Lodo, comida y pintura: estos son los festivales más 'sucios' del mundo
Hay algo innatamente desordenado sobre el verano. El aire es más ácido, los cuerpos están más pegajosos, y las personas parecen estar más dispuestas a ensuciarse. Esa debe ser la razón por la que algunos de los festivales más sucios se toman su tiempo hasta los meses más cálidos.
Envolverse en lodo
Glastonbury es el mayor festival de música del mundo. Pero es casi tan famoso por su ambiente salpicado de lodo como por la música; de hecho, incluso se le acredita con la invención del surfing en lodo.
Las botas para la lluvia son de rigor para los 150,000 asistentes al evento, en parte debido al clima típicamente húmedo de Reino Unido. Este año no fue diferente, con fiesteros que llegaron sin inmutarse por la lluvia torrencial.
“(Durante el festival) a veces, verás un atajo de aspecto inofensivo entre algunas tiendas que nadie más parece utilizar”, recuerda Rebecca Milford, una veterana en Glastonbury. “Llegas a la mitad solo para descubrir que en realidad es un hoyo de lodo de casi 100 metros de profundidad. Me quedé atorada durante 30 minutos antes de que un alma caritativa decidiera sacarme”.
Aunque celebrar con lodo es solo incidental en Glastonbury, en el Festival Boryeong Mud en Corea del Sur, el lodo es el principal evento. El festival comenzó en 1998, cuando una empresa local de cosméticos comenzó a fabricar productos con lodo Boryeong; que se le considera altamente apreciado por su alto contenido mineral. La empresa lanzó el festival como una iniciativa de marketing. Desde entonces se volvió uno de los eventos principales del calendario surcoreano, con más de dos millones 600,000 visitantes el año pasado.
Este año, las festividades comienzan el 19 de julio. Los potenciales asistentes pueden esperar la mezcla usual de atracciones desordenadas, es decir, peleas de lodo, resbaladillas en lodo, baños de lodo, pelea en el lodo y un maratón de lodo.
Peleas de comida
La Tomatina es quizá la reunión con temática gastronómica más famosa, aunque el producto celebrado en cuestión (los tomates) es arrojado, no comido. El año pasado, 45,000 fiesteros se unieron a la revuelta roja en Buñol, España. Aunque el evento es cada vez más conocido, los veteranos dicen que no hay preparación para el ataque jugoso.
“Las personas comienzan a estar de fiesta en las calles y se reúnen en un frenesí. Luego los camiones salen y una masa de color rojo se dispara en el aire. De repente, nadas allí y pones tomates en los rostros de extraños”, dice Corey Kirkham, un guía con Top Deck Travel , que anualmente ofrece visitas al festival.
Más de 150,000 tomates se tiran en La Tomatina, y Kirkham dice que una regadera no siempre es suficiente para quitarse los restos del evento.
“Al día siguiente, encuentras tomates en todos lados, y aún te quitas cosas de varias partes”.
El evento de este año está programado para el 28 de agosto, aunque por primera vez habrá un límite en el número de participantes. Solo se permitirán 20,000, y aquellos que asistan necesitarán adquirir boletos por adelantado.
Aun así, hay varios otros festivales menos conocidos, dedicados al arte de arrojar comida. En 29 de junio, miles de adictos al vino se reúnen en Haro, España, una pequeña ciudad en la región de Rioja, para empaparse entre sí en surtidos de reserva del vino insignia del área. El evento es conocido como La Batalla del Vino .
De acuerdo con los organizadores, el festival data del siglo XIII, y comenzó como una disputa de tierra que terminó en algo de vino destruido. Para conmemorar esa primera batalla, los asistentes vienen armados con cubetas, pistolas de agua, botas para vino, y varios otros recipientes para que las cosas fluyan.
Toby Paramor ha organizado tours a través de Stoke Travel durante cuatro años. Señala que la limpieza no siempre es sencilla.
“Hueles a vino durante días”, dice. Cualquier ropa que lleves al evento estará manchada de color berenjena al final, así que es mejor considerar como desechable cualquier cosa que vistas en el día.
El cuerpo como lienzo
A veces, el desorden es solamente el subproducto de una obra de arte espectacular. Eso es doblemente cierto cuando los cuerpos son utilizados en lugar de un lienzo, como en el caso del Festival World Bodypainting en Pörtschach, Austria.
El evento, que comenzó el 1 de julio, inició como una pequeña reunión hace 16 años con 20 artistas que mostraron su trabajo. Hoy en día, 30,000 personas asisten anualmente. La organizadora del festival Denise Molzbichler dice que el arte se volvió más sofisticado, con la entrada de maquillistas profesionales de todo el mundo. Los modelos no solamente están pintados (a menudo con una esponja de aerógrafo), sino que son deslumbrados, esculpidos y adornados con tocados elaborados. Las prótesis también son utilizadas comúnmente en la elaboración de personajes fantásticos que usualmente estarían reservados para una historia épica de ciencia ficción.
Uno de los ejemplos favoritos de Molzbichler, fue cuando un artista pintó a tres modelos separados y los hizo posar para que se vieran como una motocicleta.
“Fue fascinante, porque no podías reconocer dónde comenzaban y terminaban las personas. Todo lo que veías era la motocicleta”, recuerda.
Varias bandas tocaron en el festival, aunque el arte definitivamente es el componente clave.
Molzbichler dice que espera que el festival ayude a redefinir cómo las personas ven la práctica.
“Queremos que las personas entiendan que pintar el cuerpo es una forma de arte. No solo se trata de colorear algunos cuerpos”, dice.