Éxito profesional; a veces crecer implica mudarse

Las empresas que tienen presencia nacional suelen contar con oficinas en distintas ciudades para encargarse de sus operaciones locales. Por ello, es común que sus trabajadores se enfrenten a cambios de residencia. Otras compañías, por conveniencia, simplemente tienen que irse a otra ubicación, planteando así un dilema de mudanza a su planta laboral.

Cambiar de ciudad implica distintas problemáticas para los empleados que se mudan. La búsqueda de una nueva casa es una de las complicaciones más trascendentes, pues implica seleccionar un inmueble y una ubicación que satisfaga requerimientos personales y, de ser el caso, de la familia.

Hay que considerar que si en la ciudad actual se está arrendando una vivienda, el obstáculo será menor. Pero de lo contrario, si se trata de una casa o departamento propio, el problema es mayúsculo. Además del trabajo de búsqueda del nuevo hogar, se tiene que enfrentar un proceso de venta o traspaso de la propiedad actual.

De este modo, la nueva oportunidad laboral se ve empañada por un proceso complicado de diversos trámites —que siempre resultan ser un tema engorroso—, también genera una sensación de inseguridad y desconfianza cuando no se ha tenido la experiencia de enfrentar alguna transacción similar.

Pero mejor dejemos la abrumación de lado pues dado que este es un fenomeno cada día mas común, las instituciones se han adaptado para poder ofrecerle a sus usuarios algunas alternativas. Por ejemplo, en el caso de los trabajadores que ejercieron su crédito Infonavit con el objetivo de comprar una casa, el Instituto creó un programa llamado Cambiavit, el cual te permite cambiarte de casa aunque aún no hayas terminado de pagar tu vivienda actual.

Con este programa, el acreditado se puede mudar y su patrimonio va con él. De tal forma que en su nuevo lugar de residencia, podria hacerse de una casa nueva y mantener su patrimonio.

¡BIENVENIDO A TU NUEVA CASA!
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