El presidente George W. Bush anunció nuevas sanciones económicas contra Sudán debido a su participación en las matanzas en Darfur.
''Le prometo esto al pueblo de Darfur: Los Estados Unidos no harán la vista gorda de una crisis que pesa sobre la conciencia del mundo'', dijo el mandatario.
Las sanciones castigan a empresas estatales sudanesas involucradas en la industria petrolera y a tres individuos, entre ellos un líder rebelde acusado de estar involucrado en las matanzas en Darfur.
''Durante demasiado tiempo el pueblo de Darfur ha sufrido a manos de un gobierno que es cómplice en el bombardeo, el asesinato y las violaciones de civiles inocentes'', dijo Bush. ''Mi gobierno ha calificado estas acciones por su nombre correcto: genocidio''.
''El mundo tiene la responsabilidad de poner un fin a esto'', añadió.
Bush estaba preparado para imponer las sanciones el mes pasado, pero esperó a fin de dar al secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon más tiempo para encontrar una solución diplomática a la crisis de cuatro años en Darfur, donde más de 200,000 personas han sido asesinadas.
Además de las nuevas sanciones estadounidenses, Bush ordenó a la secretaria de Estado Condoleezza Rice que redacte un borrador de resolución para presentarlo ante la ONU a fin de acrecentar las presiones internacionales contra el gobierno del presidente sudanés Omar al-Bashir.
Bush pidió ''al presidente al-Bashir que cese con su (táctica de) obstrucción y permita el ingreso a los soldados del cuerpo de paz y ponga fin a la campaña de violencia que tiene como objetivos hombres, mujeres y niños inocentes''.
El presidente dijo que postergar las sanciones a fin de dar más tiempo a la diplomacia no había sido efectivo.
''Las acciones del presidente Bashir durante las últimas semanas siguen una prolongada pauta de prometer cooperación mientras encuentra nuevos métodos de obstrucción'', dijo Bush.