecidas montañas que rodean el municipio de Zihuateutla, donde arrancó sus actividades proselitistas.

Pasado el mediodía del domingo 3 de abril, aún se siente frío en esta comunidad —a más de cuatro horas de la capital del estado, elegida por la candidata porque en náhuat significa “mujer gobernadora”—, a donde tres mujeres indígenas dan la bienvenida a la priista con una “limpia” con humo de incienso, albacar, flores y plantas de la región.

“Es para que le vaya bien. Que gane y que nos ayude. Vea cómo vivimos”, dice a Expansión Raymunda, una de las participantes en el ritual indígena, quien además le entrega collares de flores que le prepararon desde la víspera.

Quizá la “humeada” y “rameada” para quitar las “mala vibras” no fue suficiente. No había pasado un mes de actividades proselitistas cuando comenzaron los señalamientos de corrupción, enriquecimiento ilícito y de no haber concretado alguna obra relevante en su paso por la presidencia municipal capitalina (2008-2011).

Haberse autorizado una gasolinera en su tiempo de alcaldesa; haber entregado obras por 12.7 millones de pesos a uno de sus socios, y de tener activos millonarios en la construcción de 45 casas en el municipio de Cuautlancingo. Decomiso de toneladas de propaganda . Hasta de "tlaxcalteca" la han acusado, como si, en particular, haber nacido en el estado vecino fuera algo reprochable. También señala que le impiden celebrar mítines en municipios gobernados por alcaldes del PAN.

Alcalá ofrece una y otra conferencias de prensa para denunciar que enfrenta una elección de Estado. Hay que cambiar la actitud.

Es 13 de abril y, al grito de “no que no, sí que sí, ya llegaron los del PRI”, los tricolores se ha adueñado del Zócalo de Xiutetelco, en la Sierra Norte. Desde un megáfono, la candidata dice que no necesita armas para defender sus derechos. No menciona nombres, pero acusa bloqueo contra su campaña. El municipio es controlad por Acción Nacional.

Un día después, vuelve a encabezar una marcha. Otra vez, le han negado un permiso para realizar un evento masivo en el Zócalo de Hueytamalco. En esta ocasión, marca los pasos al ritmo de la banda de viento que va por delante. Con el puño derecho arriba y bajo el grito: “Puebla ya es hora, Blanca gobernadora”, avanza.

La candidata del PRI, Blanca Alcalá, ha acusado bloqueo para hacer campaña en municipios gobernados por alcaldes del PAN.
La candidata del PRI, Blanca Alcalá, ha acusado bloqueo para hacer campaña en municipios gobernados por alcaldes del PAN.

Desde el inicio de la campaña, el presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, ha estado en Puebla en tres ocasiones: el 5 y 23 de abril, para acompañar a la candidata en la presentación de su visión de gobierno y en la firma de sus compromisos con mujeres, a quienes promete impulsar una alerta de género para “protegerlas” de los feminicidios, un delito que ha ido en aumento en el último año . El otro encuentro se dio la tarde del 17 de mayo, cuando denunció amenazas por parte del gobierno del panista Rafael Moreno Valle contra alcaldes del PRI para traicionar al partido.

EL FOLCLOR DE LUNA: DE LA ESCOBA AL DIOS TLÁLOC

Margarita Porquillo ha tomado el sartén por el mango. Su cocina se quedó sin una pieza, pues se han convertido en armas para “defender” a su hija de la delincuencia, quien compite por ser gobernadora en Puebla por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sumar a su mamá como su guardaespaldas, junto con sus primas y amigas, como elementos de seguridad es apenas una de las piezas del rompecabezas que es la campaña de Roxana Luna.

“Hemos caminado y llorado juntos compañeros”, dice la perredista a las docenas de sus seguidores que asisten a cada uno de sus eventos —un par de centenas, máximo.

Un utilitario más del hogar a la campaña: la escoba. La candidata la convierte en un símbolo para “barrer” la corrupción. El sol apenas cubre una parte de la capital la mañana del 3 de abril, cuando llega con un grupo de simpatizantes frente las oficinas de la Secretaría General de Gobierno (SGG) y comienza a barrer. En medio de la polvadera, explica que es una forma de ir limpiando al “mal gobierno”. La escena se repite frente a otras sedes.

Pasan 12 días, y deja a un lado las escobas. Es momento de que su mamá saque los cucharones, sartenes y cazuelas para reforzar la campaña. Frente la Fiscalía General del Estado (FGE) promete que, entre sus primeras acciones, estaría destituir al titular, Víctor Carrancá Bourget, pues considera que su designación por un periodo de siete años es una imposición del gobernador Moreno Valle.

