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'Baby-boom' polaco, el primero en años

En Polonia, los ciudadanos quieren tener bebés, pero el sistema de hospitales no se da abasto;
dom 15 julio 2007 09:16 AM

Karolina Mrowiec fue al hospital estando embarazada y a punto de dar a luz en un avanzado trabajo de parto y se sorprendió cuando la enfermera le preguntó: ¿cuál era el problema?

"Voy a tener un bebé. ¿No es obvio?", respondió.

Su historia muestra cómo está luchando un sistema hospitalario demasiado forzado a medida que Polonia atraviesa su primer "baby-boom" en años.

El gobierno está en campaña para alentar a las familias a no tener más hijos, pero así como los niños nacidos en el boom de la década de 1980 alcanzan la fertilidad, están exigiendo un sistema que constitucionalmente debe proveer servicios gratuitos para todos los polacos.

El sistema de salud ha sido de lenta reforma desde el fin del comunismo en 1989 y el penoso estado de los hospitales se suma a las dificultades de dar a luz.

Desde el 2004, han nacido más personas que las que han muerto anualmente en la nación predominantemente católica, si bien la migración de polacos en busca de trabajo significa que la población de alrededor de 38 millones sigue achicándose.

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Preocupado por la caída de los números, el gobierno ha encabezado una campaña para persuadir a las mujeres polacas para que tengan más bebés para "salvar a la nación de la desaparición", como han dicho algunos políticos.

Pero el auge económico polaco de los últimos tiempos no ha dado lugar a grandes mejoras en el sistema de salud estatal y está en un muy mala situación para atender el gran aumento en la demanda en cualquier frente.

Inadecuado

Cuando Mrowiec, de 27 años, entró en trabajo de parto, fue primero a un hospital que había previamente elegido como el apropiado.

"Era el único al que no le tenía miedo. Había conocido al personal y me habían impresionado las condiciones del lugar", dijo.

Pero estaba lleno y fue derivada a otro.

Después de una búsqueda frenética, su pareja le consiguió un lugar en un hospital de un suburbio de Varsovia, donde se queja de que la atención que recibió estaba muy por debajo de la estándar. El bebé nación sin mayores complicaciones.

"Sabemos de numerosos casos de mujeres que fueron seriamente descuidadas y que no fueron atendidas adecuadamente cuando entraron en trabajo de parto", dijo a Reuters Anna Otffinowska, directora de la Fundación de Partos con Dignidad.

Las mujeres embarazadas a menudo son derivadas a otros sitios, porque los hospitales ya han gastado todo su presupuesto en partos, afirmó.

Esos límites financieros fueron introducidos este año a pesar de las políticas profamilia del primer ministro Jaroslaw Kaczynski, quien gobierna con la ayuda de la nacionalista y tradicionalista Liga de Familias Polacas (LPR).

Sin Dinero

Los hospitales reciben una cantidad de dinero de un fondo estatal para la salud para ofrecer sus servicios y una vez que se acaba el dinero, al hospital no le queda otro recurso que recortar las atenciones.

Las organizaciones de mujeres asesoran a las parejas que planean tener bebés, para que traten de asegurarse de que nazcan antes del último trimestre del año, cuando los presupuestos son notablemente estrechos.

"El fondo me va a dar 5,0 por ciento menos de dinero para el 2007 que el año anterior y estimamos que tal vez nos enfrentemos a alrededor de 30 por ciento más de nacimientos que en el 2006", dijo Bogdan Chazan, director del hospital maternidad Sagrada Familia en Varsovia.

Andrzej Troszynski, portavoz del Fondo Nacional para la Salud, dijo a Reuters que no había límites para el financiamiento de partos.

"Es verdad que hemos cambiado el modo en que estos servicios son financiados como parte del programa gubernamental, pero cada nuevo nacimiento será financiado por el fondo", señaló.

Pero los hospitales se muestran escépticos.

"No recibí indicación alguna del fondo para la salud de que pagará por mis nacimientos por sobre el límite", dijo Chazan.

Para ayudar al ya exigido sistema de atención médica, los hospitales ofrecen algunos servicios a cambio de tarifas adicionales y frente a esa práctica el gobierno hace la vista gorda.

En los hospitales maternos se ha vuelto normal cobrarle a una mujer unos 700 zlotys, 240 dólares, por los calmantes para el parto y unos 900 zlotys por la atención de enfermeros, más que el equivalente del salario mensual mínimo.

Pero las dificultades no han disuadido al gobierno de llevar adelante su campaña por más nacimientos.

Un partido tradicionalista en la coalición gobernante quiere alentar a más mujeres a quedarse en casa para tener hijos y también está haciendo presión por una prohibición total del aborto en Polonia, que ya cuenta con algunas de las regulaciones más duras de Europa.

"Los políticos piensan que forzar a las mujeres a dar a luz a todos los niños, sanos, enfermos, deseados y no planeados- aumentará el crecimiento natural", dijo Monika Rejer, una parturienta de una maternidad.

"Por el contrario, lo que están haciendo es realmente disuadir a las mujeres de tener bebés por completo, dadas estas condiciones por cierto, en los hospitales", agregó.

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