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2016, un desafío olímpico para Brasil

Río de Janeiro enfrenta retos para albergar las competencias y viajeros que recibirá con los juegos; podrían inyectar al país 24,500 mdd entre ahora y 2027 según un estudio encargado por el gobierno.
vie 02 octubre 2009 08:00 PM
Las playas de Copacabana, el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor son todos íconos de la zona sur de Río. (Foto: Notimex)
Brasil

Río de Janeiro, que el viernes ganó la disputa por la sede de los Juegos Olímpicos 2016 sobre Chicago, Madrid y Tokio, enfrenta todavía desafíos para albergar las competencias y viajeros que llegarán a la ciudad.

Entre los desafíos de la llamada "ciudad maravillosa", famosa por sus montañas, bosques y playas, su música y su carnaval -que atrae a más de medio millón de visitantes cada año- están:

Estadios: Pese al avance logrado con la infraestructura erigida para los Juegos Panamericanos 2007, Río tendrá que construir cerca de la mitad de los centros deportivos necesarios y renovar otro 24 por ciento de la capacidad requerida.

Esto requerirá construir una serie de áreas para la disputa de especialidades y la modernización de otras. El mítico estadio Maracaná estará listo, ya que debe ser preparado para el Mundial 2014 de fútbol, que Brasil albergará.

Transporte: Con un sistema de metro limitado a una red de 37 kilómetros que no vincula el centro de la ciudad con la mayoría de los hoteles de la alejada zona balnearia Barra de Tijuca, donde se concentrarán gran parte de las arenas deportivas, el transporte será una prioridad.

La ciudad gastará 5,000 millones de dólares en líneas de autobuses con corredores exclusivos entre Barra de Tijuca y las vecinas playas de Copacabana, Ipanema y Leblón.

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Los organizadores dicen que los atletas podrán llegar a los lugares de los eventos en menos de 25 minutos en un 75 por ciento de los casos, aunque los aficionados deberían enfrentar hasta una hora de tráfico. Los visitantes que lleguen al aeropuerto internacional Tom Jobim tendrán que seguir vías cercanas a favelas, lo que provoca preocupación.

Seguridad: Renombrada por sus bellezas naturales con montañas, playas y parques forestales, Río también es notoria por la violencia en sus favelas, algunas dominadas por bandas de narcotraficantes.

Aunque la mayoría de los eventos deportivos se realizarán lejos de las favelas, dos se disputarán en áreas consideradas de riesgo. El Maracaná, por ejemplo, está a pocos kilómetros de la favela Mangueira, escenario de frecuentes choques de bandas rivales y operaciones policiales. El Estadio Olímpico Joao Havelange también está en un suburbio riesgoso.

Los organizadores señalan que, pese a esas preocupaciones, no existen riesgos para la seguridad, como fue evidente durante los Panamericanos, la Cumbre de la Tierra Río-1992, y anualmente con los famosos festejos de Carnaval.

Medio ambiente: La extensa línea costera y numerosos lagos convierten a Río en un lugar ideal para los deportes acuáticos, pero se necesitan fuertes inversiones para eliminar la contaminación de muchos sitios.

La Bahía de Guanabara está contaminada desde hace décadas. La laguna Rodrigo de Freitas, que recibe desechos de barrios vecinos, fue motivo de reclamos durante los Panamericanos.

El Gobierno federal previó inversiones por 4,000 millones de dólares para la limpieza de las aguas, mientras los organizadores prometieron plantar 214 millones de árboles en el estado de Río de Janeiro para neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero por las operaciones de los Juegos Olímpicos.

Hospedaje: Río precisa construir varios complejos, incluyendo la Villa Olímpica, para entregar 25,000 de las 48,000 habitaciones prometidas por la ciudad para los Juegos.

Río también prevé dar facilidades en navíos crucero atracados en los puertos de la ciudad. Otra propuesta prevé gastar 210 millones de dólares para revitalizar el área del mayor puerto de la ciudad.

CONTRASTES

Cada vez más ensombrecida en los últimos años como centro económico y cultural por la ciudad sudoriental de Sao Paulo, la más grande y la más poblada de Brasil, Río está mostrando signos de un resurgimiento.

El hecho de que su economía no está en rojo por primera vez en años gracias a un gobierno estatal competente y el descubrimiento de una de las reservas de petróleo más grande del mundo frente a sus costas, promete un flujo de inversiones y un incremento del empleo para los próximos años.

Sin embargo, la ex capital de Brasil sigue profundamente dividida entre el mundo de las 1,000 favelas repartidas por toda la ciudad y el de los habitantes de las zonas de clase media.

La victoria de Río es otro tanto para el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien apoyó enérgicamente la candidatura y es uno de los líderes más populares del mundo. Esto podría aumentar su imagen de "Toque de Midas" y ser un factor de bienestar en el país antes de las elecciones generales de octubre del 2010. Lula, que no puede presentarse a un tercer período consecutivo, respalda a su Jefa de Gabinete, Dilma Rousseff, en la carrera presidencial. Pero no ha descartado postular a la presidencia nuevamente en el 2014, dos años antes de los Juegos. Brasil también será la sede de la Copa Mundial de Fútbol 2014.

Los Juegos Olímpicos de Río inyectarán 24,500 millones de dólares en la economía brasileña entre ahora y el 2027, según un estudio encargado por el Gobierno por parte del grupo sin fines de lucro Fundacao Instituto de Administracao. Eso sería producto de un aumento de la producción y de los ingresos por familia, de la recaudación tributaria y el empleo, agregó la entidad.

La decisión podría ayudar a los mercados financieros brasileños en el corto plazo, mientras el país continúa su fuerte recuperación este año ante la crisis económica mundial. Pero varios estudios han mostrado lo difícil que es calcular los beneficios económicos de los Olímpicos.

Cualquier ganancia en los mercados accionarios probablemente será de corta duración, dijo José Francisco de Lima Goncalves, economista jefe del Banco Fator. "No estoy muy optimista", afirmó. Las inversiones olímpicas serán importantes, agregó, pero "una vez que vuelva la vida real, estos cambios son absorbidos".

Un informe del Servicio de Investigación del Congreso del 2008, preparado para miembros del Parlamento, arrojó que muchas de las inversiones en infraestructura realizadas en Juegos Olímpicos pasados habrían sido hechas de todos modos, en otras áreas de la economía. "Las evaluaciones casi nunca consideran la posibilidad de que el dinero gastado en un nuevo estadio olímpico podría haber generado mayores beneficios económicos si se gastara en hospitales o escuelas", sostuvo.

Ser sede de los Juegos Olímpicos potencia el comercio internacional de un país en años posteriores, de acuerdo a estudios del 2009 de la Universidad de California en Berkeley y el Banco de la Reserva Federal de San Francisco. Las entidades dijeron que, en igualdad de condiciones, países que han sido sede de los Juegos parecen tener exportaciones un 30 por ciento mayor. Afirmaron que los Olímpicos generalmente dan paso a "liberalización del comercio y resultados en una mayor apertura".

No obstante, no existe un estudio definitivo sobre las ventajas económicas de los Juegos, dijo Daniel Rascher, presidente de la firma consultora estadounidense SportsEconomics. "No he estado en Brasil, pero si Río gana la postulación para 2016, probablemente iré de visita y gastaré algunos miles de dólares. Eso es impacto económico", graficó.

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