'El Bronco', obligado a negociar con PRI y PAN en el Congreso de NL

Ambos partidos tendrán 35 de 42 curules en el Legislativo local, mientras el gobernador electo prácticamente carecerá de fuerza en el órgano

Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, se llevó la elección de Nuevo León con casi 50% de los votos. Sin embargo, pasados los festejos por ese triunfo, comienzan a perfilarse los desafíos que tendrá su administración, como su relación con el Congreso local, en el que el futuro gobernador prácticamente carecerá de fuerza legislativa. 

Rodríguez Calderón,

, solo contará con tres de los 42 diputados en la siguiente Legislatura, que asume funciones el 1 de septiembre. Se trata de los legisladores de Movimiento Ciudadano (MC),

En contraste, los partidos mayoritarios, Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), tendrán 35 curules: 19 los panistas y 16 los priistas, según las proyecciones de las autoridades electorales. 

Los cuatro diputados restantes se reparten así: dos para el Partido Verde (PVEM), uno para Nueva Alianza (Panal) —ambos aliados tradicionales del PRI— y uno más para el izquierdista Partido del Trabajo (PT). 

La noche del 7 de junio, tras anunciarse su virtual triunfo, Rodríguez Calderón dijo a CNN en Español que buscará tener diálogo con todas las fuerzas políticas, a las que criticó a lo largo de toda la campaña. 

Ahora, los líderes de los partidos mayoritarios, el PAN y el PRI, aseguran estar dispuestos a llevar una relación cordial pero vigilante con el nuevo gobernador, el primero que llega al cargo sin el respaldo de un organismo político. 

José Alfredo Pérez Bernal, dirigente estatal del PAN, señaló que, una vez pasada la contienda, todos los actores políticos deben trabajar por el bien del estado del norte de México, uno de los que tiene mayor desarrollo económico en el país. 

"Al final del día (el Congreso) es un contrapeso y un balance para que se tomen las mejores decisiones para garantizar gobernabilidad, yo estoy convencido de que vamos a control con los demás poderes, lo que se ocupa y se necesite para que a Nuevo León le vaya bien", dijo. 

"Nunca se ha pensado un ánimo mezquino de tratar de apostarle a que alguno de los poderes no lo pueda hacer bien", añadió. 

En el mismo sentido, el dirigente estatal priista, Eduardo Bailey, aseguró que su partido será una oposición responsable, para que se concreten los proyectos y programas que necesite el estado. 

Al respecto, Rodríguez Calderón ha dicho que no cederá ante "chantajes" de los partidos, con quienes no solo deberá negociar las iniciativas de ley que quiera impulsar, sino temas como el presupuesto anual. 

"Si los partidos políticos empiezan a hacer chantajes, nosotros no vamos hacer caso de ese tema. Tampoco con los diputados, los diputados están ahí para hacer leyes y yo estaré en el gobierno para cumplir las leyes. Entonces, si (...) somos respetuosos de nuestro trabajo, tendremos entonces un mejor Nuevo León", dijo. 

Rodríguez Calderón asumirá el cargo el próximo 4 de octubre, de manos del priista Rodrigo Medina.