Gayle Schueller, la ejecutiva pragmática

Cuando hace varios años Gayle Schueller, directora de 3M México desde octubre pasado, y su esposo decidieron tener un hijo, ambos trabajaban demasiadas horas para cuidar de un bebé. Pero ella no quiso renunciar a nada. Desarrolló un plan de trabajo y lo propuso a su empresa: una jornada laboral a tiempo parcial, desde su casa, por teléfono y correo electrónico, y únicamente durante las horas en las que su marido podía cuidar a su hijo, de noche.

Para realizarlo, tuvo que analizar las tendencias en la industria de electrónicos, y se dio cuenta de que los consumidores se concentraban en Asia. “Sabía que en ese momento 3M tenía que crear una capacidad operativa en aquel continente. Vi que había tres necesidades estratégicas: la elaboración de una ruta tecnológica, el mapeo de un plan estratégico de patentes y el desarrollo de nuestro personal en Asia. Ninguno de esos puntos requería trabajar a tiempo completo, ni visitas a la oficina, ni la necesidad de laborar durante las horas normales”, relata.

Con esa ruta tecnológica, Schueller consiguió diseñar para sí misma una especialización única que nadie más dentro de la empresa tenía. Con el paso del tiempo, 3M se hizo más global y entendió mejor la utilidad de estas estrategias, al grado de convertirse en materias importantes de capacitación para los directores.

Hoy, Schueller encabeza la operación en México, una de las primeras de 3M fuera de Estados Unidos, con presencia desde hace 69 años, y que tiene más de 7,000 empleados nacionales bajo su cargo. La importancia del país para la multinacional no es menor. Según el reporte del cuarto trimestre de 2015, las ventas aquí aumentaron 7%, uno de los mayores crecimientos entre las divisiones del grupo, que la ubica entre el top 10 de subsidiarias con incrementos más acelerados, y con una tendencia contraria a la leve caída (-0.6%) reportada en el promedio de Latinoamérica y en otras regiones.

A ello contribuye el dinamismo de la industria automotriz en México y “la flexibilidad de diseño de productos para nuestros clientes con componentes especificados en Japón, Corea y Alemania”, que serán vendidos en el país. La directora también destaca las reformas en energía y telecomunicaciones, además del crecimiento de la clase media como oportunidades significativas.

México es una de las subsidiarias más importantes y grandes para 3M. Hemos logrado tener un crecimiento de dos dígitos y vivimos en un entorno donde se encuentran las industrias más relevantes del país: automotriz, infraestructura, manufactura, productos para el consumidor y el sector salud.

La capacidad para detectar tendencias en el mercado le viene a Schueller desde niña. Comenzó su primer trabajo puerta por puerta: vendía galletas de las girl scouts. Desde entonces, aprendió a “priorizar a los clientes”. Primero iba a donde sabía que tendría más ventas y más compradores. Su objetivo ahora es generar un gran negocio para la empresa en el país, centrándose en el desarrollo de liderazgo, la asociación con los consumidores y la mejora de la rentabilidad y la cuota de mercado.

Valor agregado

En México, la mayoría de las personas relaciona la marca estadounidense 3M con las cintas adhesivas Scotch o las notas Post-it. Sin embargo, esta compañía de innovación cuenta con más de 60,000 productos a nivel mundial, de protección personal, seguridad vial e industrial, diseño gráfico, papelería, limpieza, médicos, telecomunicaciones y energía, entre otros.

A nivel global, invierte alrededor de 6% de sus ventas en Investigación y Desarrollo. En México, su laboratorio de I+D incluye instalaciones en Santa Fe (Ciudad de México) y San Luis Potosí, esta última una de las más grandes de América Latina.

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Schueller —quien ha desarrollado dos patentes enfocadas en el empaque de electrónicos— explica que la forma de innovar en 3M, y equilibrar su cartera de productos, se basa en la búsqueda de la sinergia entre la inspiración de las tendencias globales y el comprender a fondo cuáles son las verdaderas necesidades locales.

Otro de los retos será precisamente adaptarse a las nuevas formas del mercado, con el incremento del e-commerce. “Pronto afectará cada tendencia y decisión realizada tanto por los consumidores como por los clientes B2B”, señala.

