El Parlamento venezolano aprobó el viernes un controvertido proyecto de reforma constitucional que el presidente Hugo Chávez califica de vital para consolidar su revolución socialista, pero que sus adversarios aseguran allana el camino hacia el autoritarismo.
La jerarquía católica, agrupaciones estudiantiles, empresarios y partidos de oposición han rechazado la iniciativa, que alegan vulnera importantes derechos de los ciudadanos y genera concentración de poderes en el mandatario.
La Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, ajustó 69 artículos de la Carta Magna que van desde la reducción de la jornada laboral a seis desde ocho horas hasta suspender el derecho a la información y garantías al debido proceso durante estados de excepción.
Pero, uno de los puntos más criticados es la eliminación de los límites para la reelección presidencial, que los críticos dicen busca perpetuar en el poder a Chávez, que ya va por su segundo mandato consecutivo.
La propuesta será sometida a una consulta popular en diciembre.