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McCain vs Obama, su propuesta energética

El candidato republicano propone extraer más petróleo para aliviar el alza del energético; el demócrata plantea financiar la energía renovable con 15,000 mdd anuales, durante 10 años.
mar 24 junio 2008 06:00 AM
El gobierno de EU dice que hay hidrocarburos para abastecer

La reciente propuesta hecha por el gobierno de EU para extraer petróleo tanto en mar abierto como en Alaska forma parte de un largo debate sobre la mejor manera de resolver la crisis energética: explotar las reservas domésticas o desarrollar alternativas energéticas.

El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, ha solicitado que se abran a explotación los yacimientos frente a las costas norteamericanas. Mientras que el presidente George Bush ha pedido que se exploten las reservas en las zonas protegidas de Alaska, algo a lo que McCain se opone.

Pero según los expertos, tales opciones no son una solución a largo plazo para el problema energético, ya que esta extracción adicional sólo aumentaría la producción de petróleo en unos 2 millones de barriles diarios. Lo que representa el 20% de la producción nacional de crudo, pero sólo el 2% de la demanda mundial, así que no tendría un impacto significativo en los precios.

Para algunos, la verdadera solución sería que el gobierno estadounidense se comprometiera a financiar la energía renovable. Un esfuerzo que le supondría incrementar los fondos que destina a ese rubro de 4,000 millones de dólares (mdd) al año a 30,000 mdd anuales durante las próximas décadas.

“Eso no es ni la tercera parte de lo que gastamos en Irak”, estima Keith Schneider, portavoz de la Apollo Alliance, una coalición formada por políticos, ambientalistas y asociaciones de empresarios y trabajadores que apoyan la iniciativa.

Por su parte, Barack Obama, virtual candidato demócrata a la presidencia, propone financiar la energía renovable a un ritmo de 15,000 mdd anuales durante 10 años; fondos que el gobierno conseguiría al subastar permisos a las empresas que emiten gases de efecto invernadero.

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McCain también plantea otorgar permisos o derechos de emisión con el objeto de reducir dichos gases, pero no quiere cobrar por ellos a las empresas.

El republicano tampoco apoya la idea de que sea el gobierno quien pague el financiamiento de energías renovables, prefiere apostar por la inversión del sector privado implementando bajos impuestos corporativos.

Esta es quizá la mayor diferencia entre las políticas energéticas de ambos contendientes a la Casa Blanca.

El papel del gobierno

Muchos coinciden con MacCain y no creen que el negocio de la energía renovable sea asunto del gobierno. “No habrá Un Mundo Feliz en el tema energético simplemente porque el gobierno gaste 30,000 mdd al año”, afirma David Kreutzer, economista energético del Heritage Foundation.

Pero Schneider rebate esa postura argumentando que históricamente el gobierno ha sido el primero en respaldar grandes proyectos que sirven para el bien común, como el sistema ferroviario y carretero, la Internet y las universidades ‘land-grant’.

“El gobierno, en colaboración con el sector privado, ha producido tremendos beneficios de una manera mucho más justa que la del libre mercado”, declara.

El portavoz de Apollo Alliance menciona que, además de las típicas energías renovables, el proyecto también contempla un moderno sistema de trenes de alta velocidad para las principales zonas urbanas y la mejora del transporte público entre ciudades, junto con un diseño urbanístico más amigable con el peatón y menos dependiente del automóvil; una propuesta a la que Obama se une.

La recompensa

¿Qué obtendrá el país de este ingente esfuerzo e inversión? Después de todo, el gobierno de EU asegura que bajo las políticas actuales, el petróleo, el gas natural y el carbón podrán abastecer durante otros 20 años la mayor parte de las necesidades energéticas del país. Asimismo, es muy difícil que la energía alternativa pueda proveer al menos una fracción importante de la energía que el mundo consume.

Sin embargo, Schneider sostiene que el proyecto crearía 3 millones de empleos en el país. Y los que apoyan la energía renovable creen que, de financiarse correctamente, podría llegar proveer la mitad de suministro del país para el 2030. Estas previsiones, desde luego, no dejan de ser teoría.

Son los votantes, en definitiva, quienes decidirán si 15,000 mdd al año en energía renovable es una apuesta con futuro –como cree Obama- o si lo mejor es invertir en la perforación petrolera –como propone McCain.  

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