Policías piden mejor armamento
La policía mexicana pidió el miércoles mejores armas para combatir a los poderosos cárteles de la droga, un día después de que sicarios mataran a tiros a siete policías, en uno de los peores golpes de estas bandas a las fuerzas de seguridad.
El general Rodolfo Cruz, responsable de los operativos que la policía federal realiza en todo el país junto con el Ejército, dijo que la fuerza utiliza principalmente pistolas y fusiles tiro a tiro, que se quedan muy atrás frente a los automáticos utilizados por los narcotraficantes.
"Requerimos armas tipo ametralladoras (...) la pistola realmente es nada más para presumir, porque no sirven para nada", dijo Cruz en Culiacán, donde fueron acribillados los policías a dos semanas de que el Gobierno enviara más de 2,700 efectivos federales y soldados.
Culiacán es la capital del estado de Sinaloa, donde opera Joaquín "El Chapo" Guzmán y otra banda de un antiguo aliado, Arturo Beltrán Leyva, que habría sido responsable por los ataques a los policías cuando éstos llegaron a realizar un cateo en una casa, dijo Cruz.
"Del otro lado (de los narcos) hay fusiles AK-47 y fusiles 762 automáticos de punta de acero que penetran el blindaje, penetran todo, atraviesan los chalecos blindados", dijo el militar.
El Gobierno envió el miércoles a Culiacán a 200 policías federales más, para incrementar casi a 1,000 la presencia de esta fuerza en la zona.
Estos operativos forman parte de un combate frontal que el presidente Felipe Calderón decidió emprender a fines del 2006 y que no han logrado parar la violencia.
Los homicidios relacionados al narcotráfico subieron un 47% a casi 1,400 en lo que va del año respecto a igual lapso del año anterior, dijo el viernes el fiscal general, Eduardo Medina Mora, quien agregó que esto se debe precisamente a los operativos.
México acordó el año pasado con Estados Unidos un plan de ayuda para combatir al narcotráfico por el que recibiría básicamente equipamiento por 500 millones de dólares, pero la iniciativa se achicó en el Congreso norteamericano hasta quedar en 350 millones de dólares.
Un alto funcionario de la fiscalía dijo que, dada la reducción de los fondos, sería mejor que Estados Unidos los utilizara para combatir el tráfico de armas hacia México.