Avon impulsa el female power en México

Su modelo de negocios detonó la actividad de la fuerza productiva femenina desde hace varias generaciones, en todo el mundo. Avon es la firma pionera y líder en combinar productos de calidad para toda la familia, cuyo canal de ventas se basa en las Representantes que han contribuido a construir esta marca como sinónimo de independencia económica.

De mujeres para mujeres: la venta personalizada es otro de los atributos de la marca que tiene más de 130 años de edad, y en México 60 años de permanencia. Si bien el dato de cuántas integrantes hay en su fuerza de distribución es confidencial, sabemos que imprime más de 53 millones de folletos cada año, y que, a escala global, su brazo de ventas suma seis millones de Representantes.

Esto se traduce a oportunidades de ingresos, en horarios flexibles, para mujeres que pueden emprender una consultoría en imagen personal y proveeduría para el hogar mexicano.

Magdalena Ferreira Lamas, vicepresidenta y gerente general de Avon México y Centroamérica, señaló en entrevista con Expansión, que como responsable de la segunda operación a nivel global más grande de Avon, tiene la responsabilidad de que su trabajo impacta a cientos de vidas cada día.

Avon se ha transformado en una compañía en la que en vez de introducir desde el exterior la responsabilidad social, ésta ha impregnado desde el corazón del negocio todas sus áreas, tomando como centro a su fuerza de ventas hasta llegar a los puestos administrativos en los que tradicionalmente se pensaba que no tenían nada que ver con alguna Representante y la mercancía que distribuye.

La Representante Avon es fundamental para toda la compañía, de ahí que haya un completo sistema de recompensas a través de comisiones y premios para quienes tengan los mayores crecimientos de ventas.

Pero el esfuerzo por el empoderamiento femenino no se queda en las Representantes: también abarca a sus compradoras. Hace 27 años Avon también fue pionera en la construcción de una campaña de prevención contra el cáncer de mama, misma que continúa hasta nuestros días, al igual que sus esfuerzos de recaudación para organizaciones que se dedican al combate y atención de esta enfermedad.

Ferreira Lamas también destaca otro pilar en sus programas de responsabilidad social: la Promesa de poner fin a la Violencia contra las Mujeres. Este año por primera vez Avon lanza una convocatoria a organizaciones, asociaciones y fundaciones para que postulen sus proyectos enfocados en combatir la violencia de género y puedan obtener un donativo.

“Si una mujer se siente atacada, ya sea física o psicológicamente, no podrá tener una autoestima fortalecida y salir adelante”, explica la vicepresidenta de Avon México y Centroamérica. De ahí que este aspecto hoy es fundamental en las campañas de responsabilidad social de la empresa.

Cuidarse a sí mismas, al igual que unas a otras, también es una expresión del empoderamiento femenino.