Apuntó que, si realmente entendemos que en el mundo hay una desigualdad que duele, entendemos que el trabajo es generar mayor equidad, mayor oportunidad. Esta premisa sirve para forjar modelos de negocio que generan beneficios para todos.
En la Fundación Mitz, por ejemplo, a partir de la creatividad se ha desarrollado un esquema en el que aprovechan desperdicios para hacer productos como cubrebocas, además de buscar la inclusión laboral de las mujeres.
Por otra parte, la participación de las compañías en cámaras y asociaciones también multiplica los resultados fructíferos para el desarrollo social.
En el encuentro “Empresa, Crecimiento e Inclusión”, realizado en 2018 por el IPADE Business School y la Universidad de la Santa Cruz en Roma, Rafael Gómez Nava, profesor del área de Dirección de Operaciones del IPADE Business School y entonces director general, consideró que debe existir “un compromiso de generar valor de manera integral y de hacer que las sociedades, las comunidades empresariales y los países sean más prósperos, como un deber de todos, no de unos pocos, no de una cúpula, no de un grupo, sino de una sociedad que se compromete para hacer que más personas vivan una calidad de vida cada vez más humana”.