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México tiene déficit de doctorados

Apenas 0.2% de los estudiantes en edad de cursar una maestría o doctorado logran obtener este g tanto las empresas como el gobierno invierten poco en la educación de postgrado, revela la OCDE
mié 07 noviembre 2007 06:00 AM
En México menos del 0.2% logran obtener una maestría o docto

México no califica por mucho, entre los principales formadores de profesionistas con postgrado. Pero ello no es casualidad, pues cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), revelan un alto desempleo entre este selecto grupo, además de poca inversión para explotar su potencial.

La más reciente Evaluación sobre Ciencia, Tecnología e Industria 2007 presentada por el organismo internacional, reveló que en México menos de 0.2% de la población en edad de cursar una maestría o un doctorado, logran obtener este grado.

Este porcentaje no sólo se compara de forma desfavorable con el resto de los integrantes de la OCDE, sino que además es una proporción mucho menor a la que registran otros países no miembros. Como ejemplo, en Suecia 3.2% profesionistas en edad de obtener el máximo nivel educativo, cuentan con doctorado. Una relación similar ha logrado Suiza, mientras que en Portugal se cuentan 2.5% con doctorado.

Entre los países que no son miembros de la OCDE destaca el caso de Rusia, en donde 1.5% de su población en condiciones de obtener un doctorado lo tienen, un porcentaje similar a Brasil quien cuenta con 1.2% con este nivel de postgrado.

Desde la perspectiva del organismo consultor, “el número de graduados en estos niveles son un indicador del potencial que un país tiene para asimilar y desarrollar conocimiento avanzado. Además de que refleja el potencial para proveer al mercado laboral de empleados altamente calificados”.

En específico, se estima que los niveles de postgrado enfocados a las ciencias y a las ingenierías son lo que más aportan en este potencial de desarrollo.

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Bajo esta lógica, la OCDE detalla que en el 2005 Estados Unidos otorgó 11, 516 títulos de doctorado en ciencias e ingenierías para estudiantes foráneos. De este total, 3, 448 fueron para estudiantes de origen chino, 1,734 para alumnos de otros países de Asia, y 1,170 para jóvenes de Corea. En contraste, los alumnos de origen mexicano sólo obtuvieron 206 títulos, esto es, sólo 1.79% del total.

Preparados, pero desempleados

Pero la importancia de desarrollar profesionistas con altos estándares de educación no sólo radica en lograr el título, sino que las economías deben abrir los espacios necesarios para que estos recursos humanos de alto nivel sean productivos.

Lamentablemente, el informe detalla que la tasa de desempleo entre los profesionistas con postgrado en México, es mayor a la tasa de desempleo general del país.

Las cifras actualizadas al cierre del 2004 observan que el desempleo entre los varones graduados con títulos superiores, fue de 4.0%. Mientras la población femenina sin empleo y que tiene un título de educación superior es de 5.0%. Ambos niveles de desempleo no se han modificado significativamente desde la medición previa que fue en 1998, además, superan a la tasa de desempleo general que es de 3.1%.

Desde otra perspectiva, el empleo entre este mismo segmento de la población mexicana creció a una tasa anual promedio de 5.5% entre 1998 y el 2004. Si bien es un ritmo de expansión nada despreciable, el mercado laboral para los postgraduados en otros países como España, creció a una velocidad anual promedio de 9.3%, en Austria a 8.4% y en Portugal a una tasa de 7.9%.

A decir de la OCDE, el ritmo de crecimiento del empleo en el segmento de la educación terciaria es un indicador del potencial de innovación del mercado laboral local, y revela la tendencia general de capacitación de su fuerza de trabajo.

Sin inversión, no hay trabajo

“Los recursos humanos especializados en ciencia y tecnología son el pilar fundamental de las economías altamente basadas en el conocimiento”, sostiene la OCDE en su informe.

Según sus estimaciones, para el 2005 al menos 30% del total del empleo en Estados Unidos y la Unión Europea estaba fundamentado en profesionistas de alto nivel y especialización. Ello significaba al menos 57 y 59 millones de personas, respectivamente.

Pero ello tiene que ver también con el nivel de inversión que hacen las empresas y los países en investigación y desarrollo. En este ámbito, México tampoco se encuentra muy bien posicionado.

Las cifras presentadas en el documento revelan que al cierre del 2005 México en su conjunto, no invertía más de medio punto porcentual de su PIB en Investigación y Desarrollo (I&D).

En contraste, Suecia invierte lo equivalente a 3.7% de su PIB, Finlandia invierte 3.5%, y Japón 3.2%. Entre los países de la OCDE, sólo Grecia invierte menos que México.

Según explica el texto, el sector empresarial es la principal fuente de financiamiento de la inversión doméstica en este rubro. En promedio, entre los países de la OCDE, el sector privado aporta 63% de los recursos totales. No obstante, en México la historia tampoco es así.

Cifras del 2005 revelan que las empresas ubicadas en México aportan 42% del total de la inversión, una proporción similar a la que aporta el gobierno federal, mientras que el resto proviene de fuentes externas.

 

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