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Cárteles mexicanos importan armas de EU

Los narcotraficantes se proveen del otro lado de la frontera porque las leyes son más permisivas; el embajador Arturo Sarukhán afirma que el contrabando sólo se detendrá con cooperación bilateral.
sáb 31 enero 2009 06:00 AM
La gran mayoría de las armas recuperadas en México proceden de Texas, California, Arizona y Nuevo México. (Foto: Archivo)
Armas (Foto: Archivo)

Cuando la policía se acercaba a un escondite de narcotraficantes en el noroeste de México en mayo del año pasado, fue recibida con una lluvia de balas y granadas que mataron a siete agentes, cuyas armas no eran comparables a las del enemigo.

Otros cuatro agentes fueron heridos en un tiroteo en el que se confiscaron cargamentos de armas, incluido un rifle AK-47 que según las autoridades fue comprado en un negocio de armas de Phoenix y llevado de contrabando a México.

La presencia del rifle en México refleja dos realidades de la guerra contra el narcotráfico: Casi todas las armas que emplean los carteles ingresan de contrabando desde Estados Unidos y ese tráfico es facilitado por comerciantes de armas corruptos.

"Hay una guerra", declaró Bill Newell, agente especial a cargo de las sucursales de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, según sus siglas en inglés) de Arizona y Nuevo México. "Hay una guerra entre los carteles de la droga. Y hay otra guerra entre el gobierno y los carteles. Las armas empleadas (por los carteles) en esta guerra son adquiridas ilegalmente aquí en Estados Unidos".

Las autoridades no saben cuántas armas son llevadas de contrabando a México, pero la ATF dice que el año pasado se comprobó que más de 7,000 armas vendidas en Estados Unidos fueron a parar a ese país. El año previo se hallaron 3,300 y en el 2006 tan solo 2,100. El aumento en esa estadística es atribuido no solo a un incremento en el volumen de armas contrabandeadas sino al hecho de que las autoridades mexicanas han desarrollado métodos más eficaces de dar con esas armas.

Funcionarios mexicanos y estadounidenses calculan que el 95% de las armas de los carteles proceden de Estados Unidos. Las restantes son robadas a agentes mexicanos abatidos. Los carteles reclutan gente que compra armas en su nombre en Estados Unidos y luego arreglan formas de llevarlas a México de contrabando.

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El servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (APF), cuyos inspectores son los encargados de vigilar los puertos de la frontera, desistieron de revelar con qué frecuencia inspeccionan los vehículos que salen del país, pero admiten que no todos son revisados.

Se considera que es más importante inspeccionar los autos que ingresan al país, porque pueden traer armas, terroristas y otros elementos peligrosos, además de indocumentados. En general se inspecciona un vehículo que sale del país si han recibido alguna información de que puede haber algo irregular.

"No tenemos personal suficiente como para revisar todo el tráfico que sale", dijo el portavoz de la APF Jason Ciliberti.

Las autoridades dicen que los pocos comerciantes que venden armas a contrabandistas a sabiendas pueden causar grandes daños. Destacan el caso del comerciante de Arizona acusado de vender un AK-47 recuperado el 27 de mayo en un tiroteo en Cualicán con elementos del Cartel de Sinaloa.

George Iknadosian, propietario del negocio de armas X-Caliber Guns de Phoenix, es acusado de vender armas a dos grupos de compradores a sabiendas de que las armas iban a ser contrabandeadas a México. También la habría vendido armas a agentes encubiertos que supuestamente las enviarían a México.

Iknadosian ha sido acusado de fraude y otros delitos. Su juicio comenzará el 3 de febrero. Su abogado, Thomas M. Baker, no respondió a llamadas de la AP.

Los investigadores creen que Iknadosian vendió 600 armas que fueron a parar a México, mayormente al violento estado de Sinaloa, en la costa del Pacífico.

Las autoridades dicen haber hallado varias allí.

Entre ellas estaba un AK-47 y un súper revólver calibre 38 con diamantes en el culata, encontrado luego del asesinado e un jefe policial el 2 de noviembre en el estado norteño de Sonora, a tres kilómetros (dos millas) de la frontera con Arizona.

También un súper revólver calibre 38 hallado cuando fuerzas mexicanas capturaron a una importante figura del Cartel de Sinaloa, Alfredo Beltrán Leyva, y a tres guardaespaldas en Culiacán.

Además, tres rifles descubiertos cuando unos agentes respondieron al fuego al ser atacados por elementos de la banda de los hermanos Beltrán Leyva y mataron a cuatro de ellos el 2 de julio en una casa de Culiacán.

La gran mayoría de las armas recuperadas en México proceden de los cuatro estados fronterizos -Texas, California, Arizona y Nuevo México- según la ATF.

Los traficantes buscan armas en Estados Unidos porque las leyes aquí son más permisivas que las de México. En México, hay que conseguir un permiso de la secretaría de defensa y no se puede adquirir armas más poderosas que las de calibre 38, las cuales son consideradas aptas únicamente para los militares y no pueden ser vendidas al público en general.

Las armas son contrabandeadas en pequeñas cantidades, para no perder todas de una vez si son detectadas. Algunas son contrabandeadas a pie, pero la mayoría ingresan escondidas en vehículos, dentro de neumáticos de repuesto, debajo del auto, en compartimientos secretos o incluso dentro de las paredes del auto.

Los investigadores dicen que los contrabandistas generalmente esperan los momentos de mayor tráfico, cuando los agentes están más atareados, para intentar el cruce.

Los fiscales dicen que Iknadosian asesoró a agentes encubiertos acerca de cómo contrabandear armas, recomendándole que las divida en varios paquetes. "Si te pillan con dos, no es grave. Si llevas cuatro, surgen interrogantes. Con 15, está claro lo que estás haciendo. O sea, si llevas solo dos, dices que tú y tu amigo se van de casa o algo por el estilo", dijo el comerciante.

El embajador de México en Estados Unidos Arturo Sarukhan afirma que quiere que los estadounidenses hagan cumplir las leyes que regulan la exportación de armas, estén más pendientes de la gente que se aparece en ferias de armas y compilen mayor información sobre las armas que los comerciantes venden a agentes del narcotráfico.

Agregó que México, a su vez, debe dedicar más gente y dinero a inspeccionar los vehículos que ingresan al país.

"Si queremos tener éxito, debemos colaborar", expresó Sarukhan.

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