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Primera dama gana presidencia argentina

Los primeros resultados oficiales le dan a Cristina Fernández una amplia victoria de 42.43%; con este resultado supera a su más cercano adversario, Roberto Lavagna, que obtiene un 21.12%.
dom 28 octubre 2007 04:25 PM
Fernández se declara ganadora, a su lado el actual president

Cristina Fernández de Kirchner será la primera presidenta electa en Argentina tras ganar el domingo un comicio en el que el país apostó por mantener el ‘boom’ económico y por un traspaso de poder entre esposos inédito en América latina.

Fernández, una abogada de 54 años que reivindica los orígenes combativos del peronismo, llegará a la Casa Rosada bajo la promesa de mantener las políticas que llevaron al país a un ciclo de arrollador crecimiento durante los cuatro años de gestión de su marido, el saliente mandatario Néstor Kirchner.

"Hemos ganado ampliamente", fueron las primeras palabras de Fernández en el comando de campaña frente a cientos de seguidores y una lluvia de papeles celestes y blancos.

Enfundada en un vestido blanco floreado, la presidenta electa dio un discurso conciliador y aseguró que "es necesario aún profundizar los cambios y para ello es necesario sumar a la mayor cantidad de argentinos y argentinas a esta tarea".

Pero, Fernández deberá enfrentarse a una aceleración de la inflación que está castigando duramente los bolsillos de los argentinos, la falta de inversión en infraestructura, casos de corrupción y alta delincuencia, entre otros problemas.

Según los datos oficiales, con un 15.53% de las mesas escrutadas, Fernández captaba un 42.43% de los votos y llegaba así a la Presidencia en primera vuelta.

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Los cifras desataron festejos dentro del comando de Fernández, en un hotel del centro de Buenos Aires, mientras que en las puertas comenzaban a juntarse seguidores con tambores y banderas argentinas.

Con aplausos y cantos festejaban rodeados de dos pingüinos inflables gigantes, en alusión al origen político de la pareja presidencial, que forjó su carrera en la fría Patagonia.

"Es algo espectacular porque por primera vez en la historia tenemos a una mujer presidenta electa por el pueblo" dijo Aída Molinari, una artesana de 47 años frente al hotel.

La senadora, que durante la campaña recibió el apoyo del mandatario venezolano, Hugo Chávez, fue una pieza clave de la administración de Kirchner y muchos argentinos creen su victoria implica que el país seguirá siendo gobernado por la pareja hasta el 2011 tal como ocurrió desde el 2003.

En el segundo puesto, con un 21.12%, sorprendía el centrista ex ministro de Economía Roberto Lavagna, relegando al tercer lugar a la centroizquierda Elisa Carrió, quien figuraba segunda en los sondeos a boca de urna.

En los comandos de Carrió y de Lavagna aún llamaban a esperar a que se cuenten más mesas, luego de que el cierre de la votación se postergó en Buenos Aires por una hora debido problemas organizativos y robos de boletas.

 

Continuidad con retoques

Si bien Cristina -a secas, como se la llama en Argentina- prometió seguir las premisas de su marido de mantener cebado el consumo doméstico, alentar las exportaciones con una moneda debilitada y mantener el superávit fiscal primario y comercial, se espera que imprima un estilo diferente a las conflictivas relaciones internacionales del país.

Su proyecto es mantener relaciones con todo el planeta, pero eso implica el difícil desafío de mantener los actuales estrechos lazos con Chávez, el polémico líder de la cruzada antiestadounidense en América Latina, y a la vez con Washington, que ha mantenido frías relaciones con Kirchner.

Fernández también heredará un largo conflicto ambiental con Uruguay, una suave interacción con Brasil aunque con tensiones comerciales y una aún tibia relación con la chilena Michelle Bachelet, la otra mujer al mando en la región, por el recorte en los envíos de gas que Argentina realiza cada invierno.

 

Agenda local

En los últimos meses, Fernández a dado la vuelta al mundo en su carácter de primera dama y senadora visitando líderes mundiales, lo que le valió críticas de la oposición por no prestarse al debate de políticas o dar entrevistas.

Con la apatía adueñándose de la campaña por los sondeos augurando una victoria del oficialismo, muchos argentinos estuvieron y están más preocupados por la incesante inflación que por el recambio presidencial.

Los datos oficiales muestran una inflación anual orilla el 9%. La cifra, que es alta para la región, es blanco de la oposición y de analistas privados, que acusan al Gobierno de manipularla para mostrarla menor a la real.

Esta situación será la primera piedra en el camino de Fernández, y ya anunció que buscará resolverla generando más inversión para que crezca la oferta de bienes y lanzando un nuevo sistema de medición de precios, pero nunca desacelerando la economía como sugieren muchos observadores.

La economía argentina cumplirá en 2007 su quinto año creciendo a tasas superiores al 8 por ciento anual, lo que le permitió al Gobierno mostrar una reducción del desempleo y la pobreza a la mitad.

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