Los elementos que protegen a la candidata del PRD, Roxana Luna, son sus amigas y familiares. Sus armas: utensilios de cocina.
Los elementos que protegen a la candidata del PRD, Roxana Luna, son sus amigas y familiares. Sus armas: utensilios de cocina.

Parece que la utilería no es suficiente; llega el momento de las escenografías. Roxana eleva el tono de sus críticas contra Moreno Valle y el candidato del PAN, Antonio Gali Fayad con monumentos hechos de cartón: al autoritarismo, de la paz. Todos como plataforma para criticar las acciones de Moreno Valle.

Luego, los Oscars. A un lado de la Casa de Gobierno, la campaña perredista coloca una alfombra roja y ubica una estatua en tamaño real, que recuerda a los famosos premios de la Academia a lo mejor del cine de Hollywood. Es mayo, y ha llegado el momento de ridiculizar al mandatario local en una obra de teatro en la que se simula la entrega de un 'Oscar' como el gobernador "más villano de la historia".

Pero a esta campaña, a la que ha venido en dos ocasiones el presidente del PRD, Agustín Basave, y en la que han estado ausentes cientos de militantes del sol azteca que decidieron abandonarla para sumarse al panista Antonio Gali Fayad, faltaba una voz superior. La de ¡dios Tláloc!

La candidata le da espacio en su campaña y lo empodera para que sea él quien termine de convencer a los electores de que Moreno Valle ha hecho mal con entregar a un particular el suministro del agua potable.

¿Qué otras ocurrencias falta aún por ver en esta campaña?

Aranda: independiente de a pie

Ana Teresa Aranda se ha valido de sus pies y de sus palabras para hacer campaña.

“Hola. Soy Ana Tere, la candidata independiente”, es su carta de presentación. Algunos aceptan saludarla y le reciben su propaganda, otros más la miran con recelo. “No los culpo”, comenta.

Las autoridades electorales le entregaron 638,278 pesos para actividades de obtención del voto, que sólo le alcanzan para imprimir volantes. Y le cuesta trabajo repartirlos.

La aspirante atribuye los desaires a que en las comunidades del interior del estado los electores aún no se enteran de que pueden votar en las urnas el próximo 5 de junio por una candidata independiente.

Hasta este 18 de mayo, han transcurrido 32 días en los que la expanista da su última batalla, como ella misma ha calificado a esta campaña. Busca suceder en el poder al gobernador Rafael Moreno Valle, el mismo contra quien luchó en 2010 en la interna del Partido Acción Nacional (PAN), al que perteneción durante 26 años.

“El tirano quería impedir que mi nombre apareciera en las boletas”, denuncia a la menor provocación.

Su nombre tampoco es popular en la radio o en la ‘tele’. Le fue permitido pautar ante el Instituto Nacional Electoral (INE) sólo un spot.

Cinco personas conforman el círculo más cercano de La Doña, con quienes todas las mañanas sale y regresa a la capital del estado en una camioneta de modelo atrasado. Su chofer, César, es el mismo que le toma las fotografías, que actualiza sus redes sociales y envía audios a los medios de comunicación. Su secretario particular y su abogado también le hacen de brigadistas.

No ha encabezado un solo evento masivo, no por falta de ganas sino por carecer de estructura y dinero. Se trata de una campaña de a pie.

QUIROZ: ¿SE ACABÓ EL EFECTO AMLO?

Aún da la sensación de que está frente a un salón de clases. En ocasiones, divaga. Sus palabras tropiezan entre sí. No se nota cómodo.

Al académico Abraham Quiroz, candidato de Morena, le falta aún por aprender de su maestro: Andrés Manuel López Obrador. E incluso para el dos veces candidato presidencial de la izquierda quedaron atrás los tiempos de gloria cuando las personas llegaban por sí solas a los mítines. Sin necesidad de acarreados esperanzados con obtener alguna sombrilla o torta.

Era un 12 de abril de 2012 cuando ya no cabía una persona más en la plaza de La Concordia en San Pedro Cholula. Todos querían ver y escuchar de cerca a López Obrador.

Pero ahora es 8 de mayo de 2016, y los tiempos han cambiado. En su último día de una gira en la entidad, en la misma plazuela, reunió a menos de 200 personas —según los propios organizadores.

Es el número máximo de electores que han acudido a escucharlo en las más de tres ocasiones que ha estado en diversos municipios de la entidad para llamar el voto en favor de Quiroz.

Aparte de los eventos con López Obrador, el candidato a gobernador de Puebla no ha realizado actos masivos. Su apuesta han sido los mercados, recorridos para repartir propaganda y, en otras actividades, ha esperado a trabajadores afuera de las empresas para invitarlos a votar por él.

Consigo, lleva a dos personas de la tercera edad quienes portan mensajes como “Vota por Abraham”, “Abraham es el mejor”.

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