Interés por la ciencia

La directiva empezó su trayectoria en 3M en 1992, en Austin, Texas. Su preparación académica y sus habilidades la llevaron a puestos como vicepresidenta de Investigación y Desarrollo para el Grupo de Consumo, directora técnica de la División de Hospitales para el Negocio de Cuidado de la Salud y, posteriormente, de la División de Soluciones Electrónicas.

Originaria de un pequeño pueblo rural al norte de Nueva York, creció muy cerca de los famosos Finger Lakes. Su padre fue maestro de química en una preparatoria, y su madre, maestra de educación especial de secundaria. De los dos aprendió la importancia que tiene la educación y la retribución a la gente en el trabajo y en la vida diaria.

Inspirada en la preparatoria por una maestra de ciencia, algo poco común en la época en la que estudiaba Schueller, cuando casi la totalidad de los profesores de materias exactas eran hombres, se propuso analizar cada asunto con profundidad para comprender las respuestas a los problemas a través de las matemáticas.

Los momentos de duda aparecieron cuando llegó a la licenciatura en Física en la Universidad Estatal de Nueva York. “No había muchas mujeres en ese campo de estudio. La gente me preguntaba qué hacía estudiando una carrera tan difícil, cuando podía hacer otras cosas”.

Pese a ello, se graduó summa cum laude en Física y, posteriormente, obtuvo un reconocimiento por promedio final en su doctorado en Materiales Científicos e Ingeniería en la Universidad de Virginia.

La física reconoce la “suerte” de haber nacido en un país que le dio todas las oportunidades de recibir una buena educación, salud y una carrera que muchas mujeres no tienen por la pobreza que enfrentan o por las normas sociales de sus países. Y es que, según el informe del Banco Mundial Mujer, Empresa y el Derecho 2016, las mujeres enfrentan restricciones al empleo y a la capacidad empresarial en 100 de las 173 economías analizadas. En 41 naciones las mujeres tienen prohibido trabajar en ciertos empleos en recintos industriales; en otras 29 se les prohíbe trabajar de noche, y en 18 más no pueden obtener un empleo sin el permiso de sus esposos.

La directiva confirma que una mujer con talento puede aportar una perspectiva diferente que redunda en mejores desempeños financieros. “Una mezcla más equilibrada de estilos y estructuras mentales entre mujeres y hombres ofrece una visión más holística del negocio y, por lo tanto, un mayor retorno de inversión para la compañía”, dice Amanda Berenstein, directora gerente de Weber Shandwick México.
Las empresas globales más admiradas tienen un 17% de ejecutivas y las otras compañías sólo tienen un 8% de ejecutivas en sus filas.

De ahí que una de las tareas de Schueller sea, además de los objetivos de negocio, el impulso a la inclusión y la equidad de género.

Queremos aprovechar todos los factores que se pueden combinar para crear un mundo más equitativo. Tenemos que asegurarnos de que las mujeres, el 50% de la población mundial, tengan las mismas oportunidades que los hombres

Para ello, una de las metas de 3M durante los próximos 10 años es “duplicar el talento femenino de gerencia para construir una fuerza laboral más diversa”, expresa.

En ese sentido, Amanda Berenstein refiere el valor agregado que trae ese tipo de decisiones, pues la igualdad de género se ha vuelto un nuevo impulsor para la reputación de las empresas. “Las empresas con reputación sólida tienen dos veces más mujeres en la alta administración” y agrega que las compañías sin un grupo femenino en posiciones de alto nivel “tendrán consecuencias muy negativas en su reputación”.

Por su parte, Simón Martín Winocur Iparraguirre, director de Vinculación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), aplaude iniciativas de empresas como 3M para favorecer las condiciones laborales de las mujeres. “Mientras exista esa inequidad de género, hay que presentar espacios para que la mujer pueda acceder a puestos… Tiene que haber una ventaja para ellas, para que puedan acceder”.

Pero más allá del género, Schueller apuesta por el trabajo duro, por escuchar las ideas de las personas y trasladarlas al colectivo, pero, sobre todo, por la determinación de hacer, como la gran clave para que países como México despunten en el tema de la innovación. “Es posible innovar en México, pero hay que entender lo que necesitan los clientes, lo que traen las tendencias y cómo podemos hacer una gran diferencia”.