Mirar una hora de TV puede aumentar el riesgo de obesidad en niños
Incluso sólo un poco de televisión potencialmente podría causar estragos a la salud de los niños, de acuerdo con una nueva investigación.
Los niños en edad preescolar y en primero de primaria que veían incluso sólo una hora de televisión diaria, tenían mayor probabilidad de tener sobrepeso u obesidad, de acuerdo con una investigación presentada en la reunión anual de la Asociación Académica de Pediatría en San Diego, Estados Unidos.
La investigación aumenta los estudios que han mostrado una relación directa entre el comportamiento sedentario y la obesidad en niños y adultos.
Estudios previos han mostrado que mientras más TV ve la gente, mayor probabilidad hay de que aumenten de peso. Los niños que tienen televisiones en sus cuartos tienen mayor probabilidad de tener sobrepeso o padecer obesidad, sugiere la investigación. Los hábitos de TV que se hacen desde temprana edad pueden llevar a una vida de problemas de peso.
Es en gran medida la razón por la que se incita a los padres a crear zonas “sin pantallas” en sus casas y limitar el tiempo frente a la pantalla a no más de dos horas al día, de acuerdo con la Academia de Pediatría de Estados Unidos, y los niños de menos de dos años no deberían ver nada de televisión.
Este estudio, del Dr. Mark DeBoer, un profesor asociado de pediatría con la División de Endocrinología y Diabetes Pediátrica de la Universidad de Virginia sugiere que incluso dos horas podría ser demasiado.
En promedio, los niños en edad preescolar miran cerca de 3.3 horas de televisión, de acuerdo con este estudio. Pero aquellos que veían incluso tan poco como una hora de televisión tenían el 50 o 60% de probabilidad de tener sobrepeso y 58% a 73% de ser obesos en comparación con los niños que veían menos de una hora. Y los niños que veían una hora o más de TV diaria tenían una probabilidad de 39% de tener sobrepeso y 86% de volverse obesos entre el kínder y el primer año.
“Y es importante recalcar que esto es después de tomar en cuenta el ingreso de los padres y la educación y otros factores que tienen un impacto en la obesidad”, DeBoer dijo.
El estudio analizó datos de más de 11,000 niños inscritos en un estudio longitudinal de niñez temprana en el año escolar 2011-2012. Un año más tarde, los investigadores entrevistaron a la mayoría de los padres de los niños sobre su tiempo frente a la pantalla. También midieron su altura y peso.
Era el tiempo mirando la televisión lo que pareció hacer la diferencia en el aumento de peso de los niños. Los científicos no vieron resultados similares en niños que usaban computadoras.
¿Qué es lo que tiene la televisión que puede llevar a la obesidad a niños y adultos? Dado que este fue un estudio observacional, los investigadores no lo saben con certeza, pero otros estudios con más controles han mostrado que puede ser porque ver la televisión es una actividad pasiva.
El comportamiento sedentario puede reemplazar el tiempo los niños normalmente pasarían haciendo actividad física. Otro estudio ha visto la influencia que tienen los comerciales en la forma de comer de las personas. Los comerciales pueden alentar a los niños a consumir alimentos o bebidas ricos en calorías. Las personas tienden a comer más cuando ven TV y a dormir menos, lo cual también es un factor de riesgo para la obesidad.
Como endocrinólogo pediátrico, DeBoer frecuentemente necesita tener la difícil conversación con los padres sobre el peso de sus hijos. “Veo muchos niños con problemas de peso y el impacto que tiene en su salud tras el curso de una vida es significante y contribuye a muchos efectos de salud enfermiza”, dijo.
La obesidad infantil en los Estados Unidos se ha más que duplicado en los últimos 30 años, de acuerdo con el Centro de Prevención de Enfermedades. En 2012 más de un tercio de los niños y adolescentes eran obesos o tenían sobrepeso. Los niños con sobrepeso tienen mayor probabilidad de tener problemas cardiovasculares. También son más propensos a tener prediabetes. Tienen mayor probabilidad de padecer muchos tipos de cáncer y son más propensos a ser molestados que los niños más delgados.
La buena noticia es que cuando los padres imponen reglas para ver la TV, los niños ven menos, muestra otro reporte. Los padres que también fomentan el juego en sus niños o se involucran en otras actividades físicas como el baile son frecuentemente exitosos en disminuir la probabilidad de que sus hijos ganen peso.
DeBoer cree que nunca es demasiado pronto para crear un ambiente que ayudará a los niños a mantener un peso saludable. “Es difícil darle la vuelta al exceso de peso más tarde”, dijo. “Así que tenemos que actuar y prevenir en este asunto”.