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3 cosas que debes saber sobre BEPS y comercio electrónico

La continua integración económica global requiere que los sistemas fiscales internacionales se adapten para abarcar nuevas actividades comerciales.
jue 12 julio 2018 11:17 AM
Se buscan equilibrar las reglas fiscales
Se busca equilibrar las reglas fiscales entre los países con la intención de lograr una tributación más justa.

Por Mario Gutiérrez* y Luis Huitrón**

Actualmente, existen alrededor de 2,000 tratados fiscales en el mundo, que regulan el pago de impuestos de las empresas que operan y obtienen ganancias fuera de su país de origen. Sin embargo, bajo la legislación fiscal de cada país, incluyendo la red de tratados internacionales que pudieran aplicarles, aún existen situaciones que pudieran afectar las bases gravables de tributación, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), motivo que ha impulsado en años recientes acciones que buscan equilibrar las reglas fiscales entre los países con la intención de lograr una tributación más justa.

1. Beps es un instrumento para evitar la evasión fiscal, pero también la doble tributación.

La OCDE se ha dado a la tarea de buscar formas que permitan que las empresas paguen impuestos en los países donde tienen actividades comerciales, sin incurrir en una doble tributación, pero con un énfasis ahora también en la llamada “doble no tributación”; en otras palabras, así como no es correcto que dos contribuyentes paguen impuesto por el mismo ingreso, tampoco lo sería, de acuerdo con la OCDE, que ninguno pague. Como parte de estas acciones, uno de sus resultados es el Instrumento Multilateral (MLI) para la prevención de la erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS), dado a conocer en 2017.

Al inicio se identificaron 15 grupos de trabajo, entre los que destacan: mecanismos híbridos, abusos de tratados, establecimiento permanente, propósito principal y limitación de beneficios para la aplicación de los tratados tributarios, procesos amistosos y resolución de controversias, precios de transferencia y economía digital. Cada uno de ellos realizó análisis para generar una serie de recomendaciones con el fin de proponer nuevas medidas a seguir por la comunidad internacional, miembros de la OCDE y de los tratados internacionales.

El comercio electrónico es una de las actividades más importantes en la economía global actualmente, debido a que presenta un escenario muy positivo con altas tasas de crecimiento y un valor aproximado de 17 mil millones de dólares. Esta cifra equivale a poco más del 50% de las remesas que enviaron los inmigrantes mexicanos a nuestro país en 2017.

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Hasta el momento no se ha podido llegar a un acuerdo en lo que respecta al tratamiento fiscal del comercio electrónico, debido a la complejidad que presenta esta actividad. El grupo de trabajo se comprometió a seguir analizando la situación y retomar el tema en 2020 con propuestas más específicas para definir cuál de las partes involucradas debe ser gravada.

Para tal efecto, se deben considerar diversos factores como, por ejemplo, en dónde se ubica el servidor, si está a entera disposición del contribuyente, dónde se toman los pedidos, la localización del call-center, desde dónde se despachan los productos (es decir, dónde está el almacén) y finalmente dónde se manufactura físicamente dicho producto; además de identificar el factor que determina el verdadero valor del producto o servicio, entre otros, lo cual dificulta establecer la jurisdicción correspondiente y la aplicación de impuestos en una economía tan globalizada como la que se vive actualmente.

Los requisitos para que el instrumento entre en vigor son también complejos, ya que primero se deben determinar cuáles tratados bilaterales se sujetarán al acuerdo. Algunos países ya lo han hecho y han ratificado su adhesión para empezar a aplicarlo a partir del 1 de julio de este año. No obstante, para entender con precisión la dimensión y el alcance del mismo, será necesario hacer un análisis individual, incluyendo las respectivas posturas, reservas y opciones. En México se espera que se empiece a implementar en 2019 o 2020, ya que aún se encuentra en proceso de ratificación, de acuerdo al mecanismo establecido por la OCDE y el proceso legislativo interno de nuestro país.

2. El e-commerce es una de las actividades económicas que más crece en el país.

A nivel nacional, se prevé que este segmento de la economía crezca 35% anual en los próximos cinco años, más del doble que en la actualidad, pues México ya cuenta con una mayor oferta y canales más desarrollados.

La llegada de grandes empresas internacionales es un parteaguas que ha dado una nueva dirección al mercado, por lo que los jugadores que se queden rezagados frente a esta competencia, tal vez opten por unirse a otros para seguir operando competitivamente.

En materia de transacciones dentro de este sector, el transporte presenta muchas oportunidades para que los jugadores medianos o con liquidez se consoliden, incluso a nivel regional.

Respecto a la presencia de los detallistas en distintos canales, mejor conocida como omnichannel, el impacto tributario es distinto y puede dar pie a diversas alianzas. La forma de relacionarse con la compra ha ido evolucionando y este modelo de negocios será cada vez más común.

3. El comercio electrónico y la aplicación de MLI en México fomentará transacciones en el sector logístico, particularmente.

Uno de los posibles efectos del MLI es que el dinero va a estar más ligado al sitio en donde se genera, por lo que las empresas multinacionales deberán identificar estrategias que les permitan reinvertir su dinero en México.

Las empresas que generan flujos grandes van a continuar consolidando sus sectores, como sucede ahora que Estados Unidos permite repatriar dinero con ventajas fiscales importantes a raíz de la reciente reforma fiscal. Lo que se esperaría sería un efecto similar en México, en donde habría más dinero para transacciones y las regulaciones serían favorables, a pesar de la volatilidad.

Específicamente, el sector logístico presenta oportunidades. Hace unos años la falta de desarrollo en la cadena de distribución impedía el crecimiento del comercio electrónico, pero ahora hay excelentes alternativas para que los jugadores se consoliden, logrando integrar sus cadenas de valor incluso a nivel regional.

En términos generales, México y América Latina ofrecen un escenario muy favorable para la inversión a mediano y largo plazo. Hacia 2050, Latinoamérica va a tener una de las poblaciones más grandes de individuos entre 35 y 50 años con un alto nivel de consumo.

Sin duda, todo esto revolucionará las estructuras de negocios, ya que antes no había tanta información ni un intercambio tan ágil de la misma. Por lo mismo, ahora las empresas deben analizar los reportes, tomar acciones preventivas y robustecerse para cumplir las regulaciones y responder a los cuestionamientos de las autoridades, entre ellas, las fiscales.

En resumen, la economía digital seguirá creciendo y su tratamiento fiscal se tendrá que definir en algún momento. En ciertos países las autoridades fiscales consideran opciones como la aplicación de impuestos indirectos, sin embargo, se debe buscar no afectar al consumidor final con un aumento de precios y así mantener la competitividad, tarea que no suena sencilla.

El comercio electrónico, las regulaciones, los tratados fiscales y el mismo MLI tendrán que seguir evolucionando, puesto que la única constante es el cambio.

*Mario Gutiérrez es socio de Impuestos Internacionales, PwC México.
**Luis Huitrón es director de Deals, PwC México.

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