López Obrador emprende la tercera carrera por la presidencia, ¿será la vencida?
Andrés Manuel López Obrador va por su tercer intento de llegar a la Presidencia de México y para ello, se registró este martes como precandidato de Morena, el partido que él mismo fundó en 2014.
El aspirante llega a la contienda de 2018 al frente de las encuestas, con un nuevo equipo que incluye a empresarios y políticos con experiencia en gobiernos anteriores, así como varios de los colaboradores que lo han acompañado cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal y en sus campañas de 2006 y 2012, incluida una coalición con el PT.
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Aunque no todo ha sido sumas para el exmandatario capitalino, pues a pesar que algunos de sus antiguos correligionarios se han sumado a su aspiración presidencial; al impulsar su propio partido, perdió a algunos de sus antiguos aliados del PRD y Movimiento Ciudadano, los cuales conformaron una coalición con el PAN para los comicios del 1 de julio.
López Obrador —al frente en las encuestas— mantiene una actitud triunfalista bajo el mantra de que “la tercera es la vencida” y, aunque ha manifestado que no se confiará, aseguró que sus contendientes no lo alcanzarán en la intención de voto.
“Ninguno va a levantar”, sostuvo este domingo durante una gira por el Estado de México, luego de que quedó definido que el abanderado del PRI será José Antonio Meade y por el Frente PAN-PRD-MC se perfila que Ricardo Anaya quede como candidato.
Palacio Nacional o La Chingada
El líder de Morena —de 64 años de edad, y quien además de jefe de Gobierno ha sido dirigente nacional de este nuevo partido y del PRD— ha reiterado que si no consigue llegar al poder en este intento, se retirará a su rancho en Palenque Chiapas llamado “La Chingada”.
Para evitar este destino, el tabasqueño convocó a un grupo de políticos, empresarios, especialistas e intelectuales para armar el Proyecto de Nación con el que pedirá el voto.
El empresario Alfonso Romo Garza coordinó al equipo que redactó el documento de propuestas presentado el pasado 20 de noviembre, en el cual fungieron como responsables Claudia Sheinbaum, de Política y Gobierno; Adrián Rodríguez, de Economía y Desarrollo; Laura Esquivel, de Educación y Cultura, y Esteban Moctezuma, en Desarrollo Social.
Este último —exsecretario de Gobernación y Desarrollo Social en el sexenio del priista Ernesto Zedillo, y a quien incluso se llegó a mencionar como presidenciable en el año 2000— es uno de los más recientes ‘fichajes’ en la campaña de AMLO, y representa otro acercamiento con los empresarios, pues está vinculado con Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca.
El aspirante ha aderezado la discusión pública con propuestas propias, como una "amnistía" a criminales para pacificar al país, cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto capitalino, mudar las principales dependencias de la Ciudad de México a los estados de la República, o revertir las reformas estructurales aprobadas en este sexenio. Algunas de estos planteamientos han desatado críticas de sus opositores e incluso de funcionarios como los secretarios de la Defensa y de Marina.
Niveles de popularidad
López Obrador, por su parte, ha vaticinado que las demás opciones políticas, incluidos los independientes que superen la etapa de recolección de firmas ciudadanas, se aliarán para afectar sus niveles de preferencias durante los casi tres meses de campañas previo a la votación. Por ahora, las preferencias se inclinan a favor del líder de Morena, de acuerdo con las últimas mediciones.
La encuesta publicada este martes por El Economista-Consulta Mitofsky mantiene al aspirante al frente con una intención de voto de 23%, pero reporta un crecimiento de Anaya y de Meade cercanos al 20%.
Este estudio es el que, por ahora, indica una contienda más cerrada. Otros dos recientes, la de Reforma y El Universal-Buendía y Laredo, señalan que López Obrador lidera con preferencias superiores a 30%, en tanto que Anaya cuenta con alrededor de 20%, y Meade con 16%, es decir la mitad que las preferencias por el abanderado de Morena.
Esta delantera contrasta con el arranque de la campaña de 2012. En noviembre/diciembre de 2011, el entonces abanderado de la coalición de partidos de izquierda tenía aproximadamente la mitad de preferencias que las del candidato priista de entonces, Enrique Peña Nieto, de acuerdo con las mediciones que entonces realizaron El Universal (15% de López Obrador contra 44% del abanderado del tricolor) y Reforma (26% de AMLO contra 49% de EPN).
En esa oportunidad, López Obrador buscó acercarse a sectores como los empresarios y la clase media que veían en él a un aspirante rijoso a través de una campaña de reconciliación en la que incluso planteó transformar a México en una "república amorosa".
La brecha con Peña Nieto se cerró, pero en los resultados finales de la elección de 2012 se mantuvo la ventaja para el priista, quien triunfó en los comicios del 1 de julio de 2012 con una ventaja de casi siete puntos porcentuales.
En su primer intento, en 2006, también fue postulado por la coalición PRD-PT-MC, cuando perdió la elección ante el panista Felipe Calderón por 35.33% contra 35.89% de las preferencias, es decir, una diferencia de 0.56%, que equivale a 233,831 votos. El izquierdista afirmó que había sido víctima de un fraude —que no comprobó— y encabezó una serie de protestas contra Calderón, a quien llamó "presidente espurio".
Las distintas fuerzas políticas se preparan a iniciar el próximo jueves precampañas, proceso que se empalma con la etapa de recolección de firmas de apoyo ciudadano de quienes aspiran a una candidatura presidencial independiente, incluida la expanista Margarita Zavala, esposa del expresidente Calderón. Una vez que quede definido quiénes aparecerán en la boleta, los abanderados contarán con casi tres meses campaña para intentar inclinar a su favor la balanza de las preferencias electorales.
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