La Ciudad de México retiró el jueves la alerta sanitaria lanzada en abril por una epidemia de nueva influenza que paralizó la actividad durante varios días y alejó a los visitantes de la capital.
La influenza cobró hasta ahora la vida de 75 personas, la mayoría en la ciudad. Eso llevó al Gobierno capitalino a cerrar casi una semana restaurantes, bares, museos, cines y suspender misas para evitar la propagación del virus a fines de abril y principios de mayo, y declarar alerta sanitaria naranja.
Días después, cuando los casos del virus AH1N1 -que ha infectado a 11,000 personas en 41 países- comenzaron a estabilizarse y la ciudad empezó a retomar su actividad normal con la apertura de comercios, la alerta fue reducida a amarilla.
El nivel de alerta, que tiene al color rojo como máximo en la escala, es decidido por un comité formado por representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y autoridades capitalinas.
"La ciudad está en color verde y regresa a la normalidad al 100% (...) Las personas pueden venir a la ciudad sin riesgos", dijo el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en una reunión con corresponsales extranjeros.
Con la alerta amarilla, se recomendaba a las personas que salieran a las calles con cubrebocas, guantes y tomaran especiales recaudos de limpieza en sus casas y trabajos.
En el color verde, no existe emergencia sanitaria, pero la población tiene que seguir tomando algunas precauciones de higiene personal.