El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó el martes a China, y dijo que planea construir tres refinerías en forma asociada con ese país para procesar crudo venezolano y operar una flota conjunta de tanqueros. Chávez ha dicho en repetidas ocasiones que desea vender más petróleo a China. Frecuente crítico de las políticas de Washington, el mandatario venezolano -que dice encabezar una revolución hacia el socialismo- quiere reducir su tradicional dependencia con los mercados energéticos de Estados Unidos.
El gran apetito energético de China y el gobierno del Partido Comunista convierten al gigante asiático en una alternativa atractiva.